De viaje de estudios sola a Malta

Mi viaje de estudios sola a Malta

"Irse es la más bella y valiente de todas las acciones. Estar solo, sin necesidades, extraños, extranjeros, pero que se sienten como en casa". Isabelle Eberhardt.

La salida

Malta no es una isla, sino un archipiélago de islas, en el centro del Mediterráneo, no muy lejos de Sicilia y enfrente del norte de África, formado por Malta, Gozo y Comino. Su posición privilegiada me llevó a elegirla para asegurarme de un clima templado incluso en noviembre, el mes de mi partida. La decisión de irse a un país cuyo idioma oficial, junto con el idioma maltés es el inglés, está relacionado con la posibilidad de asistir a clases de inglés a bajo coste en comparación con otros países de habla nativa para mejorar mis nociones.

La elección recayó en Malta, conocida como destino para estudiantes Erasmus por la presencia de escuelas internacionales de inglés concentradas principalmente en Sliema, Paceville, San Julián y La Valeta, la capital. Después de una minuciosa investigación, decidí irme el 13 de noviembre de 2015 y me iba a quedar en Sliema. Con un presupuesto limitado, pasé allí unas dos semanas, viajando en aviones de bajo coste y prefiriendo el transporte público en lugar de un taxi o un transporte compartido privado para moverme.

Llegada

Me recibieron unas bonitas palmeras en el aeropuerto cuando aterricé, casi parecía que había aterrizado en alguna isla caribeña. Elegí mi hostal no muy lejos de la parada de autobús. Cogí el autobús X2 (Express 2) que me esperaba fuera del aeropuerto que me llevaría a Sliema en poco más de cuarenta minutos por el insignificante precio de 1,50 aproximadamente.

El uso del transporte público es sin duda una buena forma de visitar la isla, lo considero un buen servicio, aunque es bien sabido que la isla está congestionada por el tráfico y la gran cantidad de coches. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para señalar que en Malta el volante también está a la izquierda, como colonia británica entre 1813 y 1964, ¡así que ten cuidado incluso cuando cruces la carretera mirando en la dirección correcta!

Sliema

Sliema, en el noreste de la isla, es conocida por la gran cantidad de bares, pizzerías y restaurantes de lujo que dan al mar de Balluta Bay con grandes ventanales. La ciudad nació en un zona residencial y comercial; encontrarás centros comerciales y edificios impresionantes aún en construcción, chalés elegantes y casas típicas maltesas. El paseo marítimo es un destino ideal para correr y caminar mientras disfrutas de un helado y contemplas las preciosas puestas de sol sobre Valeta.

San Julián y Paceville

San Julián y Paceville, los pueblos limítrofes de Sliema son el núcleo de la diversión maltesa y el punto de referencia para todos los estudiantes que eligen Malta para asistir a una escuela de idiomas. Podría decirse que Paceville se parece a nuestro Rímini en Italia por el número de pubs, clubes nocturnos abiertos hasta altas horas de la noche, discotecas e incluso hoteles de lujo. La isla es una mezcla de culturas bien integradas de ciudadanos malteses: italianos, especialmente sicilianos dada la proximidad entre las dos islas y grupos étnicos menores europeos y del norte de África. Ciertamente, la fuerte presencia de los italianos ha llevado a los ciudadanos a aprender el idioma más fácilmente; de hecho, no será difícil encontrar personas que también hablen italiano.

Las playas

Al salir en noviembre, no había planeado ir a la playa, pero no puedo evitar mencionar las preciosas playas de la isla, las aguas cristalinas y el fondo marino; con vistas al mar Mediterráneo, tiene más playas rocosas que arenosas, todas accesibles en transporte público desde las principales ciudades. La costa de Sliema solo tiene playas rocosas, esto justifica que haya playas que ofrecen hamacas y equipos para buceo.

Alojamiento

Existe una gran variedad de servicios hoteleros y no hoteleros, concentradas principalmente en las zonas más turísticas, pero de baja calidad. Hay muchos hostales juveniles que ofrecen alojamiento en dormitorios con un mínimo de cuatro camas a precios muy bajos. Para mi estancia elegí un hostal, en un dormitorio para mujeres de cuatro camas en el centro de Sliema. Decidí quedarme en un hostal en lugar de un hotel porque incluía algunos servicios que se consideran esenciales cuando se viaja solo y en el extranjero:

• Tienen wifi, preferiblemente gratis
• Se puede usar la cocina
• Tienen lavadora y se puede tender
• Las habitaciones son femeninos, no mixtos
• La recepción es 24 h u hostales solo para mujeres
• Los armarios tienen cerradura

Pensándolo ahora, debería haber elegido un hostal solo para mujeres o con recepción las 24 horas. Esta es una sugerencia para viajeros que van solos, ya que la mayoría, si no todos, de hostales en Malta tienen un tiempo de recepción muy limitado y nunca nocturno y, dado el tipo de servicio, es bueno estar atendido. Mi consejo es que te quedes en un hostal, sobre todo si viajas solo, porque te ayuda a hacer amigos y a sentirte menos solo. Como mi alojamiento estaba cerca de Pacevillle, había calculado que podía ir a pie hasta mi escuela caminando aproximadamente 30 minutos. Los precios para asistir a las clases son muy competitivos entre las escuelas y, sobre todo, en comparación con las escuelas de Gran Bretaña e Irlanda y ofrecen igualmente un buen estándar de calidad con profesores nativos.

Las compras

Creo que el coste de vida no es como en Italia y durante mi estancia me di cuenta de que comprar frutas y verduras es un problema, ya que son bastante caras. Te sugiero que compres en los puestos ambulantes que paran con sus camionetas por la mañana a lo largo de las carreteras, con precios más bajos y también de buena calidad. Me encantaba cuando iba a comprar en un mercado de una cadena francesa en San Julián y, en cambio, desaconsejo encarecidamente las pequeñas tiendas de comestibles si tienes poco presupuesto.

De paseo por la ciudad

Los días transcurrían incluso mejor que en mis expectativas, entre la escuela de idiomas por la mañana y las excursiones por la tarde, comenzaba a aventurarme en los alrededores, entre las calles estrechas de Sliema, y visitaba el Independence Garden, que es donde está el monumento del gato. Me encantó ese jardín cerca del mar, ocupado por muchos gatos.

Continuando por el mismo paseo llamado Tower Road, se llega a la It-Torri, una torre en cuya planta baja hay un restaurante al aire libre frente al mar. No estuve nunca allí, así que no puedo aconsejarlo ni recomendarlo. Con un mapa en la mano, cada día era un descubrimiento, en mi mochila solo llevaba una botella de agua y algunos tentempiés; decidía día a día a dónde ir por la tarde, teniendo previsto regresar siempre al hostal al atardecer.

Excursión a Valeta

Recuerdo con gusto la visita a Valeta. Fue una tarde muy calurosa, pero lluviosa; cogí un autobús desde Tower Road y, aproximadamente 40 minutos después, llegué a la estación de autobuses Il-Belt Valletta, terminal de autobuses, una estación muy concurrida. Ten cuidado de no perderte como me pasó a mí, tómate el tiempo necesario para buscar tu autobús, que no saldrá del mismo punto en el que paró al llegar.

Fuente

Cuando me bajé, inmediatamente me encontré frente a una imponente fortificación que marcaba la entrada al centro de la ciudad antigua, perfecta para dar un paseo entre palacios barrocos e iglesias. Después de pasar la entrada del fuerte, me topé en seguida con el Palacio del Parlamento a la izquierda, un edificio imponente y característico construido por Renzo Piano, seguido de dos preciosas columnas romanas, en la calle Triq ir-República.

Fuente

Visita a la catedral

Te recomiendo hacerle una visita a la concatedral de San Juan, en la calle San John's. Por fuera, la fachada de la iglesia es imple, así que ten cuidado de no pasar por delante pensando en una iglesia cualquiera; mientras que por dentro todo sigue un estilo barroco. En el interior hay obras valiosas como: los frescos de Mattia Preti en el techo y los de Caravaggio, como San Jerónimo escribiendo y La decapitación de San Juan Bautista.

Solo este última obra lleva la firma evidente del Caravaggio, si lo buscas, lo encontrarás en la parte inferior del centro de la pintura en la salpicadura de sangre que sale de la cabeza de San Juan. Valeta me fascinó, así que decidí volver una segunda vez en los días siguientes; como era noviembre, el clima era variable con días soleados y otros con viento y lluvia, lo que me impedía desplazarme a otras ciudades.

Curiosidades

Paseando por las calles, no pude evitar advertir cosas peculiares. Te daré algunos ejemplos: una mañana, yendo a la escuela, me llamó la atención algo que caminaba por la acera a lo lejos. Pensé que probablemente era un insecto; al acercarme, me di cuenta de que era un escorpión de unos 5-7 cm. Me sorprendió gratamente no haber visto nunca uno en la ciudad. Eso también me hizo reflexionar sobre el hecho de que en noviembre todavía había muchos mosquitos que me molestaban por la noche y el por qué en los supermercados había estanterías con varios estantes de insecticidas, ¡así que solo me queda aconsejarte que traigas un repelente, pues será esencial!

También me percaté de que estaba presenciando algo extraño delante de la entrada de un hotel; llegó un mensajero, dejó unos huevos en las escaleras y se fue. Pensé que había retrocedido en el tiempo. Por último, estés donde estés, la Torre Portomaso te ayudará a orientarte, un edificio con ventanas, ambos en color ladrillo que destaca con sus 23 plantas y una altura de 98 metros. Si te preguntas, qué hay de misterioso por dentro, bueno, puedo decirte que hay muchas oficinas y que en la planta 22. ª hay un local elegante con vistas espectaculares, que, ¡por desgracia, no conocía en ese momento, así que no fui!

La vuelta a casa

El día que me iba, llegué temprano, demasiado temprano, cogí mi mochila, estaba lloviendo fuera; Malta me despedía así. Recorriendo el paseo marítimo que bordeaba Sliema, con el aroma a sal que me había acompañado durante todo el viaje, eché un último vistazo al mar; era hora de irme, el avión me estaba esperando. Me fui sin unas expectativas definidas y, en cambio, me encontré viviendo esa experiencia en 360 grados, con el ánimo adecuado y sabiendo que viajar es cambiar las opiniones y los prejuicios, especialmente esto último. Recomiendo a todo el mundo hacer un viaje a solas fuera de casa.