Sevilla.Parte 4. El Archivo de Indias.

¡Hola a todos! Sé que dije que ibamos a abordar en esta entrada el Archivo de Indias y el Ayuntamiento pero como voy un pelín justo de tiempo voy a haceros una breve descripción del Archivo de Indias.

Si desde Santa María la Blanca tomamos la calle Ximénez Enciso, regresaremos a la Catedral, y junto a ella, asomando a la Avenida de la Constitución encontraremos el edificio del archivo de Indias. O cerquita.

Al descubrirse América en 1492, Sevilla se convirtió en sede y mercado de los productos que llegaban de las nuevas tierras, y que los mercaderes italianos, holandeses, franceses y alemanes venían a comprar para llevarlos a sus países. Este edificio que se construyó pensando en el gremio de los mercaderes y se le llamo la Casa Lonja fue sede de la venta de los productos que llegaban. Es de estillo herreriano con mucha semejanza al Escorial. En la puerta principal encontramos la cruz de los juramentos, ante la cual los mercaderes juraban que se iban a portar bien e iban a tener buena fe en sus negocios, haciendo un compromiso posterior a devolver la cantidad de la mercancía sino tenía la calidad adecuada y prometida, (ya ves).

En el interior hay una brutal escalera de mármol y grandes naves que sirvieron para el comercio.

En el siglo XVIII se convertiría en Archivo General de Indias, este edificio, reuniéndose en él los documentos de la Casa de Contratación, Tribunales de Indias, y cuanto se relaciona con el Imperio español de Ultramar, desde las primeras cartas y cédulas de 1492 hasta la documentación de la pérdida de las últimas colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898.

El archivo de Indias pues, conserva en su interior una extensa colección de mapas y cartas de navegacióm, no es un museo muerto además, es una oficina viva, puesto que aún hoy, los países americanos, consultan a menudo sobre problemas de límites fronterizos, cuyas delimitaciones figuran en la topografía levantada en la época colonial.

Muy interesante pues y en definitiva el Archivo de Indias, que a todo estudiante de historia dejará sinceramente fascinado. 

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