Sevilla.Parte 3. Barrio de Santa Cruz y Santa Maria la Blanca.

En nuestra siguiente entrada recorriendo Sevilla nos adentramos en el barrio de Santa Cruz. El barrio de Santa Cruz es uno de los barrios más representativos de Sevilla, no es baladí dicho asunto cuando Sevilla tiene numerosas zonas características, pero es indudable que esta antigua judería medieval se lleve el honor de estar en la zona top. Se entra por el patio de las banderas del Alcázar, patio llamado así porque en él se concentraban las banderas cristianas para partir a las campañas contra los moros.

En el fondo del patio a la izquierda hay un pasadizo cubierto, rotulado con el nombre de Juderia. Desemboca en las cadenas, puerta que comunica el recinto del Alcázar con el barrio de Santa Cruz propiamente dicho. Cadenas que servían para señalar el llamado derecho de asilo. El barrio es un gustazo para los sentidos, el barrio está formado por un dédalo de calles estrechas y sinuosas con bellas casas estilo sevillano, con balcones de hierro forjado por entre cuyas rejas asoman las macetas de flores, geranios, claveles...Cada casa tiene su patio tras lcancela de hierro labrado. El patio de columnas tiene, generalmente, una fuente o surtidor, rodeado de macetas de pilistras. La decoración del patio es muy varia, desde cuadros de temas costumbristas a espejos, platos de cerámica, ect.

Por el callejon del Agua bajamos haasta la Plaza del Alfaro en la que a la izquierda, vemos el balcoón de Rosina, la protagonista del Barbero de Sevilla. La calle Lope de Rueda presenta hermosísimas fachadas medievales con adornos escultóricos y escudos heráldicos. Un poco más abajo de la Plaza de Alfaro está la Plaza de Santa Cruz, con la espléndida Cruz de la Cerragería, obra del artista Sebastián Conde, del siglo VII cuya cruz preside la plaza de su nombre, que es antiguo solar donde estuvo la iglesia de Santa Cruz. En algún lugar de esta plaza debe estar el cuerpo de Esteban Murillo, que fue enterrado en la iglesia desaparecida.

También en este barrio podemos ver el Convento de las Teresas. La iglesia es de estilo barroco y en el altar mayor tiene una imagen de la Inmaculada. Además de retablos y de una Sacristía. También nos encontraremos con el Hospicio de los Venerables Sacerdotes, institución fundada por el reverendo Justino de Neve a finales del siglo XVII. El edificio es notable, de estilo barroco, obra del arquitectura Leonardo de Figueroa.

El patio es muy bello y de gran espíritu sevillano. La iglesia, a la que se accede desde el patio, es de una sola nave, con hermosa techumbre, y contiene grandes riquezas artísticas, entre ellas cuadros de Lucas Valdés que representan episodios históricos de la vida del rey San Fernando, y otros de escenas del Evangelio. Hay una escultura de San Esteban, obra que se cree que es de Martinez Montañés y otra imagen de San Pedro, obra de Pedro Roldán.

Y damos un saltito desde el barrio de Santa Cruz hasta Santa Maria la Blanca, calle en donde está situada la antigua Sinagoga Judía. Antes de ella probablemente hubo alguna que otra sinagoga. Esta se construyó en 1253 aprovechando una mezquita árae, que fue concedida por el rey don Alfonso X el Sabio a los ajudíos que colaboraban con él en la redacción de sus obras científicas.

De su arquitectura y decoración judía queda muy poco, pues en el siglo XIV fue muy dañada por los terremotos. Tras una profunda reconstrucción en el siglo XVII presenta un estilo barroco, el altar mayor presenta una imagen de una Virgen. Esta iglesia en su momento tuvo gran riqueza en cuadros de artistas como Murillo pero los franceses en la guerra de 1808 se los llevaron como botín de guerra. Fueron devueltas más tardes al gobierno español, pero no regresaron a Sevilla, sino que quedaron en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Solamente quedan la Santa Cena de Murillo.

En la próxima entrada abordaremos el Archivo de Indias, interesantísimo edificio histórico y el propio ayuntamiento de Sevilla. Un saludo gente.

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