Paseo por Sevilla

¡Voy en dirección a Sevilla y el termómetro marca 30°C! ¿Qué más puedo pedir?

¡Al principio de verdad que me quedé atónita con tanta belleza! Es cierto que el cielo azul y el sol en lo alto del cielo tuvieron también algo que ver, pero estaba impresionada por la belleza arquitectónica de la ciudad. Ya me habían dicho antes de venir: "¡Verás que bonita es! " Pero ya hablando en serio, no es bonita, ¡es preciosa!

Al cabo de cinco minutos, ya no sabía hacia donde mirar. Seguramente me pasé el día mirando al cielo con cara de pasmada, con eso os lo digo todo. Por un lado está la catedral y su plaza, ¡das dos pasos y está el Alcázar! ¡Qué maravilla! Por desgracia, como la cola era más larga que la del Space Mountain en Disneyland, no pudimos visitarla pero no pasa nada.

Por pura casualidad coincidía que era el Festival de las Naciones y tuvimos que hacer un desvío obligatorio. ¡Habían puestos con comida, productos de todos los rincones del mundo y pequeños chiringuitos donde celebrarlo!

Por la tarde, nos dimos un paseo por las calles y los parques de Sevilla rodeando la Plaza de España, que en mi opinión sin duda fue lo mejor de la excursión.

Y antes de volver, toca una vuelta de compras que para algo somos chicas. ¡Jeje!

Todo eso tan solo fue en unas horas, ¡y sin embargo ya me muero de ganas por volver! Esta ciudad lo tiene todo, de verdad.

¡Hasta pronto Sevilla!

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