Lugares varios

Hola a todos. Hoy vamos a recorrer varios sitios de Sevilla que merece la pena ver. Entre ellos visitaremos las murallas de la Macarena, las torres de San Marcos y Santa Marina, La iglesia de San Luis, la torre de Sanctorum o el palacio de las dueñas. Vamos a por ello.

Por empezar por algo, a mi personalmente, las murallas en general, me encantan. Y entre ellas, podemos destacar las murallas de la Macarena, al lado de basílica está el arco de la Macarena, la basílica que comentábamos en entradas anteriores. En la antigua puerta del recinto de murallas de la ciudad, y a partir de él se puede admirar un gran trozo de dicha muralla, con sus torres, muro, barbacana y foso. Fue éste el conjunto de murallas más importantes de España, hasta el extremo de que el rey Alfonso X el sabio dijo que con sólo el muro delante o barbacana, muchas grandes ciudades podrían considerarse bien defendidas. Ciertamente la verdad, podemos considerar que esas murallas, está muy bien conservadas para el tiempo en el que nos encontramos.

Las murallas son romanas, de la época de augusto, aunque restauradas en la época vigilada tras la destrucción de los vándalos, y en la época árabe, de tal modo que se encuentra muy desnaturalizada de su primitiva normalidad. De cualquier modo es una muestra increíble y maravillosa que nos sirve de ejemplo claramente de una arquitectura militar de hace siglos.

Entrando en al arco de la Macarena encontramos la calle San Luis, por la que seguimos y andando encontramos en la acera de la izquierda dos iglesias parroquiales a corta distancia entre sí. Una es la de Santa marina y la otra de San Marcos. Lo notable de las dos son sus torres, de bellísimo estilo musulmán, aunque también estas existe la división de opiniones entre los críticos que las consideran del siglo XII y quienes la consideran mudéjar construida ya en época cristiana, en el siglo XIV. Sea como fuere se trata de las magníficas torres que ya sean hermanas ya sean hijas de la Giralda, son exquisitas labores de filigrana en el adorno de ladrillos.

En esta misma calle, en la acera derecha está la iglesia de San Luis, del antiguo noviciado de las compañías de Jesús. La fachada se atribuye a Leonardo de Figueroa el mejor arquitecto de finales del siglo XVII, aunque parece que la Compañía de Jesús le impuso seguir la línea de otro arquitecto, Romero, de tendencia churrigueresco, lo que condicionó que el templo fuera estilo barroco. De todos modos la fachada del templo es una de las mejores obras de su tiempo, y en ella están combinados acertadamente la piedra y ladrillo, es soberbia el ornamento escultórico configurado los tres arcángeles, y la combinación aportada por las dos torres que salgan en extremo de la fachada. El interior es riquísimo: el altar mayor tiene en su centro un retrato de San Luis, rey de Francia, en tamaño natural y pintado por Zurbarán. Acompañan el altar mayor otros varios altares dedicados a los primeros santos jesuitas.

Continuamos el camino por la torre de sanctorum, desde la Alameda y por la calle de la feria, en donde encontramos la Iglesia cuyo nombre hemos comentado. Las fachadas ojivales, correspondiente a las iglesias que reconstruyó el rey don Pedro I en el siglo XIV. La torre, muy vistosa, hasta hace pocos años era tenida por torre de la época musulmana, Entre los distintos críticos ahí divergencias sobré época clasificar esta. Sin embargo en la actualidad los críticos se inclinan más por situarla realmente en la época mudéjar del principios del siglo XV. De todos modos, se trata de una torre de ladrillo con adornos similares a los de la Giralda o inspirados en esta. Respecto al templo sus antiguos retablos desaparecen con todas las imágenes y cuadros que nos enriquecían, de grandes maestros de los siglos 15 al 18, al ser incendiado.

Continuaremos próximamente con el palacio de las dueñas, el real monasterio de Santa Paula, o el convento de Santa Inés. Que paséis un buen día, un saludo.