Experiencia en Sevilla - Comienzos
Usando la estructura que nos muestra la misma página de Erasmusu, dividiré mi experiencia en la ciudad de Sevilla, justo en los distintos bloques que la misma ofrece:
Antes que nada, lo primero que tengo que decir es cuál sería la mejor manera de llegar a la ciudad de Sevilla. Por si alguien todavía no lo sabe, Sevilla se encuentra al sur de España, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, justo arriba de la provincia de Cádiz, la más sureña de la Península Ibérica, al este de Huelva y al oeste de Córdoba, quedando muy cerca la Comunidad Autónoma de Extremadura y a menos de cinco horas en coche la capital del país, Madrid.
Por ello, no cabe duda de que Sevilla tiene uno de los aeropuertos más utilizados y más transitados del país, estando por supuesto por detrás de otros más importantes como los de Madrid y Barcelona, y cercano a los de Valencia y Málaga, siendo los cinco más usados cada año por número de pasajeros. Ello nos lleva a la primera gran conclusión, y es que, si nos lo permite nuestra antelación con respecto a viajar a la ciudad, lo mejor sin duda será coger un avión que nos lleve en muy poco tiempo a la ciudad destino sin ningún tipo de preocupación sobre el asunto. Además, desde el aeropuerto a la ciudad no hay mucha distancia, olvidando ese tipo de ciudades que te hacen coger el vuelo porque es muy barato, pero que luego terminas pagando todo tipo de tasas y distintos transportes para llegar a lo que es verdaderamente la ciudad. En este caso eso no se produce, habiendo multitud de autobuses que nos llevarán cada media hora desde el mismo hasta pleno centro del municipio, por lo que de nuevo es la opción más clara con diferencia.
Por si fuera poco, las compañías low-cost como Vueling o Ryanair tienen cabida especial en Sevilla y pondrán unos vuelos muy asequibles desde otras partes de Europa y también incluso desde la propia España como podría ser el caso de viajar desde Barcelona. Para coger el mejor precio para ello, lo mejor será ir viendo cada poco tiempo el vuelo en sí y las fechas, porque el precio de los mismos va variando cada día incluso a veces según la hora en que lo mires, habiendo también muchas ofertas de vez en cuando que nos hará cogerlo todavía más barato.
Por otro lado, Sevilla tiene dos buenas estaciones de tren, una situada en pleno centro, cuyo nombre de parada sería San Bernardo, y otra, que se encuentra a unos veinte o veinticinco minutos andando desde la misma, que se llama Santa Justa. Ya depende de dónde vayamos de la ciudad cogeremos como destino una u otra, si bien el precio de llegar a ambas es el mismo, y tan solo deberemos saber que la pare más céntrica de Sevilla estará mejor con San Bernardo como estación elegida.
El tren es un transporte en España ideal para viajar entre ciudades no muy lejanas, con un precio bueno, asequible y que, incluso en muchas ocasiones es mejor y más rentable que el del propio autobús. Por ejemplo, desde la misma Jaén, serán menos de tres horas de trayecto y menos de veinte euros de precio con algún descuento como el carnet joven europeo. Por otro lado, desde la provincia de Cádiz, como pueda ser desde su ciudad principal que es Jerez de la Frontera, el precio rondará los diez euros y tardará una hora más o menos.
Además, los asientos son muy cómodos, todo estará perfectamente enumerado, y tendremos espacio más que suficiente para sentir que estamos bien y no nos hace falta nada más. El hecho de tener buenos enchufes y numerosos baños, siempre mejora las condiciones de cualquier transporte como ocurre con el tren de media distancia que nos llevará hasta Sevilla.
Eso sí, en el caso de que viajemos desde sitios más lejanos como Madrid, el tren ya no sería el de media distancia, sino el de Alta Velocidad, o más conocido como AVE, que disminuirá el tiempo que tardemos en llegar a la ciudad, pero a un precio muy superior, llegándolo a ver a veces por más de 70 euros, lo cual es completamente excesivo con respecto a otras posibilidades menos costosas y simples. Eso sí, hay que tener en cuenta que ese precio básico, no siempre será el que nos pongan en nuestra tarifa, ya que no serán pocas las veces que tendrán unos descuentos espectaculares, principalmente con la tarifa mesa o bien por haberlo cogido con la antelación suficiente por la que podremos coger el AVE por un precio que rondará los treinta euros e incluso alguna vez lo cogí la aquí presente, más barato.
Por otro lado, el autobús siempre será una opción que existirá y que nos estará esperando cuando las dos anteriores se nos hayan caído de la mente y posibilidad. La clave del mismo es cogerlo con suficiente antelación no tanto por el precio, que pocas veces veremos que cambie y que nos den unos descuentos por cogerlo con mucho tiempo; sino porque no son pocas las veces que las plazas se acaban y tendremos que cogernos uno un día que o bien no queremos, o si bien nos da igual, el horario nos perjudica con respecto a nuestros planes.
En líneas generales, el autobús saldrá a un precio parecido con respecto al tren, si bien no tendrá tantas posibilidades de descuentos como éste último, por lo que nos saldrá de manera general más caro, sin contar que la comodidad y el tiempo que tarda es peor que en el caso del tren. Eso sí, siempre hay excepciones como es el caso del Socibus que nos lleva hasta Madrid por ejemplo desde Sevilla por algo más de veinte euros, lo cual es algo siempre interesante de conocer, útil y muy barato, si esta vez sí, lo cogemos con antelación porque la frecuencia de este viaje será menor que entre otras líneas.
Una de esas posibilidades que desde hace ya algún año también encontraremos disponibles sin excesivos problemas, es la de Blablacar y páginas similares. Se basa en compartir coche y con ello gastos, por lo que tiende a ser mucho más barato que tren y bus, si bien cogiendo buenas tarifas en el tren, incluso esta posibilidad no saldrá beneficiosa en ciertos casos en los que por lo que sea, o bien hay poca oferta de coches disponibles, o bien ponen precios que son totalmente sin sentido (que siempre te los encuentras pese a que incluso llegues a conocer ya al conductor de turno tras muchos viajes con esa persona).
En esta última opción, habrá que estar de nuevo al tiempo y disponibilidad pertinentes, por lo que mejor será no dejarlo para el final, porque no sería ni la primera vez ni la última que se cancela un viaje de este tipo y al final me quedo tirada en a saber dónde.
Por último, si lo que decidimos es coger nuestro propio coche o vehículo, decir que las carreteras que llevan a Sevilla son buenas, normalmente autopistas y autovías, por las que no deberemos de pagar excepto que vengamos desde la provincia de Cádiz, y prefiramos un viaje más tranquilo y rápido, a uno con curvas y posibles camiones. Por ello, si por ejemplo venimos desde la capital española, lo mejor será coger por el corredor que no hace mucho tiempo que está creado por Cáceres y en general Extremadura, que nos hará llegar en unas cinco horas. En cambio, si venimos desde lo más al este de Andalucía o quizás Valencia o Murcia, lo mejor será coger hacia Córdoba y ya luego tirar a Sevilla, evitando en lo posible pasar por Granada o Jaén cuando vengamos desde más al norte, eligiendo la vía en la que se pasa por Castilla y la Mancha, que siempre será la más rápida y la más abierta y clara para viajar (en cuanto a tráfico, calidad de carreteras y todos esos asuntos que hay que tener en cuenta).
1º- Arquitectura y paisajes:
Ya sobre la arquitectura de Sevilla, sabiendo que es una de las ciudades españolas más grande en cuanto a sus kilómetros cuadrados se refiere, a nadie deberá sorprenderle que tenga numerosas partes diversas y diferenciadas, que nos hará sumergirnos en paisajes y arquitecturas muy distintas entre sí.
Por un lado, Sevilla tiene todo aquello que caracterizó a la época arábiga española por la que nos dejó numerosos edificios y construcciones, que se completan con las algunas mezquitas que tiene la ciudad a lo largo de sus calles. El centro histórico de la ciudad es un ejemplo, si bien, se mezcla con partes muy romanas en cuanto a su organización, edificación y estructura, que también diferenciaremos de buena manera a simple vista y rápidamente.
Eso sí, pese a que hay multitud de distintos edificios de muchas épocas y artes completamente distintos, hay que decir que en líneas generales, la ciudad es muy moderna, con edificios altos, innovadores y que no nos dejarán indiferentes. Lógico tendremos que obviar monumentos conocidos como la Catedral, la Torre del Oro, la Plaza España y otros sitios característicos; pero sabremos a lo que me refiero cuando nos demos un paseo por sus enormes avenidas.
En cuanto a los paisajes, Sevilla no tiene esa parte excepcional por la que ver todo en una altura considerable, pero igual nos deja imágenes asombrosas que nos provocarán una buena sensación y agradable, sobre todo por lo que es la parte de la Torre del Oro, Calle Betis, su puente de fondo, el río, etcétera, todo cerca de la conocida Avenida de República Argentina.
Es por ello, que Sevilla no sería una de esas ciudades que podemos conocer y visitar en tan solo un día o unos pocos de ellos, sino que lo mejor sería pasar al menos cinco noches o incluso una semana, para poder llegar a ver y explorar lo más importante de la misma. Porque, con lo grande que es, tiene vistas excelentes, a la vez que un clamor de gente, coches, y zonas verdes, que lo hace compactar todo muy bien. Es esa típica ciudad que no se te puede quedar pequeña porque obviamente no lo es, pero que tampoco tiene esa prisa que se tiene en Barcelona, Roma, Madrid, Londres y otras ciudades del estilo, que parece que todo el mundo va corriendo y tarde y no sabe si quiera qué hizo en el día de lo corto que se les hace.
En Sevilla ello no ocurre, con esa mezcla entre lo lento y lo rápido, entre la fiesta y la tranquilidad, que nos da la opción y libertad de elegir lo que queramos para nuestro viaje sin salir de allí pensando que no cumplimos nuestras expectativas.
Sevilla como tal no tiene sierra, si bien, pueblos cercanos sí que la tienen, por lo que si lo que buscamos es una de esas vistas infinitas de árboles, vegetación, fauna, etcétera; la podremos conseguir con que nos movamos un poco desde la ciudad, lo cual es algo a tener en cuenta.
2º- Cultura y costumbres:
En cuanto a la cultura y las costumbres, hablaré primero de lo que es la gente en Sevilla. Muchas personas los tachan de creídos, de gente que solo se ve a sí misma y que se cree lo mejor, pero la verdad que si pasas el suficiente tiempo entre sus fronteras, pronto descubrirás que todo lo malo que alguna vez te dijeron es completamente falso.
Porque la gente de Sevilla se parece a esa parte sureña de Andalucía como sería la provincia de Cádiz, en que la gente es muy simpática, abierta, siempre está de bromas y cachondeo y te hace sentirte como en casa. Y claro, todo ello va en contra de esa visión en la que los dejan mal y que no tiene nada de razón. Obvio encontraremos personas muy suyas, pero no es nada exagerado con respecto a cualquier otra ciudad a la que vayamos, por lo que no hay nada especial que comentar al respecto.
Si algunas personas se creen que allí todo el mundo va o bien en tacones al ser mujer, o bien en camisa siendo hombre, de nuevo es una falacia sin sentido que nos debe hacer sentir igual. Cierto es que en muchos sitios, especialmente las discotecas, no podremos entrar si no vamos correctamente vestidos de cuerpo y pies, pero eso de nuevo es algo que ocurre en muchas zonas del país, por supuesto también en Andalucía, y que no nos debe preocupar, porque no será norma general en todos los sitios que vayamos.
Al igual que el tema de la seguridad, que también otro de los prejuicios que siempre se han escuchado de la misma es que es la más peligrosa de la Comunidad Autónoma, simplemente por el hecho de tener las denominadas tres mil viviendas, que, como su propio nombre indica, se trata de unas tres mil viviendas, en las que vive la gente más pobre de la ciudad, y por lo cual, lógico si ocurre algo que no nos vaya a gustar ni un pelo, las probabilidades de que ocurran allí serán muy altas; pero todo se arregla igualmente de manera sencilla no yendo hacia la zona, por lo que recomiendo tener controlado tanto ese barrio como el de Torreblanca, otro de los barrios peligrosos de la ciudad.
Una vez tenemos ambos en la mente y sabemos dónde se encuentran, las demás zonas de Sevilla no tienen un carácter peligroso o especial al respecto, por lo que iremos con tranquilidad sea la hora que sea del día con el pensamiento honesto de que no va a ocurrir nada. De hecho, tiene metro, lo he cogido muchas veces en mis muy diversos viajes, y jamás vi que robaran a nadie ni que nadie protestara por ello. Tampoco conozco a nadie que le haya pasado algún altercado de este tipo, y si bien, obviamente alguna que otra pelea puede haber tras salir por la noche de fiesta, de nuevo no es nada exagerado con respecto a cualquier otro municipio de los alrededores.
En cuanto a si eres extranjero y no conoces bien el español, decir que no habrá problema, porque sobre todo la gente más joven tiende a conocerlo, por lo que solo habrá que ir preguntando a unos cuantos de ellos, para que tarde o temprano alguna persona amable (que las hay y son muchísimas por allí), te explique cualquier tipo de asunto en inglés u otros idiomas.
Ya metiéndome en la cultura, una de las cosas que debo señalar, es que lo religioso allí abunda, como suele pasar en muchas otras partes de Andalucía. Con ello, iremos por las calles y terminaremos viendo con total seguridad alguna que otra iglesia, capilla, convento o mezquita, que nos haga dar cuenta de lo que estoy diciendo. Como no podía ser menos, consecuencia de lo comentado es que la Semana Santa de Sevilla es de las que más fama tiene en todo el país, sino la que más. He llegado a estar un día de esa misma semana famosa en Sevillay es excepcional cómo se vuelca la gente con los distintos pasos, por las calles céntrica y no tan céntricas, perfectamente todos vestidos e incluso numerosas personas llorando por su virgen o su cristo que, por fin ven tras un año de espera.
La devoción es tal, que alguna amiga me ha comentado que hay grandes listas de espera para poder llegar a cargar alguno de los pasos más queridos de la ciudad, por lo que, si te replanteas visitar la ciudad y no sabes una buena fecha en la que poder hacerlo, que no hay ni la más mínima duda de que durante la Semana Santa será una magnífica opción por la que tendremos de todo, tanto ambiente, como gente, como alegrías, risas, como buenas experiencias en general. Además, la fiesta durante esa semana, al no haber clases y que muchas personas no tienen que trabajar, se multiplica excepcionalmente, lo que produce que también los precios de los alquileres de los pisos por días o bien el precio de una simple habitación en algún hotel u hostal, se haga también tendente a infinito.
Por otro lado, si la Semana Santa es una de esas fiestas claves en la cultura sevillana, no cabe duda, de que en el mismo mes, su Feria es también otra de las cosas por la que los sevillanos se sienten más orgullosos. Ya haré más adelante algún que otro artículo comparando distintas ferias, como serían las mejores entre las que destaco ésta de Sevilla, la de Jerez de la Frontera, la mía querida de Jaén, la de Málaga y la de Córdoba; sin olvidarme de la de Granada, si bien ya entenderemos más adelante que es la peor con diferencia de todas las ya mencionadas.
Como decía, la Feria de Sevilla es querida, amada y buscada por muchas personas de la ciudad y también de los alrededores, que no dudan en llegarse en cuanto tienen la mínima posibilidad de hacerlo debido a la gran variedad de casetas, personas, estilos y experiencias.
En primer lugar, en cuanto al tamaño, es la más grande con diferencia, multiplicando hasta por cuatro, los metros cuadrados con la siguiente en tamaño que sería la de Jerez de la Frontera (y multiplicar por cuatro se dice pronto, pero es una exageración de tamaño). Ello nos lleva a la rápida conclusión de que, por supuesto, hay muchísimas más casetas que en ninguna otra, y que la zona de los cacharritos para pasar un buen rato montada en las atracciones, también es mucho más grande y con ello, mayor diversión podremos llegar a tener.
Pese al gran tamaño, las casetas normalmente estarán llenas, si bien tendremos aquí en esta zona una dificultad inicial. Antes de contar la dificultad en concreto (que igual, no me meteré de manera demasiado amplia debido a que alargaré el artículo sobre la Feria en uno a parte y más extenso y explicativo), decir que encontraremos la zona de la Feria en lo que es el final de la Avenida República Argentina, y una vez allí doblemos hacia la izquierda. Veremos con distancia y buenos ojos la puerta de la misma sin ningún tipo de problema, y si no, siempre le podremos preguntar a cualquiera, que, de manera muy simpática y seguro con gracia, nos indicará encantados.
Como decía, si hay un punto negativo en cuanto a las casetas, es que casi todas, por no decir todas, son privadas, lo que nos hace no poder entrar en ellas excepto que tengamos lo que se denomina un “padrino”; es decir, una persona que conozcamos de la misma y nos haga poder entrar sin coste alguno y sin ningún tipo de compromiso. Eso sí, igual que nos deja entrar, podremos salir en poco tiempo, si esa persona ve que la caseta se llena y no quiere más gente, o bien porque el portero no le sonemos y prefiera echarnos a nosotros a por supuesto gente de la lista o llamemos “VIP”. Por ello, lo mejor será conocer a gente de allí, porque en el caso de que seamos gente de fuera, extranjeros o bien Erasmus, lo vamos a tener complicado para disfrutar de manera completa en sus adentros, aconsejando si ese es nuestro caso, ir a la semana siguiente o bien unas pocas después a la Feria de Jerez de la Frontera, con todo lo bueno que estoy diciendo aquí, pero sin esto malo de no poder entrar por el hecho de no conocer a gente (es decir, las casetas en Jerez y en la mayoría de otras ferias como la de mi querida Jaén, son gratuitas y podemos entrar sin conocer a nadie, libremente).
Y bueno, debido al límite diario de puntos del concurso, dejo el artículo justo aquí y continuo con la experiencia en la ciudad de Sevilla ya mañana. Continuará…..
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