Acueducto de Segovia

Si puede llegar a haber un sitio en especial, que debemos de visitar dentro de España sin ninguna duda, y con el que no solo tendrás fotos inolvidables, sino también unas magníficas vistas con una grandísima experiencia; ese es el Acueducto de Segovia, dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, al norte de España.

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Qué es exactamente:

Pese a que a día de hoy la gente lo tome como un simple monumento, lo cierto es que esta construcción de casi dos mil años de antiguedad ha tenido una gran importancia con el paso del tiempo para la ciudad. Fue construido por el Imperio Romano para conducir hasta la ciudad de Segovia el agua de la Sierra, lo que permitía tener un abastecimiento suficiente para los distintos vecinos de un agua de muy buena calidad.

Llega a alcanzar casi los treinta metros de altura en la parte más conocida y tiene dos órdenes de arcos que van formándola con el paso de los metros. Además, el estilo de las casitas y bloques de alrededor conjuga perfectamente con el monumento, lo que te deja esa sensación de orden que tranquiliza, relaja y gusta.

Dónde podemos encontrarlo:

Pese a que podemos divisarlo en numerosos kilómetros distintos de la ciudad, la parte más conocida (la arquería) se encuentra justo al final de las avenidas de Vía Roma y Padre Claret, siendo reconocido fácilmente desde una distancia considerable, por lo que seguro lo encontramos sin problema. Si preguntas a cualquier vecino del municipio por supuesto sabrá dónde está, por lo que si el GPS falla, no hay nada como preguntar.

Por otro lado, como se encuentra en una zona céntrica de la ciudad, lo mejor será que dejemos el coche o el vehículo en el que vengamos alejado de esa zona azul de pago y vayamos andando hasta allí. La ciudad no es muy grande y podremos llegar de un lado a otro en unos minutos a pie.

Justo a su lado encontraremos la Plaza del Acueducto y el hotel Eurostars, a la vez que numerosos bares y restaurantes a su alrededor, por el que tendremos una maravillosa vista de quedarnos por la zona.

Lo mejor del monumento:

1. Su perfecto estado: ya que ha sido reconstruido en numerosas partes para que se encuentre a la perfección. En Segovia se valora muchísimo el Acueducto y ello se acaba notando en la calidad del monumento. Da gusto ver una construcción con tantos años de antiguedad que siga no solo en pie, sino con una hermosa estructura y gran vitalidad.
2. Sus numerosos arcos: con más de 75 arcos distintos a lo largo de la longitud de la parte más conocida del acueducto, lo cierto es que no puede dejarte indiferente. Solo el hecho de tenerlo de fondo mientras te tomas un simple café ya hace que la experiencia suba en valor y tengamos que disfrutar de la experiencia.
3. Las leyendas sobre la construcción: una amiga me contó (muy buena guía ella por cierto), que la leyenda cuenta que una niña subía cada día hasta arriba de la Sierra para tener agua suficiente para la familia al día siguiente, hasta que un día el Diablo le propuso un trato: si le vendía su alma le construiría el acueducto para hacer llegar el agua desde más de 15 kilómetros de distancia hasta pleno centro de la ciudad. La niña accedió pero el trato decía que tenía que terminar la construcción antes del cante del gallo, y justo cuando le faltaba una piedra al Diablo, cantó el gallo, por lo que, la niña se salvó, se quedó con su alma y a cambio todos los ciudadanos pudieron disfrutar desde entonces del maravilloso acueducto de Segovia.
4. La guía turística del mismo: con una duración de hora y media de visita, se recorren las partes más características del acueducto desde el mirador del Postigo del Consuelo hasta el Convento de San Antonio el Real. Además, si se compra el ticket por la mañana se incluye dentro del pack la visita al Convento de San Antonio el Real, por lo que tenemos que aprovechar las oportunidades y seguir viendo magníficos monumentos como este. La tarifa general para 2017 es de 9, 20 euros, si bien los domingos baja el precio hasta los seis euros, teniendo como fechas disponibles los miércoles y domingos de cada semana, si bien hay que estar atento a la disponibilidad de las visitas guiadas ya que se da en numerosas ocasiones una demanda alta que coincide con distintas fiestas del pueblo.
5. Las vistas: no pueden ser mejores, teniendo por un lado la plaza principal de la ciudad, y por el otro a lo lejos dejando unas hermosas vistas de naturaleza que siempre te harán sentir la libertad que te proporcionan.

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Sin duda, irse de Segovia sin visitar el acueducto es un delito que pocas personas espero que cometan. Decir, además que pese a estar en una zona totalmente turística, los bares de alrededor no son todo lo caros que podían llegar a ser en cualquier otra ciudad española, por lo que si tu idea es tomarte algo por la zona, no hay de qué preocuparse sobre los precios.

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