Hogar Dulce Hogar

Una vez llegué a la residencia por primera vez y el buddy me entregó las llaves de la habitación, momento en que quedó bautizada como “Mi Casa”, tocaba localizar la situación de la habitación y deshacerme de una vez por todas de aquellas dos losas que portaba encima y que más tarde se convertirían en esa ardua tarea de desempaquetar toda una habitación de Barcelona ahora comprimida en dos bolsas de viaje.  

La búsqueda nos llevó nuestro tiempo, nos recorrimos durante literalmente 15 minutos toda la residencia, subiendo y bajando escaleras, cogiendo y saliendo ascensores hasta que finalmente dimos con ella, ahí estaba. La verdad que se sufrió y eso que era la primera habitación que te encuentras una vez pisas la residencia y tampoco es que estemos hablando de un complejo infinito de edificios, uno y medio y suficiente. Así que sí, me habían ubicado a ras de suelo, justo en frente de los contenedores y desde donde tenía amplia perspectiva del camino de entrada a la residencia. Entiendo que consideraron que era la persona idónea para llevar a cabo el control del reciclaje por parte del resto de estudiantes de la comunidad y, a su vez, realizar un control de entrada y salida de vehículos y personas, lo que viene siendo una garita de control.

Debido a su ideal ubicación, lugar de paso para cualquier estudiante, con el tiempo paso a ser el centro neurálgico de la residencia, alojando numerosas quedadas de nuestro grupo de colegas Erasmus y desde donde se planificaron importantes operaciones logísticas como la incursión al Oktoberfest de Múnich del 28 de septiembre.

Llegada y primeros pasos

Primeros pasos son sinónimo de primeras gestiones, así que durante los próximos días te comunicarán que debes visitar al Hausmeister, el todopoderoso, con quién realizas los primeros contactos administrativos y a quién entregas documentación para gestionar el contrato de alquiler, también acudes a él si tienes algún problema con algo de la habitación que se deba arreglar.

Las otras personas con las que también contactarás durante tus primeras semanas son los tutors, estudiantes que realizan toda su carrera en la FHWS y durante toda ésta conviven en la residencia, además son la mano derecha del Hausmeister y de ahí que velen por el correcto funcionamiento de la residencia. Acudirás a ellos casi seguro, siempre hay algo a tu llegada esperándote que no contabas con ello como quizá el internet, quizá. En relación con lo anterior, los tutors gestionan la bienvenida oficial para el nuevo semestre reuniendo a toda la residencia donde introducen las normas de convivencia, comunican las fechas de las fiestas, presentan los proyectos a realizar para el nuevo semestre y reclutan interesados para el party staff.

Esto me da pie para hablar del party staff, yo formo parte y lo recomiendo, mi más humilde opinión es que si quieres pasártelo bien y disfrutar de tu experiencia al máximo posible también debes poner tu granito de arena, no requiere una sobre participación de tu parte, simplemente consiste en aportar tus ideas y en ayudar por poco que sea.

“Tú eres el responsable de tu Erasmus, comprométete y preocúpate de vivirlo de la mejor manera”

¿Qué nos podemos encontrar en la residencia?

Antes que nada, he de decir que tanto la residencia como la habitación eran una de mis mayores inquietudes antes de venirme puesto que la página oficial de ésta tan solo ofrecía un par de fotos sobre los exteriores y alguna foto mal hecha de una habitación. Además, tampoco encontré ninguna reseña de ningún estudiante de donde echar mano para hacerme una idea. Afortunadamente, ahora ya han actualizado la página web y permiten realizar un tour virtual 360° por una individual y una compartida y… ¡qué decir de todo este legado que os dejo! hahaha

Por esta razón, me he propuesto realizar fotos tanto de mi habitación como de los lugares imprescindibles de la residencia y aprovechar para compartir información de utilidad.

Primero empezaremos por el exterior, tampoco hay mucho que resaltar de esta parte, pero al menos comparto una primera impresión sobre la parte ajardinada que queda algo recóndita pero que considero que debe ser un espacio vital para cuando llegue el buen tiempo. Aquí ubicaron la barbacoa, ahora mismo bastante en desuso pero que seguro que le sacaremos buen partido en un futuro cercano y trataremos de mejorar su estética. Al fondo, colocamos el hotel para insectos, un proyecto que llevamos a cabo durante el semestre de invierno y que hablaré al final.

Lo que viene siendo la residencia se divide en dos edificios (“Haus A” y “Haus B”). El edificio A es más pequeño, tan solo tiene una planta superior y las habitaciones son algo más pequeñas. En cambio, el edificio B tiene 8 plantas, aquí se concentran la mayor parte de las habitaciones. La mía forma parte del A y está completamente amueblada pero no hay nada más, debes traer tú mismo todo o comprarlo todo aquí, tanto aquello referente a la cocina (ollas, sartenes…) como toda la ropa de cama y almohada. Si tienes suerte, lo mismo el anterior inquilino te deja una olla y eso que puedes ahorrarte.

En mi caso, ya viajé bien equipado de origen y si a eso le sumas la extrema sobre preocupación de mi madre pues te presentas en Alemania con ollas, sartenes y todo tipo de utensilios de cocina desde el primer día en que llegas.

Ambos edificios se comunican a través del sótano, un largo espacio subterráneo donde encuentras: el gimnasio, aparcamiento interior de bicis, lavandería, espacio donde tener la ropa, bar y cocina privados (no accesible, únicamente durante fiestas organizadas por el Party Staff de la residencia).

Por último, la última planta o como la llamamos nosotros: la “7th floor”. No hay ningún misterio detrás del nombre, simplemente se sitúa en la séptima planta. Aquí disponemos de diferentes mesas alargadas, cocina, sofás, TV, películas, juegos de mesa, “beer pong”, baños, terraza etc. Prácticamente tiene la función de albergar tanto las reuniones informativas de la comunidad como las distintas cenas y fiestas. Es una sala que es “alquilable” para los residentes cuyos pasos a seguir para optar a ella son simples:

          I.            Contactar con los tutors con antelación y preguntar por su disponibilidad

        II.            Concertar día de “alquiler”, depositar 50€ y firmar un documento donde garantizas que te responsabilizas de dejarla tal y como estaba y que en caso de desperfectos se te cobrará el dinero depositado

      III.            Devolver las llaves y los tutors evalúan el estado y limpieza de la sala. Si está OK, se te retorna el depósito

Proyecto Insect Hotel

Como aniversario de los 99 años de Studentenwerk Würzburg, empresa que gestiona los alojamientos universitarios en diferentes ciudades de Baviera, se promovió un concurso para movilizar a las distintas residencias que forman parte a presentar un proyecto que tuviese una finalidad positiva, por esta razón, se valoraban proyectos que tuviesen un fondo de carácter social, ecológico, de bienestar etc.

Considero que la idea ha sido un éxito rotundo, una manera muy efectiva de movilizar a un colectivo en base a un objetivo común. Para garantizar la plena participación se premiaba al ganador con mejoras en su residencia. Además, es una manera de involucrar tanto a nuevos estudiantes como a veteranos en un mismo espacio, con lo que ello comporta la sinergia de trabajar en un grupo mixto de diferentes nacionalidades y te brinda la oportunidad de acercarte a otras culturas e integrarte dentro de un núcleo.

En nuestro caso, presentamos candidatura con la creación de un hotel para insectos que finalmente se consagró como ganador. Puede sonar extraño, a mí también me lo pareció al principio, pero lo curioso es que es bastante común encontrártelo en zonas verdes de Alemania. El proyecto consistía en realizar la estructura desde cero, para ello nos dividimos en diferentes especialidades: compras, construcción, relleno, marketing y fotografía.

Un hotel de insectos es un hábitat principalmente utilizado por abejas y avispas solitarias donde preparan su descendencia pero que también es utilizado por otros insectos como refugio. La estructura se divide en diferentes compartimentos y cada uno se destina a una tipología distinta de insecto. Nuestra obra es la siguiente, cabe decir que nos faltan los últimos detalles de las celdas, pero la parte más laboriosa ya está finiquitada. 

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