Sarajevo

En un verano un tanto caluroso nos dejamos absorber por la historia de esta ciudad: Sarajevo.

Es una ciudad sorprendente que te atrapa desde el momento en el que comienzas a integrarte en la misma. Fue parte de un viaje por Croacia, Bosnia y Eslovenia, pero para mi fue de las ciudades más impactantes que he visto en mi vida.

Es una ciudad con un pasado tan reciente que te deja los pelos de punta. La capital de Bosnia y Herzegovina es un destino que recomiendo a todx aquel viajerx que se mueva por la zona, pese al miedo que incita al verla al principio.

En esta ciudad existe una multiculturalidad increíble, formada por 4 pilares básicos: personas de Bosnia, de Croacia, de Serbia y, por último, de religión Judía. Podemos observar cómo los distintos templos de las diferentes religiones de la gente conviven desde hace años. La religión católica (bosnio-croatas), judía, serbos-ortodoxos y musulmana (bosniaks) son las más a destacar.

Todo comenzó con el asesinato del archiduque en el Puente Latino, donde actualmente podemos ver una lápida conmemorativa de todas las personas asesinadas entre el año 1992 hasta el 1996, cuando concluyó la guerra más cruel de los últimos tiempos. El asesinato del archiduque dió lugar a la Primera Guerra Mundial, con la mano negra famosa. Pero me voy a centrar en la más reciente: La Guerra de Bosnia.

Tras la muerte del general o dictador Tito en 1980, la federación Yugoslavia se comienza a desmoronar, lo que llevó a la Guerra de los Balcanes. Esta guerra fue corta, y consiguió la independencia de Eslovenia, seguida por Croacia con una guerra más larga y cruel. Mientras, Bosnia era un país complejo pero tolerante, y tras ver cómo los otros países se iban independizando, decidieron convocar un referendum para ver si se quería la independencia. Con una abrumadora cifra del 99% a favor, se declararon independientes, pero no era tan sencillo. La sociedad serbo-ortodoxa del país amenazaron con quedarse con la mitad de la extensión del país, con lo que comenzó el conflicto. 

Dicen que comenzó cuando un bosniak o musulmán mató a un serbio el 1 de marzo de 1992, mientras que los bosniaks confirman que comenzó el 5 de abril del mismo año cuando una chica fué asesinada en una manifestación contra la guerra por soldados serbios. Cuando comenzó la guerra, Sarajevo se vió aislado, con una hambruna entre los habitantes expectacular. El VRS (Ejército de la República Serbia) comenzó a bombardear la ciudad indiscriminadamente, tanto a edificios como a civiles. Se utilizó una propaganda anti islamista contra los bosniaks, con lo que el asesinato de los mismos llegó a una crueldad inimaginable. Las víctimas fueron de todas los tipos, ya que muchas familias eran interculturales.

En 1992 la ONU intenta ayudar a Sarajevo mediante túneles para hacer salir a la gente. Se construyó un tunel que pasaba debajo del aeropuerto, con lo que se podían introducir armas, alimetnos y medicamentos.

Lo más horroroso fue oir hablar de una limpieza étnica. Se trataba de eliminar una etnia, llegando a el nivel de genocido de Srebrenica, donde casi 10 mil musulmanes fueron asesinados.

La guerra acabó cuando los soldados se vieron traicionados por los líderes, la ONU bombardeó Sarajevo en respuesta al genocidio de Srebrenica y la limpieza étnica ya había sido un hecho.

Nos encontramos con una historia perturbadora muy reciente. Nuestro guía, de unos pocos años más que yo, había estado exiliado en España. Su padre, abuelos y muchos familiares fueron asesinadxs en los actos más horribles de los últimos años. 

En el "casco histórico", por llamarlo de alguna forma, nos encontramos la zona de Bascarsija. Se trata de la plaza central sobre la que gira toda la actividad de la ciudad. Es una plaza rodeada por tiendas y cafés, así como se pueden ver los minaretes y cúpulas de algunas iglesias, que conviven en total armonía. 

En el medio de la plaza podemos ver el lo más reconocible de Sarajevo, el Sebilj. Se trata de una fuente con una especie de kiosko encima de madera. En los más próximos alrededores podemos encontrar el antiguo mercado de seda,Brisa-Bezistan, que data del siglo XVI, con un tejado de bóvedas reconocible desde la fuente principal de la plaza. Es un mercado en el que ahora puedes encontrar todo tipo de artilugios: un bazar a lo más puro estilo árabe. Desde cosas típicas de la zona, de cultura árabe hasta imitaciones de ropa o zapatos de las marcas más internacionales.

Al ir camininando por la calle, te puedes encontrar huecos en el suelo realizados por bombas de racimo. Al levantar la vista, muchos edificios aún tienen las marcas de los francotiradores de la guerra. Nos alojábamos fuera de la ciudad, por lo que allí aún era peor: edificios enteros marcados por una guerra que no ha terminado de cerrar debido a lo reciente que ha sido.

Los edificios o templos religiosos son dignos de ver. Por poner uno de cada religión, los más indicativos y famosos son los siguientes: la Antigua Iglesia Ortodoxa, la Mezquita de Gazy Husrev Bey, el Sagrado Corazón de Jesús y la Sinagoga Ashkenazi.

He de añadir que nuestro viaje se dió al final del Ramadán, por lo que la fiesta era increíble en todos los bares de la zona. Eso sí, acuérdate de que muchas de las personas musulmanas no beben alcohol, así que muchos de los bares tampoco lo venden.

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