Vacaciones en Tenerife
¡Hola de nuevo!
Hoy os voy a contar mi experiencia en Tenerife, la más grande de las Islas Canarias que se caracteriza por albergar el punto volcánico más alto del país: el Teide. Bueno, pues durante el mes de julio de 2018 he tenido la oportunidad de pasar en esta isla unos cinco días rodeada de mis mejores amigas. Aquí os relataré todo lo que he aprendido de este paradisiaco destino y cómo organizamos el viaje.
En la isla de Tenerife existen dos aeropuertos: Tenerife Norte y Tenerife Sur. Según donde se ubique vuestro alojamiento podéis tomar un vuelo hacia el aeropuerto que más os favorezca. Antes de llegar a la isla, al menos unos días antes, reservad un coche para recorreros la isla de punta a punta. La distancia entre los puntos más alejados de la isla no es más que una hora y cuarto por autopista y merece la pena visitar cada uno de ellos. La mejor empresa para reservar coche en las Islas Canarias y, por ende, en Tenerife, es CICAR. Para ello sólo debéis escribir en google el nombre de esta empresa y seguir los pasos que marque la web. Esta compañía, a diferencia de otras muchas, no pide fianza pero sí dos años de experiencia mínimo. Una vez lleguéis al aeropuerto, os será súper fácil encontrar la oficina de CICAR (simplemente seguir las flechas de ‘rent a car’). No os arrepentiréis si alquiláis un coche en las Canarias: ¡la gasolina allí es baratísima en comparación con la península! Nosotras volamos al aeropuerto del Sur y aquí cogimos un coche. Días posteriores tuvimos algunos problemas con el vehículo, nos pusimos en contacto con la agencia y nos trajeron uno nuevo al instante. Por todo esto, CICAR es 100% recomendable.
Del mismo modo que en la isla hay dos aeropuertos (Norte y Sur), la zona del Norte y del Sur son completamente diferentes. El norte más verde y frondoso, presenta un clima fresco; el sur, árido y seco, se caracteriza por un ambiente más caluroso. En nuestro caso, nos alojamos en el Sur. Para buscar alojamiento recurrimos a la web de AirBnb, a través de la cual encontramos un apartamento que reunía todos los requisitos que buscábamos. De hecho, recomiendo considerablemente el alquiler de un apartamento en lugar de un hotel: disponer de cocina propia es uno de los mayores lujos cuando se viaja. Nuestro AirBnb estaba concretamente en la localidad de Arona, a 2 minutos a pie de la playa de Las Vistas, una de las más bonitas y conocidas de Tenerife Sur.
- Primer día.
Llegamos sobre la hora de comer al apartamento. Tras instalarnos decidimos salir a comer a cualquier bar que pudiera ofrecernos comida barata y típica. Lo primero que nos encontramos fue el centro comercial San Telmo que tiene restaurantes variados, y caros, que por la noche se convierten en pubs y salas de baile. Decidimos ir a un restaurante más cutre pero bien de precio en frente de dicho centro comercial. Tras el almuerzo, pasamos la tarde en la playa de Las Vistas, cuya arena es blanca y fina, y el agua clara y templada. Esa noche salimos de fiesta. Nos decidimos por una discoteca de música latina: Achamán (que significa ‘Dios’ en guanche, el idioma nativo de la isla). No nos cobraron entradas y las bebidas no superaban los 5€. Muy recomendable para asistir en fin de semana. Para llegar a dicha discoteca recurrimos a un taxi (10€ el trayecto, aproximadamente).
*El sur se caracteriza por la presencia de turistas extranjeros y de numerosos bares y discotecas dedicados a este público. Nosotras no asistimos a estos lugares.
- Segundo día.
Tras despertarnos y comprar unos bocadillos en el supermercado de al lado, cogimos el coche rumbo al Teide. El ascenso al Teide lo realizamos siguiendo la ruta desde Arona, por la parte más árida, y nos detuvimos en varios puntos de interés turístico.
Una vez alcanzamos la parte más alta accesible en coche, nos detuvimos y comimos. Después dimos un paseo a pie hacia el conocido como ‘Árbol de roca’ o ‘Dedo de Dios’. A media tarde descendimos hacia Orotava, una preciosa localidad norteña que merece la pena pasear. Aquí tomamos unas tapitas y pusimos rumbo de vuelta a casa.
- Tercer día.
Despertamos y partimos con destino al Puerto de la Cruz, una ciudad del norte de Tenerife de gran atractivo turístico y con mucho encanto. Desde que pisamos la ciudad quedamos embelesadas: sus edificios y piscinas naturales enamoran. Nosotras optamos por pasar el día en las piscinas Martiánez, uno de los servicios más famosos de la ciudad que consiste en una gran piscina construida a continuación del mar, de agua marina. Sus aguas transparentes y las rocas volcánicas que las limitan recuerdan a un paisaje caribeño. El precio de adultos no residentes a esta piscina es de unos 5€ (sin hamaca), no hay descuento estudiante, y su horario de apertura finaliza a las 19.00 horas.
Cuando estas instalaciones cerraron, retomamos la carretera para llegar a la Laguna. La Laguna es la ciudad universitaria por excelencia en Tenerife, una localidad de interior norteña con un casco histórico precioso. Aquí cenamos en la Tasca La Tertulia, donde comimos comida típica (almogrote, gofio, queso a la plancha, vino canario y mojo, entre otras cosas). El servicio fue impecable: 100% recomendable. Tras cenar, regresamos a casa.
- Cuarto día.
Como el día anterior habíamos llamado para reservar un paseo en barco con la empresa Flipper Uno*, nos dirigimos, tras desayunar, al punto de partida: Los Gigantes, unos de los acantilados más espectaculares de Tenerife.
Aquí nos esperaba un barco pirata con el que íbamos a adentrarnos en el océano en busca de delfines y ballenas. Tras unos 45 minutos de travesía, observamos ballenas a unos 2 metros de distancia del barco. Fue precioso. Pasado un rato, nos despedimos de estos impresionantes mamíferos para llegar a una cala paradisiaca en cuyas aguas pudimos bañarnos. Finalmente desembarcamos en el mismo punto donde iniciamos el paseo. Después, camino a casa, paramos en una playita cuyo nombre no recuerdo, y finalmente regresamos al apartamento.
*La empresa de Flipper Uno ofrece, durante el viaje en barco, todo tipo de bebidas y también paella a mitad del trayecto. Para bañarte en la cala dispone de una tirolina. Eso sí, si eres propenso/a a marearte, te recomiendo tomar biodramina (u otro remedio antimareo) o ignora esta actividad.
- Quinto día.
Este día nos dirigimos a Garachico, un pueblo en el norte de Tenerife que tiene unas espectaculares piscinas naturales. Aquí pasamos varias horas y luego paseamos por el pueblo, que tiene mucho encanto. La carretera hacia este pueblo es estrecha y peligrosa, hay que tener mucho cuidado. Camino a Santa Cruz de Tenerife, donde teníamos pensado cenar, paramos en el pueblo que alberga el árbol más antiguo de la isla, un drago milenario.
Este árbol se encuentra en un hermoso pueblo: Icod de los Vinos, donde disfrutamos de una gratuita degustación de vinos, quesos y mojos. A Santa Cruz de Tenerife llegamos por la noche y no encontramos ningún lugar de interés turístico. Simplemente cenamos en un restaurante de comida típica canaria y regresamos a casa.
- Sexto, y último, día.
Desayunamos, recogimos, y nos dirigimos al Médano, un pueblo sureño famoso por sus vientos y, por tanto, por la llegada de numerosos expertos del kite-surf. Aquí fuimos a un precioso bar donde tomamos cañas y tapas: Manfreds. Al lado de éste hay un restaurante que nos recomendaron, aunque no fuimos, por su gastronomía típica canaria: la Lata del Gofio. También nos recomendaron reservar. Finalmente, volvimos al aeropuerto rumbo a la península.
En conclusión, Tenerife es un lugar precioso que dispone de una gran variedad de actividades. Entre las instalaciones turísticas más famosas, a las que nosotras no asistimos, destacan el Loro Parque (un zoológico) y el Siam Park (un parque de atracciones acuáticas).
Espero que este blog te sirva de inspiración.
¡Un abrazo!
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)