Susto in da Morning
La noche en el Motel Blackjack Inn, situado en South Lake Tahoe, en Park Avenue, estaba pasando de lo más tranquila. Hasta que escuchamos un ruido extraño por el pasillo. Sonaba como alguien cojeando. La primera imagen que me vino a la cabeza fue la de un pirata con pata de palo, la verdad.
Pero entonces me duermo y sueño algo realmente extraño. Una de las chicas entra en la habitación del Motel. Está contenta, muy contenta, una actitud rara en ella. El colega duerme tranquilamente en su habitación mientras la música de su portátil envuelve el ambiente con un aura mágica y tenue. Archi está en el sofá viendo la televisión:
-¡Eh mirad, mirad lo que tengo! - grita la chica para todos los que la puedan oir.
Irrumpe en la habitación del colega, que dormía tranquilamente, para enseñarle lo que tiene, son un par de muñecos, tipo barbie y ken o algo similar:
-Son muy bonitos chica, lárgate.
-Nooo, necesito una casita, ¿dónde está la casita?
-¿Pero qué coj***s? ¿una casita para esos muñecos? no tenemos fucking casas para muñecos aquí. Estamos en medio de la nada entre California y Nevada
Se echa a reir por la rima improvisada que ha salido y sigue:
-¿No? ¿y eso que es? ¡IDIOTA! - grita mientras señala una casa para muñecos que está en la estantería del colega de repente.
-Am eso, pues ahí la tienes, llévatela... La chica coge la casita y sus muñecos y se va, cierra la puerta, el colega vuelve a dormir, dulces sueños.....
Alguien dijo una vez que siempre soñamos pero que pocas veces recordamos lo que soñamos, sólo lo hacemos cuando nos despertamos en plena fase REM o algo así, y al rato se nos olvida. Así que cuando sueño algo y lo recuerdo suelo escribirlo lo más rápido que puedo, así tendré por escrito todas las locuras sinsentido que pasen por mi mente, para luego poder contarlas lo más fielmente que mi recuerdo me permita.
Claro que en ese momento no estaba yo para escribir nada. Ya que en cuanto abrí los ojos me vi en una situacion de lo más trambólica. Ya brillaba el sol y la parte de la noche que da miedo había pasado. Sin embargo la ventana estaba abierta y justo una sombra pareció esconderse en el lateral. Miré acojonado e incluso hice la foto que ilustra el post.
Algún salido demasiado obsesionado con Dexter Morgan estaba mirando por la ventana cómo dormíamos. Después se me ocurrió pensar que tal vez, y sólo tal vez, era la encargada de la limpieza, que sabía que esa habitación era para cuatro personas y había cinco durmiendo en las camas.
Aunque estas "bases legales" de las reservas son un poco así así pilladas con pinzas ¿no?. Quiero decir, imaginemos el supuesto de que ellos cuatro van a la habitación. Pero justo conocen a una quinta persona esa noche que les enamora, les seduce con sus trucos de magia con monedas al más puro estilo Luis Piedrahita (menudo genio este tipo) y después les cuenta una milonga de que se ha quedado tirada porque va haciendo autoestop y es muy tarde y ya nadie va a parar y su amigo se ha ido con unos transportistas rusos y ahora no sabe nada de él y tiene desconectado el teléfono.
Cualquier cosa de esas que perfectamente te pueden pasar en un viaje improvisado. Imaginemos ahora que, debido al alto carisma de este personaje ficticio pero que podría ser perfecta e hipotéticamente real en un universo paraleleo en el que situaciones como esta se dieran más a menudo que situaciones normales, llamémosle Universo 2.0. Porque bueno, sabréis que con cada decisión que tomamos se generan universos hipotéticos paralelos entre los que algún dia aprenderemos a saltar. Ya sabéis lo típico de "qué habria pasado si no hubiera ido a ese país", "qué habría pasado si hubiera llegado tarde a ese tren", "qué habría pasado si hubiera suspendido el examen final y hubiera tenido que repetir curso". Todas esas cosas que habrían cambiado por completo el devenir de nuestra historia en esta vida.
¿Por dónde iba? Ah, sí. El personaje en cuestión se gana el amor transitorio de nuestros cinco protagonistas así que deciden amablemente acogerle en su habitación durante esa noche. Obviamente como estaban medio borrachos en un bar cualquiera en medio de ninguna parte y habían llegado a las tantas, deciden muy inteligentemente no dar parte de lo acontecido en la recepción del motel en cuestión. Total para qué. El tipo va a adaptarse a lo que haya, como si tiene que dormir en el suelo de la habitación, cual gato callejero. En ese hipotético caso entonces, ¿está mal que nuestros protagonistas no pagen por una cama supletoria? ¿Está mal que dividan el coste de esa noche entre cinco en lugar de entre cuatro?
Quiero decir, hay un vacío legal al respecto no. Por ejemplo, pongamos el supuesto de que eres un tipo muy rico que disfruta de largos viajes por la costa californiana en solitario. Uno de estos pseudo hippies que tienen pasta y llevan gorras que cuestan más que su bicicleta pero van de pobretones vividores del camino. Ahora les llamarían hipsters, supongo. El caso es que uno de estos tipos bohemios se encuentra una tarde en la recepción del motel a una atractiva muchacha. En la recepción donde mata las horas tocando un ukelele esperando que una turista atractiva y medio tonta se le acerque admirada por su carácter irreverente y su inusual atractivo pseudohippie. En esa misma, esa vez funciona y conoce a susodicha hembra. Supongamos ahora que entablan una conversación de índole pseudoprofundo, ella le habla de su música favorita, él repite lo que ella dice sin tener zorra idea de los grupos que la jovencita cita, pero creando una suerte de empatía y simbiosis sexual que les lleva más tarde a compartir cama.
En ese caso, ¿debería el joven pagar por dos personas?. Es decir, tú pagas por tu habitación, entonces si conoces a alguien ¿no puedes llevarle a la habitación?. Y qué pasa si eres tan destroyer que consigues seducir a dos mujeres a la vez. Supongamos que dos gemelas californianas que nacieron como siamesas pero a las que un hábil cirujano separó de manera grácil después de años preparando la operación porque quería no decepcionar a su padre, un magnate japonés de la alta esfera. De esos que mueven el mercado en Wall Street. Así que lo hizo. Pero después de la operación, mágicamente las siamesas seguían teniendo mismos gustos, compartiendo sus prendas favoritas y pensando las mismas cosas al mismo tiempo. Eran una persona dos veces. En ese caso, si el tipo consiguiera seducir a una tendría a la otra, por extensión. Ya son pues tres personas las que duermen cuando sólo se ha pagado por una habitación individual. ¿Está eso prohibido? No debería estarlo, ya que no se le pueden pedir diques al mar, como bien aprendimos del sueño de Resines (oh, ALERTA SPOILER). De la serie de "Los Serrano", quería decir.
Bueno en mi caso divagaba pensando todo eso mientras me vestía. Todo a la vez, qué apañado soy, ya lo dice mi abuela. Pero como no queríamos descubrir si la empleada de la limpieza era una chivata metiche elegimos desayunar rápido, ah, eso sí, ya puestos desayuné también en el bufet como todos los huéspedes, que si habíamos dividido gastos por la noche bajo techo era justo dividir desayuno del motel muahaha.
Desayuné con todo el arte del mundo como si hubiera pagado por mi sitio en aquel motel. Llegué con mi mejor sonrisa al mostrador y dije un:
-Good morning beauty! How are you doing?
-Good morning sir...
-Michael. My pleasure -y le guiñé mi ojo bueno. Porque si guiño el otro me sale una mueca extraña y pierdo mucho sex-appeal. Le tendí la mano, porque aunque en España es típico dar dos besos, no es de gentleman entrar a un motel que no has pagado a desayunar al bufet y encima darle dos besos a la recepcionista veinteañera surfista. Bueno lo de surfista lo añado porque la tipa tenía un muy buen tipo, pero no está confirmado.
-Se quedó con la sonrisilla entre amable, divertida y curiosa.
Y me fui a por mis tostadas integrales, cereales de chocolate y miel, mi vaso de leche, mi zumo de naranja y mi pieza de fruta. Podías elegir entre plátanos o manzana. Cogí los dos, porque me gusta vivir al límite. Desayunamos tengo que admitir que con cierta tensión por si me hacían pagar el desayuno al darse cuenta de que yo no estaba registrado. Pero qué va. Quizá las miradas de la recepcionista no eran de sospecha, sino de intención seductora. Pero como por aquel entonces tenía una pésima habilidad leyendo el lenguaje no verbal femenino (por no hablar del lenguaje verbal, con el que todavia tengo problemas. Bueno yo y todos los hombres, porque ya sabemos como son las mujeres, que dicen que "sí" cuando quieren decir "no", "no" cuando quieren decir "sí", "puede" cuando quieren decir "ni de coña" y "no me pasa nada, no preguntes" cuando les pasa de todo y te quieren comer la oreja hora y media. Que eso no está del todo mal si después de la oreja pasan a la... bueno creo que me estoy yendo otra vez del tema.
El caso es que salimos pronto, con el sol brillando en el horizonte al más puro estilo Thelma y Louise. Bueno, no con tanto estilo, ni con un descapotable. Pero con un tipo atractivo cual Brad Pitt en el asiento de atrás. Eso sí se cumplía jeje. Ese día veríamos los árboles más grandes que he visto en toda mi vida. Awesome...
Seguiremos informando! Powodzenia!
PD: Ilustrando el post ventana indiscreta desde la habitación. La foto la hice por si pillaba a la sospechosa asomada y tenía pruebas fehacientes. Pero no hubo suerte.
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Comentarios (9 comentarios)
Carles Najasamed hace 10 años
vaya fake de foto...
Alejandro Lopez hace 10 años
Joder, pagaría por haber vivido esa aventura en tu equipo. Y gratis! esas cosas son los pequeños detalles que hacen de un viaje algo perfecto
Emma Novoa hace 10 años
lo de la de recepción fueron imaginaciones tuyas seguro
Carles Najasamed hace 10 años
Alejandro, recuerdo alguna que otra gran aventura de equipo el año pasado...
Euge Lennon hace 10 años
demasiados publicas con lo de susto en el titulo y luego no es para tanto
Javi Olivares hace 10 años
esperabamos mas de ti
David Esteve Martí hace 10 años
Se nota que hiciste Psicología del Markéting. Vendes el artículo para que lo leamos y luego ná.
Raquel VG hace 10 años
Y funciona, que es peor todavía.
Toni Martínez hace 10 años
vamos... ni la niña del pozo saliendo por tu televisión asusta más..