Sausalito en Bicicleta

CAPÍTULO DUODÉCIMO

De lo que contó un pescador a don Valera y sus acompañantes

Nos quedamos antes en el mirador Vista Point. Cuando ya habíamos cruzado en puente Golden Gate Bridge. Saciamos la gazuza en el mirador, contemplando al otro lado, a unos tres kilómetros de distancia, lo poco que se distinguía de la Bahía de San Francisco. Y aún con esa niebla se podían distinguir los rascacielos del Financial District, Alcatraz vigilando y un puntito marrón que parecía ser el Pier 39.

Ahora tocaba bajar al pueblecito antes de que nos pillara la noche, cerrara el puestecito de bicicletas y estuviéramos metidos en un marrón importante. Así que sin más dilación pusimos la marcha más dura de la bicicleta y cogimos el caminito estrecho junto a la carretera "Madera Roja" que es la que cruza el puente. Su nombre original es "Reed Wood Highway", pero Madera Roja suena más guay. Junto a ella hay un espacio estrecho con el que puedes comenzar la bajada hasta Sausalito, que era entonces nuestro destino.

Y vaya si bajas, a toda leche. Cuidado con la bajada porque los frenos llegan a calentarse y una vez termina la carretera ya no hay tanto espacio entre los coches y las bicis que van por allí. Aunque hay que decir que los coches americanos respetan y mucho a las bicis (y a los peatones, no como aquí). Eso también es un tema que me chocó mucho cuando llegué a Polonia. Yo pensaba que la cultura en carretera que teníamos en España era bastante mala respecto a la actitud y respeto que se tiene hacia otros conductores o hacia los propios peatones. Aquí no se respetan los cruces, ni los ceda el paso ni nada. Por no hablar de las rotondas... las rotondas en Valencia, Madrid, Alicante o Barcelona son como Esparta pero en versión Transformers (o sea, con coches y demás). 

Y poquísimas veces he visto coches parar en un paso de peatones si este no tiene semáforo, haya o no haya peatones esperando. 

En ese sentido cuando llegué a Polonia me sorprendió lo terriblemente mal que conducen los polacos. Van como locos y no respetan en absoluto a los peatones. Muchas veces vimos coches atravesarse al tranvía de una manera... puf. Y algún que otro golpe entre coches y de coches con el tranvía también. Que ya hay que ser zoquetes...

Bueno pues en San Francisco me sorprendió porque era todo lo contrario. Allí ya podía haber cinco carriles con coches pasando a toda leche, que si un peatón pisaba la carretera, se paraban y le dejaban pasar. Igual en las esquinas de las calles. Las esquinas se respetan como si tuvieran un paso de cebra pintado aunque no lo tengan. 

El caso es que por allí en bicicleta puedes ir tranquilo, no con mil ojos como ocurre aquí. 

Una vez descendimos toda la Alexander Avenue por la estrecha carretera y con verde a ambos lados, llegamos al pequeño Sausalito...

¿Qué te encuentras allí?
Pues un pequeño pueblo de pescadores. Estamos justo enfrente de la de la bahía de San Francisco, por lo que las vistas son muy bonitas. Además tiene algo muy característico... las típicas casas flotantes. Nostros vimos muchas nada más llegar, pero habrá más de trescientas en toda su zona de costa seguro.

Un pescador que se acercó a nosotros mientras nos hacíamos las típias fotos de postureo en la orilla del puerto jejeje nos comentó que últimamente no venían tantos turistas como antes. Nos dijo que tal vez porque la gente cada vez era más vaga o más pobre; más vaga porque no quería venir en bicicleta, que son unos diez kilómetros desde Fisherman's Wharf... (pardiez... yo iría incluso corriendo) y más pobre porque no llenaban los Ferrys jeje.

El caso es que nos comentó que quienes sí iban a menudo eran algunos famosos y gente "de bien" (podridos de pasta vamos) que prefiere estar un poquito más lejos de las aglomeraciones de la ciudad, que a veces pueden llegar a agobiar bastante. También nos encontramos algún fotógramo con una de esas cámaras que impresionan tomando fotos de la bahía de San Francisco al otro lado.

La manera en que llegamos nosotros no es la única forma de acceder, obviamente. Además de cruzando el puente en bicicleta, también podéis llegar en coche o con una excursión contratada (que normalmente os traerá en Ferry). No recomiendo la última opción. Yo recomiendo que hagáis el mismo planning que hicimos nosotros y que nos salió muy bien de precio.

El plan al principio era volver en bicicleta... pero ya sabéis que el postureo a veces absorbe demasiado. Entre que el paisaje y la tranquilidad te dejaban embobado y que las chicas se hicieron un book en las rocas... nos dimos cuenta de que era físicamente imposible volver en bicicleta (yo insistí en que probáramos, porque me gusta vivir al límite, pero al final me persuadieron jajaja). 

Decidimos comprar un billete de ida en Ferry, y resultó ser una muy buena idea. Nos costó diez dólares el Ferry de Sausalito a San Francisco (nos dejaba en el Embarcadero). Que sumado a los treinta y cinco dólares del alquiler de la bicicleta... menos de cincuenta dólares nos costó toda una tarde de deporte, excursión, miradores y el Ferry que bordeó Alcatraz y llegó al Embarcadero (al lado del Financial District). Vale la pena hacerlo así, por libre, en lugar de contratar una excursión que será menos completa y más cara.

Hubo un momento en que me puse a dar vueltas con la bici y las perdí de vista. Sin móvil, sin mi ticket para el Ferry y sin saber de dónde salía jajaja. Una vez más me dejé llevar por la aventura un rato. Hasta que me di cuenta de que o cogía ese Ferry o estaba bien fotut. Pegué un par de sprints y las encontré ya en la cola para subir al barco. 

El Ferry era better than expected. Tenía aparca-bicis abajo, un piso dentro con bar, donde también podías salir fuera y un piso arriba para apreciar mejor las vistas si aguantabas la fría brisa del Pacífico. 

Os dejo foticos de cuando salimos de Sausalito y de dentro del Ferry para que apreciéis la clase que tiene jeje

Esí sí. Clase mucha, pero los precios dentro son prohibitivos. Id comidos de casa como suelen decir, porque una bolsita de patatas de veinte gramos os puede salir casi como el billete del propio Ferry. No vale la pena. Vale más que esperéis el ratito que tarda en llegar al Embarcadero y comprar allí cualquier cosa. 

Eso sí dentro se va de lujo. Calentito y con buenas vistas. Pero como soy un culo inquieto yo quise verme todo el Ferry tres o cuatro veces y no paré en todo el viaje. Bajé al aparca-bicis (para asegurarme de que mi bici seguía allí jajaja no la hubiera robado alguien y se hubiera tirado al agua con ella... ya ves tú), subí arriba, salí fuera a que me diera la brisa y sobre todo a ver el acercamiento a Alcatraz e imaginarme música épica y tres presos saliendo por el techo y lanzándose al agua... jajaja

Pero no hubo suerte. Sólo vi un montón de turistas caminando como hormigas, como lo haría yo unos días después por "La Roca"... Yeah... pero esa es otra historia.

Una vez llegamos hicimos el tonto un rato con las bicicletas para quemar el tiempo que nos quedaba de alquiler, otras fotos de postureo con el Oakland Bay Bridge de fondo. Más conocido como "El puente feo", que conecta San Francisco con Yerba Buena Island... pero sólo puedes acceder en coche. Y tampoco tiene nada de interés así que subimos por el Embarcadero hasta el puestecito de las bicicletas y se acabó la aventura... de momento... muahahaha!

Stay tunned!

Galería de fotos