Prawns Around the Park

Una vez finiquitado el picnic al aire libre en uno de los Parques Naturales más visitados del mundo (el cuarto en elranking estaba Yosemite no hace mucho) decidimos que la mejor manera de bajar la comida era perdernos entre las secuoyas gigantes.

[En la foto podéis ver la instantánea poser subiendo hacia Glacier Point. A destacar el blanco nuclear de mis piernas (o moreno de ordenador, como prefieren algunos) reflejando el flash de la cámara. Jajaja Nah, es coña. Es un punto de luz de Photoshop pero vamos que sí, que perfectamente podía haber sido verdad de no ser porque era de día y con sol la cámara obviamente no tira flash. Porque vamos tenía las piernas irrisoriamente blancas y brillantes.] 

Esto es algo que tenéis que hacer sí o sí si vais a Yosemite. Hay un dicho de estos que usan los hippies viajeros hipsterisquis que dice que "hay que perderse para encontrarse a uno mismo". Por qué no. Probad a perderos por Yosemite. No en invierno, por favor. Nos contaron historias bastante tenebrosas en ese aspecto sobre ciertos turistas aventureros de los que no se volvió a saber nada. Pero al menos salirse de manera semicontrolada al menos de la masa de turistas para ver qué te encuentras (aunque no busquéis osos porque no los vais a encontrar, y casi mejor para vosotros jajaja. Aunque la verdad es que me informé al respecto y resulta que los ataques de osos a personas son contadísimos y se dan cuando el oso se ve totalmente acorralado y esa es la única y posible salida. Normalmente, si tuvieras un encuentro ocasional con un oso, este rehuiría al humano. Así que otro mito más el de los osos asesinos, como con los tiburones). 

Bueno el caso es que tampoco vale con seguir la hoja de ruta por el caminito marcado y los cartelitos de foto en foto (que sí, que sabemos que nos gusta mucho el postureo y que al final vas a allí para hacerte la foto y ponerla en Facebook y buscar el Like fácil), no. Decid no al postureo en sitios como este. Bueno decid sí, pero con moderación. Porque ya sabes que "si te pasas, te lo pierdes". 

Eso es así. Me pasó porque viajando con tres chicas (y que conste que eran super majas todas y lo pasamos genial, pero eso no quita) aficionadas con entusiasmo al postureo, por decirlo alegremente, te das cuenta de cómo cunde o no cunde un viaje. Me refiero a que mientras yo miraba alrededor y me intentaba imaginar en aquellos bosques que estarían muy parecidos a como estaban ahora mil quinientos años antes, ellas se dedicaban a hacer fotos a diestro y siniestro. Que luego en realidad, veo las fotos y pienso: "maldita sea, ¿por qué salgo en tan pocas fotos?" y me fastidia un poco.

Pero por otra parte, pienso también que si es así es porque en aquel momento estaba disfrutando realmente de lo que estaba viviendo. Porque hay algo que os tiene que quedar claro. Para vivir una experiencia hay que vivirla bien. No vivirla a través de una pantalla. Hay que vivirla cuando estás allí. Porque sí, el día de mañana tendrás esas fotos geniales que nadie se va a poner a ver, seguramente ni tú mismo en muchos años (porque seamos sinceros, a nadie le importa verte en tres mil fotos con árboles), pero no habrás disfrutado realmente de lo que estabas viviendo porque estabas más preocupada o preocupado de encontrar la mejor foto para el perfil de Facebook. 

[Foto de los machos del grupo imitando la típica pose que ponían las chicas en cada foto que se hacían jajaja. Haciendo el gamba, básicamente.]

No caigáis en ese error choniesco por favor. Una amiga me dijo una vez que a veces los mejores momentos de un viaje no quedan registrados más que en nuestra propia memoria. Y es totalmente cierto. Pensad en los fuegos artificiales que hay durante fallas en Valencia. A mucha gente le da por grabarlos, con el móvil (hoy en día hay móviles que... mejores que una reflex casi...), la cámara o incluso con el iPad los más valientes. No se va a ver un carajo, pero lo graban igual. Y el resultado es que en lugar de estar disfrutando del espectáculo visual que suponen, se pasan el rato mirando la fucking pantallita de su dispositivo electrónico de turno para acabar teniendo un video de diez minutos de baja resolución y poca calidad y no han disfrutado del espectáculo real en directo. Por favor...

Como ejemplo de chorri-fotos que hicimos en Yosemite, que hay y unas cuantas, voy a poner sólo las dos más decentes que fueron mientras hacíamos la digestión de tan pesada comida a base de mortadela de pavo (o eso ponía en el paquete jaja), queso, salchichón, galletas, patatas fritas, coca cola (borra eso, refresco edulcorado de cola, que no me patrocina ninguna marca qué narices) y por último, pero no por eso menos importante, todo lo contrario, fue eje central para saciar la gazuza, el pan de molde (que como recomendé, imprescindible para engañar al estómago un periodo decente de tiempo, hidratos de carbono insanos a saco. No lo más saludable del mundo pero efectivos contra el hambre y la economía viajera low-cost.)

Fue de los pocos descansos en los que me permití unirme al postureo fotil en un par de fotos antes de volver a disfrutar de la maravilla de la naturaleza por la que estábamos paseando.

Y ese descanso fue reponiendo fuerzas antes de poner rumbo al famoso mirador Glacier Point.

¡Seguiremos informando!

See ya bro's!

Galería de fotos