Merienda en el Embarcadero

Esa tarde, al salir del Exploratorium mi compi japonesa se iba porque tenía toque de queda para cenar en su casa de acogida. Yo en ese sentido podía ir tranquilo, ya que me dieron la llave de buen rollo y a partir de ahí, como en mi casa. Y como no tenía pensión completa, sólo desayuno, pues solía volver ya a última hora de la noche. 

Así que decidí darme un paseo desde la zona del Presidio hasta la zona del Pier 39, de la que os hablé en otros posts. Aquella zona super mega turística de San Francisco donde van los leones marinos a tomar el sol, aunque están en total libertad.

Para allá que fui. Y una vez allí decidí probar en uno de los tenderetes el famoso sourdough sour del muelle de San Francisco. En concreto pedí uno que estaba relleno con una especie de caldo de marisco (que preferí no preguntar qué llevaba, anyway me habrían dicho cualquier cosa, pero ya sabemos todos cómo va lo de las "cremas de x" en cualquier sitio del mundo), que tenía un sabor como a gambas cremosas trituradas con... no quería pensar qué más jaja. Pero estaba bueno.

La masa del pan ya... cómo describirlo... te tiene que gustar. Es una especie de pan amargo, un poco ácido. Si no fuera porque sabía que es así, habría pensado que le pasaba algo, que estaba malo, picado o intoxicado o algo así. Tenéis que abrir la mente porque aunque tenga la apariencia de un pan de chapata de toda la vida, ni de lejos se parece en el sabor. Pero al rato se le coge incluso el gustillo. Y mojado en la crema esa de marisco o de lo que fuera, estaba bastante bueno. 

Ahí os dejo una fotito para que os hagáis una idea de cómo era, aunque sin sabor ni olor es difícil. Pero olía bien, eso puedo afirmarlo tranquilamente. Y mira que a mí las cosas calientes en verano no me... (los alimentos calientes, se entiende, hay ciertas cosas calientes que tanto en verano como en invierno... If you know what I mean... [guiño]). El precio no lo recuerdo exacto y por más que hago zoom no veo bien el ticket, pero me aventuraré a decir que rondaba los seis dólares, unos cuatro euros y pico. Me parece recordar. Tal vez algo más o algo menos, no puedo asegurarlo al cien por cien. Pero no era ni tan barato como un kebab ni tan caro como para ser prohibitivo.

Además el paseo estuvo bien porque me encontré, hablando de gambas y crema de gambas y mariscos, la famosa Bubba Gump. No me digáis que no os suena. 

Os dejo la foto a ver si viendo el logo se os ilumina la bombilla del recuerdo cinematográfico.

Tendréis que acudir a Youtube y poner "Forrest Gump: Recetas de gambas de Buba". Y saldrán esas míticas escenas de la enormérrima, mítica, genial, maravillosa y brillante obra de arte cinematográfica llamada "Forrest Gump", protagonizada por un impresionante Tom Hanks que se ganó el Oscar sobradamente y dirigida impecablemente por Robert Zemeckis. Quizás hayáis notado que siento cierta admiración hasta esta película. Pues sí. Y con motivos. Una grande entre las grandes. Imprescindible. Ni que decir tiene que ocupa un lugar muy especial en mi videoteca.

Me gustó el hecho de ver el cartel allí, en el Pier 39, aunque fuera puro postureo jaja. Dejo abajo la foto del carteluco que llamó mi atención un buen rato, mientras pensaba enmimismado en escenas de la película y sonreía como un tonto. Hasta que algún turista se chocó conmigo. Aquello es fatal para estar quieto. Mejor que busques algún sitio que te cubra la espalda si no quieres caerte de morros por el atropello de algún morlaco americano de tres por tres que va despistado por allí y caminando con prisa aunque no vaya a ningún sitio (así son los chavales).

Así que nada, merendola de buen rollo por el Embarcadero y de vuelta a casa a descansar que, aunque no lo sabía entonces, el día siguiente venía movidito (quizá en una suerte de previsión mágica lo vi venir, porque me retiré a buena hora).

Seguiremos informando,

Keep in touch bro's! 

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