Let’s get this party started!
CAPÍTULO SEXTO
Del donoso y grande escrutinio que nuestro ingenioso hidalgo hizo en la escuela americana y las posibilidades de recreo.
En el capítulo anterior ya había llegado a mi host family y me había establecido con comodidad en el piso inferior de la casa. Salió el sol y me enfrentaba al primer día oficial de escuela (aunque ya había estado allí, había conocido al director, había hecho el placement test (me pusieron en un nivel intermedio-2) y había conocido algunas de las personas que estaban haciendo el curso de idiomas en la misma escuela.
En la ruta de casa a la parada de bus que me llevaría supuestamente hasta la escuela iba pensando que no tenía ni idea de dónde me iba a bajar jajaja. Decidí no jugarme elall iny preguntar amablemente al conductor si podía avisarme al llegar a la parada correspondiente. Contra todo pronóstico y para mi sorpresa, el tipo era súper simpático y agradable (no estoy siendo irónico esta vez) y me respondió con una sonrisa y un –Of course buddy!
Tratad de hacer eso mismo en un autobús en Madrid. Os manda a la mi***a antes de que acabéis de hacer la petición. Porque ese es otro aspecto de la cultura americana que, aunque a veces demasiado exagerado en las películas, es cierto que en la realidad muchos de los conductores de taxi, buses o cualquier transporte público son muy majos y pacientes con los turistas. Además en ocasiones si te ven correr hacia la parada incluso esperan a que llegues y subas (a mí me pasó, true story).
No como aquí. Que como te subas con un billete de cinco euros a un autobús el conductor no sólo te deja en la p***a calle, sino que encima te trata como si fueras un jodido criminal. WTF? Por no hablar de que esperen a que llegues. Já. Una vez en Valencia un conductor me vio correr como un loco, el hijo de una hiena me esperó a que llegara a la puerta para no abrirla, mirarme y arrancar. Eso se me quedó grabado a fuego como la cosa más ruin que alguien haya hecho sin ningún motivo aparente hacia mi persona. Sólo por sádica diversión.
Sin embargo con aquel conductor americano me quedé hasta con ganas de preguntarle el nombre. Era muy majo la verdad. Un conductor que pasa unas diez horas al día haciendo rutas en bus que diga buenos días a todos los pasajeros y que cuando bajan les diga algo del tipo “hasta luego, que tenga un buen día” no es lo habitual estos días, desgraciadamente. Aunque esto contrastaba con cómo se ponía cuando alguien cruzaba la línea amarilla. Hay gente a la que le gusta vivir al límite.
CONSEJO VIAJERO A LAS AMÉRICAS:
Os daré un consejo, por muy llenos que vayan los buses cuando estéis allí… no os atreváis a cruzar la línea amarilla…
La famosa línea amarilla es la que divide el espacio de las escaleras para subir o bajar del bus del espacio de pasajeros. Pero claro, cuando está tan lleno es difícil respetarla. Allí cada vez que alguien la pisaba el conductor tenía ciertos espejos estratégicamente colocados y una especie de resorte interno que le obligaba a gritar como poseído por un demonio: -STAND BEHIND THE YELLOW LINE! -Y añadía por lo bajo con resignación –please…
Bueno a mí me trató como a una princesa. Y una vez llegamos a la parada me indicó que era ahí donde debía bajar. Bajé y me sentí como Michael Dundee (véase la divertida aunque poco reseñable película Cocodrilo Dundee de Peter Faiman) la primera vez que pisaba Nueva York. Bien era cierto que ya había estado allí el día de antes. Pero entre el ajetreo de la llegada, ir cargado de maletas y demás… no se apreciaba igual. Fue una bonita experiencia.
Después de un rato caminando, intentnado reconocer los sitios que ya había visto sin prestarles demasiada atención del día de antes, llegué a la famosa cadena de comida rápida especialidada en bocadillos… No digo nombres porque no me patrocinan, pero os daré una pista para que os hagáis una idea, empieza por Sub y acaba por Way.
Pegando a ese pequeño local en la famosa Market Street de San Francisco, una arteria vial clave en la ciudad, por donde antes pasaban tranvías tirados por caballos (qué bonito y qué pena no haber llegado antes), teleféricos, y tranvías eléctricos, trolebuses y autobuses de diésel; y por la que hoy en día sólo transitan los autobuses del Muni, trolebuses y tranvías comparten esa calle. Para que os hagáis una idea de cómo es Market Street ha sido comparada como la Quinta Avenida de Nueva York o la Avenida de los Campos Elíseos de París (que supongo que esas os sonarán más jeje).
El caso es que subiendo hasta el segundo piso del edificio se encontraba la escuela donde realicé mi curso intensivo de inglés.
Tras el saludo protocolario al guarda de seguridad que nunca llegó a aprenderse mi nombre pero lo intentaba jajaja. Llegué a la primera clase oficial. Fue sinceramentebetter than expected…La verdad es que me daba un poco de miedo que me pusieran en la clase de Intermedio-2 porque sentía que mi nivel no era ese, sino menos.
AQUÍ OTRO CONSEJO ESPECÍFICO PARA CURSOS DE INGLÉS (O CUALQUIER OTRO IDIOMA) INTENSIVOS:
Cuando hagáis un placement test para saber qué nivel tenéis (y por tanto en qué clase os van a poner) no sufráis si os sale un nivel por encima de lo esperado. A nivel oral se avanza muy rápidamente, y es mucho mejor estar en una clase que en general tiene un nivel superior al vuestro que que os pongan en una que tiene un nivel inferior. Bajo presión os forzaréis a aprender antes, perder la vergüenza y aprender de vuestros compañeros. Siempre prefiero ser el nivel más bajo en una clase de buen nivel que el nivel más alto en una clase de menos nivel.
Pero al llegar y ver el grupo que éramos me sentí como si fueran compañeros de toda la vida. Éramos españoles, una chica alemana, otra japonesa y el profesor americano. Eso hacía que los ejercicios de conversación fueran muy graciosos, con acentos de todo tipo. Lo que también ayudaba a reconocer ciertas palabras y adaptar el oído a la conversación americana.
Hicimos muy buenas migas todos. El problema en este tipo de cursos es que las clases en la mayoría de casos son muy cambiantes, ya que tú llegas en una fecha, y hay alumnos que ya están acabando su estancia, otros que llevan varios días, etc. La parte positiva es que por tu clase pasará distinta gente. La parte negativa es que no llegas a conocer del todo bien a todas las personas con las que compartes esas semanas de estudio.
Pero bueno los primeros días éramos bastantes (al final nos quedamos sólo dos jeje) y todas las actividades eran muy participativas. Ese primer día yo me adapté al temario, había que escribir una pequeña redacción sobre un sitio de nuestra tierra que nos gustara y sobre los prejuicios que había hacia ella a nivel internacional. Como siempre los extranjeros entendían por España la tortilla, los toros, la siesta y el flamenco. Made in Spain. Además de que por lo general hablábamos muy mal inglés y gritábamos mucho sin motivo aparente.
En el descanso bajamos a comer y me sentí como un tonto pagando unos jugosos dólares por un bocadillo no tan jugoso. Eso sí, lo amorticé bien jajaja. En esta cadena que he comentado antes los bocadillos son caros pero al menos eliges los ingredientes que quieres y si quieres medio o uno entero. Elegid medio. Yo soy un gordo comiendo (discúlpenme los gordos la expresión) y con medio me quedé más que saciado y de hecho me guardé parte para la excursión de la tarde.
CONSEJO ALIMENTICIO CALIFORNIANO:
En la medida de lo posible elegid locales que no tengan fama internacional o sean franquicias muy conocidas. Primero porque así descubriréis platos que de otra forma no probaríais, Y segundo porque por el mismo precio si sabéis buscar los sitios comeréis mayor cantidad y de muy lejos y sobre todo, mayor calidad. Estoy pensando concretamente en el barrio latino (The Mission), donde hay sitios muy buenos donde comer que ya os comentaré. O cualquiera en Chinatown, los chinos como sabéis son expertos en ofrecer menús de cierta calidad a precios muy asequibles.
La opción ya si queréis ser más agarrados que el tío Gilito es comprar paquetes de galletas en supermercados de ocasión (los hay, yo los usé un par de veces. Suelen regentarlos personas de moralidad incierta que probablemente [y jugando a ser Sherlock] las toman prestadas sin plazo firme de devolución de otros sitios), preparar sándwiches antes de salir de casa con comida comprada en el supermercado, o sobrevivir a base de ramen (esos fideos secos que se preparan metiéndolos en agua hirviendo y echando el sospechoso contenido en polvo del sobre que los acompaña en el agua mientras se hacen).
El ramen siempre es una buena opción para una cena ligera, pero desde luego no para una comida para afrontar un día de descubrimiento de una ciudad como San Francisco (hablo con conocimiento de causa). De ahí salió la historia del día que casi me desmayo cruzando el Golden Gate porque no había comido nada en todo el día y me di una paliza caminando. Pero eso ya es harina de otro costal…
Ese primer día por la tarde hicimo reunión de empresa en la sala común de la escuela jeje que tenía máquina de café, un par de sofás, la sala de proyección y presentación del curso y una sala con cinco o seis ordenadores con acceso a Internet. Ahí fue cuando conocimos a la profesora más enrollada que he visto nunca, Cory. Y con ella pusimos rumbo a la famosa zona del Presidio (que he comentado en la sección “Lugares”) y paseamos por los alrededores, viendo algunas de las calles empinadas típicas de San Francisco, el lago al lado del museo de ciencias, la escuela de cine…
Y más lugares emblemáticos de los que os hablaré próximamente… Hasta entonces, Powodzenia fellas! (toma despedida en español-polaco-inglés)
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Comentarios (21 comentarios)
Naiara Spain hace 10 años
Yo creía que esos autobuses amarillos eran de las pelis hasta que una amiga me los enseñó por foto jajaja! Estos americanos...
Silvia Verástegui hace 10 años
Aupa Goyo Jiménez: Arriba pequeño Timmy... viiiiiiiiva nuestro conductor, conductor.
Naiara Spain hace 10 años
Jajajaja! Goyo lo retrata tal y como es... taaaal y como es :)
Anabel Navarro Gómez hace 10 años
Un profe mío se fue de estancia 3 meses a Iowa City y dice que cuando iba a las cafeterías las camareras le daban conversación y no porque intentasen ligar con él, sino porque es la manera que tienen de ser los americanos (también pueden pegarte un tiro si se sienten amenazados o te equivocas de casa y entras a la suya, pero eso, como tú dices, es harina de otro costal xD).
Félix Feligrés hace 10 años
@Naiara yo estaba igual hasta que los vi jajaja Parece una tontería pero hace ilusión!
Félix Feligrés hace 10 años
@Silvia no sé quién es ese Goyo Jiménez... pero tiene pinta de ser un crack!
Félix Feligrés hace 10 años
@Anabel bueno en el caso de las camareras también es porque viven básicamente de las propinas allí jajaja, que sí, que de base son mucho más simpáticos que aquí, pero si encima viven de eso... ya me dirás xD Si los camareros españoles tuvieran que vivir sólo de las propinas y el sueldo base fuera más bajo (aún más bajo...) muchos iban a ir pero que bien jodidos... jajaj
Alejandro Lopez hace 10 años
Es cierto, yo estuve una temporada en EEUU. Sí, en New Jersey y eso, y cuando iba a un restaurante, te asignan un camarero, (hay muchos) y te atienden super bien, esperando luego una propina del 15-20%. Si no das propina, o das poco, a veces vienen y te preguntan por qué, y que si todo estuvo bien y si hubo algún problema. Hay que pensar que los camareros allí ganan unos 3 o 4$ la hora, por eso hay muchos. Cuando ven una mesa grande, esperan sacar unos 30-50$ en propina, por lo que si no le dejas casi nada, es normal que se molesten, ya que en otra mesa, su compañero se ha podido llevar una pasta buena. Miguel, te recomiendo que veas los monólogos de Goyo, son muy buenos y a gente casi americana como tú y como yo, nos hacen sentir de nuevo en casa.
Félix Feligrés hace 10 años
@Alex tomaré tu consejo y miraré monólogos del tal Goyo... alguno me suena algo... veremos qué tal están jajaja Y sí, respecto a las propinas no seáis ratas! Que te suelen atender de categoría, no como aquí. Se la ganan los chavales (o chavalas)!! Y ojo con el tema porque es serio... si pagáis con tarjeta la dejan abierta y os traen la cuenta para que escribáis vosotros mismos la propina que queréis dejar... calculad bien no vaya a ser que al volver a España os llevéis una sorpresa jajaja
Carles Najasamed hace 10 años
esa foto me recuerda al gta
Emma Novoa hace 10 años
qué bueno, a mí me recuerda al autobús escolar de Los Simpsons jaja
Emma Novoa hace 10 años
por cierto anda que ir a San Francisco y tener en clase a más españoles que otra cosa, vaya tela
Aitana Amores Garcia hace 10 años
Yo siempre lo digo, la mejor forma de aprender es no estar cerca de Españoles, que la mayoría tendemos a recurrir a nuestro idioma entre nosotros, y no nos beneficia en absoluto!
Euge Lennon hace 10 años
tortilla, toros, fiesta y flamenco. Buen resumen de cómo nos ven fuera, desde luego
Javi Olivares hace 10 años
ahora también como los sirvientes de Merkel
Miriam Pericas hace 10 años
que pena de país
Miriam Pericas hace 10 años
nos hundimos mas despacio que el titanic
David Esteve Martí hace 10 años
Pues a mi me gusta la descripción de Euge...
Toni Martínez hace 10 años
te veo mal acompañado miguelitoooo
Raquel VG hace 10 años
Eyyy! Qué hace HOLASOYGERMAN en tu foto!???' autógrafo YA
Raúl Rubio hace 10 años
Siempre liao con las lineas amarillas macho..