Galerías Underground

En el meridiano de mi estancia en California, una de las escapadas que no pudimos hacer por la revuelta en el BART de la que os hablé en el post "Desayuno Movidito" fue sustituida por la visita a ciertas galerías de arte undergound.

La responsable de estas visitas fue nuestra enrollada, medio loca, vegetariana (o vegana, la verdad es que no sé a ciencia cierta las diferencias entre ambas modalidades) pelirroja y super genuina profesora Cory. Digo lo de genuina porque la mujer tenía un estilo único e indescriptible que sólo ella podía llevar con esa gracia.

Era una de esas personas que destacaba donde estuviera y con quien estuviera. Muy risueña y muy extraña, a partes iguales jajaja. Querida por unos, odiada por otros, pero no te dejaba indiferente. Y desde luego aprendimos mucho sobre San Francisco con ella. Fue una experiencia revitalizante. 

También intentó hacernos una suerte de "lavado de cerebro" con respecto a sus costumbres alimenticias, pero al menos yo (no sé el resto) no pasé por el aro. Nos contaba que en las granjas del KFC (Coronel pollo que todos conocéis) se dedicaban a hinchar a los pobres animales con producctos químicamente modificados para que dieran más chicha de la que de manera natural dispondrían. Igual con las vacas y otros animales que tenían allí torturados. 

Que consumir eso era una aberración contra la naturaleza y que todos iríamos al infierno si lo hacíamos. Bueno es un resumen un poco bestia y a grosso modo (me encanta la expresión "a grosso modo", así que acostúmbrense a verla a menudo) de lo que nos contaba.

El caso es que el día de la revuelta de los despelotados en el metro BART decidió que sería buena idea, en viendo nuestras inquietudes artísticas tan crecientes tras la visita al SFMOMA (Museo de Arte Moderno de San Francisco), hacer una visita a galerías más ametur, o underground, que se encontraban "ocultas" en determinados edificios a lo largo de calles cercanas a Market Street. 

Así que pusimos rumbo a Union Square Park y fuimos pateando las calles Pine, Bush, Powell, Sutter y Post. No recuerdo en qué cruces o en qué calles llegábamos a las galerías. Recuerdo a Cory saludando alegremente a todos los porteros de los edificios y recuerdo subir uno o dos pisos hasta llegar a las galerías. Una vez allí recuerdo un montón de gente trajeada, esnobs pseudointelectuales y hipsters. Muchos hipsters.

El puntazo era que podías llegar y coger un vasito de alcohol (champagne barato), o como te ofrecían ellos "vino espumante francés" jaja. Lo importante es que era gratis. Y esa palabra a los españoles se nos mete en el alma más que algunas palabras de amor (así somos, malditas ratas europeas). El caso es que cogías tu vasito gratis y a hacer el postureo de mirar las obras como si entendieras un carajo. 

Aunque la verdad es que había algunas entre inquietantes y fascinantes. Otras no valían un duro, hay que reconocerlo. Incluso sin saber de arte sabía que esas no valían nada. 

En la foto que ilustra el post pongo la que más me gustó. El artísta, de todos los que vi, era el más "polémico". Empleama muchos motivos propios del patriotismo americano, como la propia bandera, para crear obras denunciantes de la violencia actual que existe en Estados Unidos. O eso me pareció a mi corto entender del arte.

Más que nada porque en algunas de las obras había paraguas colgados con hilo de pescar del techo cubriendo, de alguna manera, al espectador que se ponía debajo mientras llovían armas punzantes o peligrosas, como navajas, jeringuillas, mecheros y demás artilugios del cielo (estaban colgados con hilo de pescar alrededor del paraguas). Esas son de las que más me gustaron.

En la foto de más arriba y en la que ilustra el post pongo otra obra del mismo autor que consistía en el dibujo de una bandera americana mediante una especie de placas de petri (típicos botes circulares de laboratorio) con el fondo del color de la bandera que estaban hechas de cristal y dentro tenían artilugios también peligrosos como los mencionados antes. Casi todos cortantes o punzantes y algunos con el dibujo de la bandera de Estados Unidos imprimida en ellos. 

Inquietante pero interesante. Transmitía algo. No sabría explicar exactamente el qué. Pero me quedé mirándola un rato, no como la mayoría de obras que había, al menos en ese piso. 

Sí, fui preparado, con mi camiseta más artística, la de "King Potatoe". Creo que si hubiera ido más elegante habrían pensado que soy un estudiante más y no me habrían dado el vaso de vino espumante francés. 

Buena tarde hipster pasamos, sí señor.

Seguiremos informando,

Keep in touch bro's!

Galería de fotos