Cantos Rodados Misteriosos

Saliendo de aquella playita perdida en medio de Yosemite y poniendo rumbo oeste pasamos por un puente de madera pequeño pero muy auténtico y por el camino nos encontramos con estos extraños montoncitos de cantos rodados escoltando el paso de los aventurados caminantes.

Nos quedamos un poco de piedra al ver aquellas piedras (qué bien traído, auto highfive). El caso es que eran cantos rodados colocados cuidadosamente en montañitas como se aprecia en la foto. Como sabéis un canto rodado o guijarro (dependiendo de dónde viváis los llaman de una forma o de otra, o piedras lisas otros menos técnicos jaja) es un trozo de roca suelto que forma por sí mismo una pequeña roca, susceptible de ser transportado por medios naturales, como las corrientes de agua normalmente de los ríos, los corrimientos de tierra, etc.

Y aunque técnicamente entre los geólogos no se hace distinción de forma, en general, un canto rodado tiene una forma más o menos lisa y redondeada u oblonga, como me gusta llamarla a mí, que suena más cool. En sus orígenes era un trozo de roca informe, pero debido al desgaste delos procesos erosivos del transporte que sufre cuando es arrastrada por ríos o tierra o Ents que juegan con ellas a futbol, pues se queda esta forma lisa y susceptible de ser acariciada y gozada. 

El caso es que el agua del río no las deja hechas montoncitos tan perfectos como aquellos. Obviamente eso es cosa de los humanos. Pero ¿de qué tipo de humanos?

Preguntamos allí a uno de los rangers y en realidad no supo muy bien darnos una explicación fiable. Se limitó a decir que era una tradición que se llevaba manteniendo unos años y simplemente se seguía manteniendo en el Parque. Pero ¿quién carajo comenzó esa extraña tradición?

Recuerdo que en mi instituto pasaba algo parecido en un pasillo del recreo que era el que se formaba entre un aula prefabricada de plastiquete colocada allí mientras hacían reformas (que al final estuvo años) y una pared de ladrillo rojo. El pasillo estaba lleno, pero lleno a reventar, de chicles pegados entre la pared de ladrillo y la pared del aula prefabricada. Nadie sabía por qué ni quién comenzó aquello ni hacía cuantos años. Pero la gente tenía la curiosa necesidad de ir allí a pegar su chicle insaboro tras horas de mascación desganada. Misterios de la vida.

Decidimos investigar un poco con el móvil de mi compi una vez habíamos llegado de vuelta a Yosemite Village y resultó que parecía tratarse de una suerte de ritual budista. Supongo que así fue cómo comenzó. El resto viene rodado (qué bien traído de nuevo, como son "cantos rodados", auto highfive, vas onfire). Algunos turistas lo vieron, decidieron imitarlo, y como monos que somos todos a tener nuestra montañita allí. Al final queda una postal preciosa, la verdad es tanta.

Al parecer los budistas tántricos o tibetanos son muy aficionados a hacer montoncitos de piedras en lugares que consideran sagrados. Y que casi todos ellos tienen algo que ver con la naturaleza (si conocéis algo de los budistas entenderéis por qué). Por ejemplo cerca de lagos, en medio o en lo alto de algunas montañas...

¿Qué pretenden con esto? Pues realmente nada. Simplemente mostrar su "respeto" hacia ese lugar en equilibrio con la madre naturaleza. Aunque a veces también las usan para rezar alrededor de ellas y hacer sus oraciones. 

Se comenta que son formaciones muy típicas en zonas cercanas a la práctica  del budismo tibetano. Tal vez en vuestro pueblo, si es un lugar de la sierra o en algún viaje que hayáis hecho por la montaña habéis encontrado algo parecido. 

En tibetano llaman a estas formaciones de cantos rodados amontonados mani. Se llaman así por la expresión Om Mani Padme Hum, que como seguro que ya sabéis es un mantra. Los mantras son oraciones que se cantan o piensan melódicamente y con un ritmo determinado reiteradamente para poder dejar la mente en blanco y "meditar".

Os animo a que probéis a repetir "Om Mani Padme Hum" mil veces hablando con tranquilidad en una posición cómoda. Los primeros minutos da dolor de cabeza porque estarás pensando en todo lo que tienes que hacer y estás ahí haciendo el gilip****s. No te faltará razón, pero el mantra no tiene culpa de eso. Al rato, y con práctica, son realmente efectivos en situaciones de estrés o de inquietud espiritual. Palabra de meditador semiprofesional que soy. 

Como dato curioso encontramos que la montaña de manis más grande del mundo podéis verla en cuanto paséis por el monasterio de Jyekundo, en la provincia de Qinghai (oeste de China).

Aunque esa no es tan cuqui y tan modosita como las de la foto. Allí los fieles han ido echando piedrecitas en un montón desde hace doscientos años, y el "montoncito" tiene ahora, agarráos, veinticinco mil millones de cantos rodados. O eso es lo que se estima, porque dudo que alguien los haya contado jajaja. Y si ha sido así y ha sido el trabajo de algún budista durante años, que le hagan un monumento a ese hombre (uno de cantos rodados, obviamente). 

Y toda esa historia está muy bien, ¿pero qué pinta eso en mitad de Yosemite?

Pues a ver, aparte de que con la globalización uno ya puede encontrarse cualquier cosa en cualquier sitio, hay que recordar que hablamos de un Parque Natural que es Patrimonio de la Humanidad y con más de cuatro millones de visitantes al año. Por estadística algunos budistas tienen que pasar por allí. 

Sin ir más lejos, tenemos este fenómeno también en muchas zonas de casa, aquí en España, cerca de Puente la Reina (la de Huesca). En el mismísimo Camino de Santiago encontramos estas formaciones de cantos rodados. Muy espiritual para el caminante, desde luego...

Así que... ¡Buen camino!

Keep in touch bro's!

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