Grecia. Primera parada: Tesalónica

Cuando escuchas «Grecia», ¿qué te viene a la cabeza?

No leo la mente (aún), pero creo que, como pensaba yo antes de venir a estudiar aquí y antes de que viajara más, te vendrán a la cabeza estas cosas: isla, playas, verano, vacaciones, sol y otras palabras similares.

Grecia es especial y preciosa para pasar unas vacaciones, un fin de semana perfecto o para, incluso, vivir.

Esta es la primera vez que veo Grecia (sin contar esa vez que fui a Creta) y, también, que voy a vivir un periodo de tiempo aquí, aprendiendo la cultura griega, su historia y otros datos que no sabía.

Como vine aquí con el programa Erasmus+, tengo la oportunidad de estudiar a Grecia desde dentro, aparte de tener el momento más bonito de mi vida.

Creo que la vida nos da muchas oportunidades, pero, de alguna manera, las perdemos. Sin embargo, tenemos la oportunidad de hacer algo importante o alguna locura en nuestras vidas que nos marcarán para siempre.

Ser estudiante es una de las etapas más bonitas de nuestra vida. ¿Por qué? Porque tienes la libertad de hacer cosas increíbles sin pensártelo mucho. Como solicitar un año Erasmus.

He sido estudiante Erasmus tres veces en tres países diferentes y puedo decir que fueron los mejores momentos de mi vida como joven adulta.

He aprendido tantas cosas, he desarrollado mis habilidades y aprendido otras, he descubierto sitios, culturas, comidas, tradiciones, nuevas formas de pensar y ver las cosas, he hecho cosas de diferentes formas... Tantas que no me acuerdo de todas... ¡Pero el resultado es realmente increíble!

¡Puedo afirmaros que este tipo de experiencias te cambian la vida para siempre!

Bueno, como he dicho antes, esta es mi primera vez en Grecia. Antes de ir a Ioánina, fui primero a Tesalónica. Era mi primera vez en este sitio y estaba muy feliz porque una de mis amigas me dijo que podía ser mi guía, aparte de dejarme alojamiento. Es muy humilde y una persona increíble. La conocí el año pasado en Praga, República Checa, en otro Erasmus. Como ya he dicho, las cosas que pasan en el Erasmus cambian tu vida para siempre. Gracias a ello ahora tengo amigos para siempre y eso me hace feliz, porque están por todas partes. ¿Cómo de guay es eso? Vale, paro que me desvío. Llegué a Tesalónica, la segunda ciudad más grande de Grecia y la capital de Macedonia. ¿Sabes cual es la capital número 1 en Grecia? Bueno, supongo que sabes que es Atenas, pero eso es otra historia.

¿Por dónde íbamos? Ah, sí, ¡Tesalónica! El nombre viene de Θεσσαλία y νίκη, traducido como «victoria tesálica». El nombre viene del nombre de una princesa, Tesalónica de Macedonia, media hermana de Alejandro Magno. Descubrí esto nada más visitar la ciudad, pero sí que sabía algo de Alejandro Magno, ya que allí hay una estatua de él.

Estuve en Tesalónica 3 noches y 2 días y me lo pasé muy bien.

Esta ciudad está llena de vida por el día y por la noche. Soy una «chica diurna», si es que se dice así, y me gusta explorar la ciudad desde la A a la Z, o como dirían los griegos, de la A a la Ω (alfa y omega). Sentía que tenía mucha suerte de estar con mi amiga porque cada experiencia es mejor con un amigo y, además, ella es griega y vive allí. ¿Qué más puedo pedir? Me enseñó las mejores cosas que puedes ver en dos días, caminamos un montón por la ciudad, vi los sitios turísticos más importantes y lo pasamos genial. Quedar con tus amigos después del Erasmus es maravilloso, en serio, es un sentimiento genial, te pone muy feliz.

Tesalónica es una ciudad grande que tiene todo lo que necesitas y, al mismo tiempo, es relajante y tranquila. Me pareció perfecta porque me gustan las ciudades grandes, donde pasa de todo, hay acción, muchas oportunidades, actividades, compras (claro, me encanta comprar) y con muchos sitios turísticos. Puede ser tranquila porque hay mar y puedes dar un paseo encantador por allí. Por cierto, en un día hice más de 13 000 pasos por la ciudad y decidimos ir a casa caminando desde el centro. El paseo nocturno era perfecto, aunque fuese tranquilo (era mediados de febrero), de verdad, qué chulo. Esta es una de las cosas que más me gusta hacer, caminar por la tarde o por la noche cerca de mar o, si no hay mar, simplemente caminar, relajarme, dejar de pensar.

Cerca del centro de la ciudad puedes ver la Torre Blanca. Parece una fortaleza y, de hecho, lo fue durante el medievo. Junto a los alrededores de la zona se podría decir que es el casco antiguo. Tienes unas vistas preciosas desde ahí, puedes ver el mar y el centro. Esta torre es un museo arqueológico, donde tienen guardados diferentes artefactos de antiguas épocas de Grecia. Mi amiga me dijo que esta torre solía ser una fortaleza que mantenía a presos, es decir, que era una cárcel. Sin embargo, lo único que queda es la torre y si te acercas puedes ver las partes destruidas. Es una de las principales atracciones turísticas, pero claro, también hay más museos como el Museo para la Lucha de Macedonia, el Museo de Arte Popular y Etnológico de Macedonia y Tracia, la Galería de Arte, el Centro de Ciencia y Museo de Tecnología de Salónica y la gran Feria Internacional del Comercio.

Si sigues recto desde la Torre Blanca encontrarás el corazón de Tesalónica. Mientras caminaba me sorprendía por todos los sitios sofisticados que hay para comer, tomar un café o un simple bar. En serio, los griegos son los mejores en esto.

Estábamos buscando algún sitio chulo para comer porque nos moríamos de hambre y tras un viaje largo, lo único en lo que pensaba era en cenar. Caminamos, caminamos y seguimos caminando hasta que encontramos un sitio superagradable (griego, por supuesto) al que ellos llaman «taverna». ¡Tienen buena comida con música en directo! La primera noche en Grecia: música en directo y buena comida, ¡bingo! Había un buen ambiente, estaba muy feliz y agradecida por tener la oportunidad de experimentar todas estas cosas. Quizá haga un blog especial sobre este sitio y hable de cómo era, la comida, todo. Un pequeño dato... No podía creer que después de pedir tantos platos y después de estar tan llena (y feliz) ¡nos traerían postre! Sí, como lo oyes... ¡Postre gratis! Nos dieron helado con sirope de algo. Bueno, no me acuerdo de cómo era, pero era una combinación perfecta. Entonces me dijo mi amiga que lo normal después de pedir comida era dar postre y en cada restaurante hay un postre diferente. Yo ya estaba en el cielo. Tengo debilidad por lo dulce, sí, me pillaron. La música era perfecta, tuve una cena genial con mi amiga y disfruté del tiempo que pasamos juntas en mi primera noche en Tesalónica.

El segundo día era sábado, así que teníamos el día entero para ver cosas y relajarnos. Aprendí mi palabra favorita en griego: "xalara" (relajarse). Me lo digo todos los días. Fuimos a pasear por la ciudad y me apetecía irme de tiendas porque había rebajas (mi época favorita del año), pero, como he dicho, los sitios turísticos son más importantes. Y tenía razón, la ciudad era encantadora durante el día y también por la noche. Hacía sol y se estaba bien, podría estar sentada en una cafetería y disfrutar del resto del día. Entonces me llevó a una cafetería bastante chula que estaba en uno de los restaurantes más caros y sofisticados de Tesalónica (supongo que el más caro), se llamaba Electra Palace Hotel. Las vistas eran increíbles, enserio, podía ver el mar, la plaza y otros sitios. Era un buen sitio para un café. Os sugiero que vayáis si estáis en Tesalónica, os gustaría, era perfecto. El sol se reflejaba en el mar, se sentía la calma, había paz y estaba muy feliz, como he dicho antes, me podría haber sentado allí horas y horas sin cansarme de ese sitio y de esas vistas.

El café también estaba bien y nos dieron postre y agua gratis, era maravilloso. Sé que quizás penséis que exagero, pero he aprendido que en esta vida las pequeñas cosas son las que más feliz te hacen. Oficialmente era un día perfecto, pero eso solo era el principio. Después de ese precioso momento, cogimos un bus y fuimos al castillo.

Por cierto, la manera más fácil de ir a Tesalónica es por bus, supongo que en Grecia es el mejor medio de transporte. En la ciudad, un billete para estudiantes solo de ida cuesta 0, 60 céntimos, para adulto 1, 20 o incluso 2 euros. Por la noche los precios cambian, así que para estudiantes el precio sube a 1, 20. No es mucho, ¡pero mejor ser estudiante! Cogimos el bus en el centro y fuimos al casco antiguo, donde está el castillo de Tesalónica, también conocido como "Heptapirgión" o "Yedi Kule". El casco antiguo se llama "Ano Poli". La ubicación del castillo hace que la ciudad, el puerto y el mar Egeo tengan unas vistas preciosas. Puedo poneros más datos históricos si os interesa, como el hecho de que el castillo se construyó en el sitio donde estaba la antigua Acrópolis, fundada por Casandro de Macedonia en el 316 a. C. Los muros del castillo que aún podemos apreciar son del siglo IV d. C., cuando el emperador bizantino Teodosio I el Grande fortificó la ciudad. Aún parece que está en buen estado y, por supuesto, la vista es increíble. Os pondré fotos, me encanta hacer fotos con el castillo y las vistas.

Es interesante que Tesalónica y también Ioánina tengan castillos. Es algo que me encanta de una ciudad, me da la impresión de que la historia aún está viva y que, de alguna manera, soy parte de ella.

Como he dicho, hacía buen día, así que hicimos un descanso en el castillo, nos sentamos en un banco a disfrutar del sol y de una buena conversación. Después vimos más cosas turísticas, pero como sabéis, cuando te lo estás pasando bien el tiempo vuela. Volvimos al centro, pero de una manera diferente. Fuimos por calles pequeñas (típicas de Grecia) y vi todas las casas de la zona. La arquitectura era muy interesante y casi cada casa era diferente. Son muy bonitas, como en las películas, típicas de Grecia. Caminamos e hicimos muchas fotos. Me hizo una con la iglesia de Santa Sofía, la iglesia bizantina más grande y más famosa de Tesalónica. Me gusta ver iglesias y comparar sus arquitecturas y sus diferencias estilísticas.

Fuimos a la ciudad, otra vez, y vimos un montón de cosas interesantes por el camino. Nos fuimos de compras y al final llegó la hora de la cena. Intentamos encontrar un sitio perfecto para nosotras; buscamos y encontramos uno bastante guay, cerca del mar y muy sofisticado (a lo mejor escribo sobre él). Tenía un estilo marinero. Los camareros estaban vestidos de marineros y todo el sitio estaba decorado en ese estilo. Un sitio muy chulo, me encantó. No es muy típico de Grecia, pero era moderno y muy elegante. Pedimos un marisco que estaba delicioso. Cuando nos sirvieron nos pusimos supercontentas. Nunca había probado algo así de bueno... Necesito escribir un blog aparte sobre esto. ¡No os lo podéis perder!

Me entra hambre al ver la foto otra vez. Creo que este plato llevaba calamar, tomates y berenjena machacada. ¡Delicioso! ¡Este restaurante era el mejor! Escribiré la reseña cuando me acuerde del nombre del restaurante. Es que es perfecto, se me hacía la boca agua con todo lo que pedía, era como una riquísima explosión de sabores en mi boca. También pedí gambas fritas con salsa, calabacín frito y más cosas. Nunca había probado el marisco cocinado así y las combinaciones eran perfectas. Como quiero volver pronto a Tesalónica, volveré a escribir sobre este sitio y pondré más fotos de lo que tienen y de lo que deberíais probar.

Bueno, continuemos.

Tras la cena, fuimos a dar un maravilloso paseo por el mar, era una noche perfecta. De camino a casa vi monumentos y arte moderno. El monumento estaba hecho en honor a Alejandro Magno y el arte moderno era un sitio lleno de paraguas. Luego pondré fotos.

Y llegó el domingo, mi "día xalara" (mi día relax) y fue genial, lo pasé con mi amiga, fuimos a por un café a un sitio muy agradable. Me encantaría recordar todos los sitios a los que fui, pero no sabía que iba a escribir estos blogs. Me entendéis, ¿no? De todas maneras, fue un día precioso, buen café, conocí a una amiga de mi amiga, hablamos de muchas cosas, incluso de Ioánina. Esta amiga había estudiado en Ioánina, así que le pregunté muchas cosas. Fuimos a casa y tuve una cena encantadora con la familia de mi amiga, eran muy simpáticos, humildes y cariñosos. Lo pasé genial con ellos.

Después de la cena me preparé para mi nueva aventura: Ioánina.

Cogí el bus en la estación desde donde salen buses para viajar por toda Grecia. Pagué 30 euros de Tesalónica hasta Ioánina, pero si hubiera tenido mi carné de estudiante (PASO), habría pagado 15 euros. Sí, se nota la diferencia. En las 3 horas y media de bus estaba muy emocionada por llegar y ver cómo era. Para más información de Ioánina y de mi vida como estudiante, mira mis otros blogs.

Estoy planeando ir a Tesalónica pronto, así que os actualizaré este blog con más información y más fotos.

¡Nos vemos pronto!