Esquiando en La Covatilla
Hola a todos hoy os voy a contar lo que hice ayer martes con mi novio. Estuvimos en la Covatilla en Béjar esquiando. Yo llevaba muchos años ya sin esquiar y me hacía mucha ilusión volver a retomar el deporte la verdad que no se me da nada mal pero sí que es cierto que lleva seis años sin probar el esquí he querido ir pero no se me daba la ocasión, siempre por una cosa o por otra nunca podía ir, pero bueno, este año ha sido el bueno y he podido por fin disfrutar de un deporte que verdaderamente me gusta mucho.
Como ya os digo ayer estuvimos en la Covatilla, en Béjar, hace no mucho hice una entrada para contaros lo bien que nos lo pasamos mi chico y yo con los trineos por este puerto de montaña de la ciudad de sus abuelos. Os voy a contar desde primera hora todo lo que hicimos y cómo fue el transcurso del día, pensaba que me iba a costar bastante volver a cogerlo y a manejarme, pero de eso nada, de hecho me fue bastante bien en la primera pista. Nos tiramos por una verde para tantear el terreno y ver cómo se me daba, lo primero que quería hacer era coger confianza en mí misma para poder tirarme por diferentes niveles de pistas, no me costó en absoluto y a la primera ya estaba muy confiada, esto del esquí es como montar en bici, nunca se olvida. Después nos tiramos por azules y rojas, poco a poco subiendo de nivel. Mi chico esquía muy bien, sí que es cierto que ha esquiado más veces que yo, pero tampoco muchas más, se le da muy bien y además le gusta mucho.
Nos despertamos a las 7 de la mañana para ir con tiempo a Béjar, desde Salamanca no se tarda más de una hora al pueblo, luego es cierto que hay que subir al puerto de montaña pero tampoco se tardan más de 15 minutos. El horario de las pistas es de 9 de la mañana a 4 y media de la tarde que es el último remonte, es decir, la última vez que puedes subirte en él telesillas para bajar esquiando. Como ya os digo, nos despertamos a las 7 y a las 7 y media estábamos saliendo de casa rumbo Béjar. El día no pintaba muy bien, pero escogimos ese día ya que si no el miércoles, o sea hoy, iba a haber mucha más gente e iba a ser imposible meterse a esquiar debido a que la gente a partir de hoy suele estar de vacaciones, pero lunes y martes de Semana Santa casi todo el mundo trabaja.
Según íbamos en el coche nos iba lloviendo durante todo el camino, hacía bastante mal día y nuestras caras lo decían todo, pensábamos que iba a ser un poco complicado poder esquiar sin que lloviese, nevase o hubiera ventisca. A las 8 y media estábamos en Béjar cogiendo todo el equipo para esquiar que estaba en casa de los abuelos de mi novio, Una vez que cargamos el coche con todo lo necesario nos pusimos rumbo a La Covatilla. Por cierto llevábamos comida y ropa de repuesto, íbamos bien equipados con todo tipo de suministros. Siempre que vayas a esquiar o de excursión a cualquier tipo de montaña os recomiendo que llevéis agua siempre y algo de comer, a parte de algún que otro calcetín de repuesto, camiseta y pantalones por si las moscas, nunca se sabe si puedes llegar a acabar empapado de agua.
La noche de antes estábamos temiendo por el día que fuera a hacer, ya que en principio el día que íbamos a esquiar iba a ser el miércoles, no el martes, pero finalmente surgió de esta forma y además no solo eso, sino que también pensamos que al ser comienzo de Semana Santa iba a haber menos gente que yendo ya comenzada la semana a partir del miércoles, ya que iba a ser ese día en el que todo el mundo estaría de vacaciones y fuese a esquiar. Por esa razón también pensamos que sería mejor cuanto antes, el lunes no vinimos debido a que llovía bastante y sí que no iba a ser buena idea, sin embargo para el martes no daban muy buen día tampoco pero finalmente nos acabamos sorprendiendo. Según las estimaciones del tiempo había un 60 por cierto de posibilidades de lluvia, mientras que el miércoles iba a estar mucho mejor, mucho menos del 50 por cientro de posibilidad, pero bueno nos arriesgamos al martes y al final salimos ganando, no había casi gente y encima hizo buen día, qué más se podía pedir...
Como ya os decía, la temperatura pintaba bien, hacían unos 2 grados bajo cero y parece que el día iba a ir mejorando según transcurriese la mañana. Cuando llegamos a la cima y aparcamos el coche vimos que éramos de los primeros en llegar, eran más o menos las 9 menos diez y parecía que íbamos a inaugurar pistas. Lo primero que hicimos después de aparcar fue coger todo lo necesario, esquís, ropa de esquiar, gafas, gorros, y todo lo que fuera a hacernos falta. Nosotros por ejemplo en vez de llevar mono llevábamos unos pantalones de esquí con unos leggins debajo para no pasar frío y el corta vientos más un buen polar debajo y otras tantas camisetas. El tema de los calcetienes es bastante importante, es necesario llevar alguno que otro de recambio por si acaso, pero no solo eso, si no que también llevamos unos cuatro o cinco en cada pie, a mí personalmente me parece mucho más cómodo esquiar con más calcetines y por otro lado es más complicado que se te moje el pie.
Cuando nos pusimos toda la equipación y cogimos la comida que teníamos metida en una pequeña mochila, muy cómoda para esquiar por cierto, fuimos andando poco a poco hasta llegar a la caseta donde se sacan los forfait. Para aquellos que no sepáis lo que es, es una especie de abono para esquiadores, puedes sacarlo de un solo día o puedes también cogerlo por días o por semanas, según cuanto quieras esquiar. Bueno, en cuanto a precios, ahora como estamos en temporada baja cuesta 30 euros por adulto, los niños es más barato, no sé exactamente cuánto pero sí que sé que el precio es menor. Bueno pues nosotros cogimos un forfait para cada uno, pagamos el dinero y pudimos esquiar dentro del horario permitido, de 9 de la mañana hasta las 4 y media que es el último remonte, o dicho de otra manera la última vez que se puede subir al telesillas para poder esquiar.
Os recomiendo que os llevéis siempre algo de comer cuando vayáis a esquiar ya que en los restaurantes de pistas suele ser bastante caro comer, aunque bueno, si no quieres cargar con la comida durante todo el día sí que está bien comer allí. Nosotros como solo éramos dos no nos importaba llevarlo ya que dos bocadillos para cada uno tampoco pesaba una barbaridad.
Caminar con botas de esquí no es lo más cómodo del mundo, para que nos vamos a engañar. Es bastante incómodo y cuánto menos tengas que andar con ellas puestas mejor, si no quieres tener moretones al día siguiente... Todas las veces que he esquiado he acabado con los pies súper doloridos y llenos de golpes, no porque las botas me quedaran pequeñas ni nada por el estilo simplemente porque son incómodas y al hacer fuerza esquiando salen moretones si no las llevas bien sujetas. Por eso os decía previamente lo de llevar bastantes calcetines en cada pie, realmente ayuda, yo por ejemplo hoy tengo dolor de pies pero tampoco una exageración para no salir de la cama en todo el día, nada de eso. Ya sabéis cuál es la solución para que al día siguiente no se os caigan los pies a cachos.
Bueno pues llegados al punto de tener todo listo arriba, con él forfait incluido, los esquíes puestos, los bastones bien agarrados y el gorro con unas gafas de esquiar o de sol, era el momento de estrenar la nieve. Parece mentira después de llevar tanto tiempo sin esquiar y que no se me olvidase, yo verdaderamente pensaba que no iba a recordar ni siquiera cómo ponerme los esquís. Lo primero que hicimos fue tirarnos por una verde, muy facilita para que yo viese mi seguridad, y probase poco a poco. No me costó nada, la siguiente fue directos a la azul, antes de seguir contándoos mi día voy a contaros cómo va el tema de las pistas de esquí, ya que para los que no hayáis esquiado eso de verde, azul y rojo os debe estar sonando a chino. Aquí tenéis un pequeño esquema.
- En primer lugar tenemos las pistas verdes, estas pistas son las más fáciles que hay, son normalmente muy cortitas y nada de empinadas, están hechas para principiantes.
- En segundo lugar tenemos las pistas azules, estás son un nivel más alto y son más largas a la hora de bajarlas, tienen poquita rampa y no tienes que ir pendiente de la velocidad ya que haciendo unos cuantos giros te haces con la pista. Incluso a veces tienes que empujarte con los bastones ya que no se coge bastante velocidad. No son peligrosas, a mí personalmente me gustan mucho ya que me siento muy cómoda bajándolas.
- En tercer lugar tenemos las pistas rojas, estas son un poquito más complejas, mejor dicho, bastante más complejas. De las azules a las rojas hay bastante cambio, se nota a la legua cuando estás bajando una y cuando estás bajando la otra. Para bajar por rojas has tenido que esquiar más de una vez, en un primer día es prácticamente imposible y nada recomendable bajar por una pista de este calibre. Suelen tener giros cerrados a veces y la rampa es mucho más empinada que la azul, a mí me gustan pero voy mucho más tensa que de normal, me siento menos segura vaya.
- En último lugar tenemos las pistas negras, estas son las más complejas. En La Covatilla no hay ninguna de este calibre, son todas verdes, azules o rojas pero negras no hay. Estas son ya de profesionales, personas que llevan en el deporte mucho tiempo y tienen la confianza y seguridad de poder esquiar por zonas extremadamente complejas y a veces peligrosas. Las pistas negras se caracterizan por tener grandes rampas, muy empinadas. Yo creo recordar que nunca antes me he tirado por una negra entera, no me veo con la confianza suficiente de hacerlo.
Por último en cuanto a los niveles de las pistas he de decir que no siempre tiene por qué ser una pista toda de un nivel, a veces se van alternando. Quiero decir que por ejemplo una pista roja puede tener tramos azules y viceversa, al igual que muchas pistas rojas pueden tener tramos de negras. Yo por ejemplo cuando estuve esquiando en Andorra me acuerdo que me llegué a tirar por una pista roja con tramos de negra, que creo recordar que acabé bajando de culo jaja.
Ahora que tenéis una ligera idea de cómo va el tema de pistas ya os puedo seguir contando como fue el transcurso del día. La verdad que alucinamos bastante con el tiempo, no sabíamos que nos iba a hacer tan buen día, no hacía sol pero no había viento ni llovía como pensábamos que iba a llover, y menos mal. Todo esto os hablo de primera hora de la mañana cuando llegamos allí y nos tiramos unas cuantas veces. El buen tiempo nos duró hasta la 1 de la tarde, a la hora de comer empezó a hacer un montón de niebla y no podíamos ver absolutamente nada a más de cinco metros, fue un poco agobiante, creo que no había visto tanta niebla junta en toda mi vida. Pero bueno la mañana se nos dio super bien, esquiamos muy a gusto además se puede decir que estábamos solos en las pistas, una auténtica maravilla la verdad.
Desde las 9 de la mañana hasta las 12 y media estuvimos esquiando sin parar, se nos pasaban las horas súper deprisa, se nota mucho cuando haces algo que verdaderamente te gusta, el tiempo pasa volando.
A las 12:30-13:00 más o menos paramos para comer, nos fuimos al restaurante que había en la caseta de abajo, al lado de donde habíamos sacado el forfait y sacamos los bocadillos y la botella de agua para hacer la comida en ese restaurante. Había bancos fuera, donde la gente se podía sentar a comer, bien su propia comida o comida del restaurante, los bancos eran públicos para todo el mundo. Estuvimos ahí un buen rato descansando también, ya que llevamos desde las 9:00 de la mañana sin parar. Una vez que acabamos de comer volvimos a intentar retomar el esquí pero nos dimos cuenta que había una buena capa de niebla y que no se veía a más de 5 metros. Era prácticamente imposible caminar a gusto, sin chocarse con algo. Decidimos subir y ver cómo estaba la cosa arriba, pero en qué hora lo hicimos... Estaba incluso más nublado y la niebla nos impedía esquiar con normalidad. Parecía una película de miedo.
Cuando estábamos arriba y vimos que no podíamos bajar nos quedamos sentados en un lado de la pista esperando que se pasará la niebla, estuvimos ahí sentados como 10 o 15 minutos pero nada, no se iba. Seguía muy nublado había muchísima niebla y es que es cierto que no se veía a más de 5 m, y claro es que asi es super peligroso esquiar por lo tanto decidimos quedarnos ahí hasta que se fuese un poquito la niebla pero como no se iba, finalmente tuvimos que bajar esquiando un poco a tientas porque ya os digo era imposible...y ni siquiera bajaban esquiadores debido a que en estas condiciones era prácticamente imposible esquiar y además bastante peligroso.
Después de llevar un buen rato arriba y por fin bajar la pista nos quedamos un rato sentados al lado de los bancos de al lado de la caseta ya que estábamos un poco mareados, yo nunca antes había esquiado con tanta niebla y verdaderamente no lo recomiendo. Nos compramos algo de beber y nos quedamos ahí a ver si se pasaba la niebla, era una pena no poder esquiar a gusto por la niebla... Qué rabia
Bueno por lo menos he de decir que a la media hora, más o menos sobre las 3 o así la niebla comenzó a disiparse y pudimos retomar el esquí más o menos con normalidad poco a poco había menos niebla hasta que se pudo ver con casi total claridad, cuanto más arriba subíamos más niebla había pero bueno, por lo menos ahora veíamos algo y podíamos ver a más de 5 metros de distancia. En el telesilla por ejemplo cuando subimos la anterior vez con la niebla no podíamos ver dos telesillas seguidos, veíamos el de delante nuestra pero malamente, sin embargo la siguiente vez, cuando os digo que empezó a verse bien en el telesilla se veía bastante bien, incluso hasta el quinto telesillas por delante de nosotros.
Poco a poco se fue viendo más y más y pudimos esquiar hasta el último remonte de las 4 y media de la tarde, nos tiramos un par de veces por pistas rojas y azules hasta que cerraron la veda. Finalmente a las 4 y media pusimos rumbo al coche poquito a poco, andando con dificultad ya que las botas no nos permitían ir deprisa y además a eso hay que sumarle el cansancio que teníamos después de todo el día sin parar.
Creo que los esquiadores me entenderéis cuando diga que quitarse las botas es una de las mejores sensaciones del mundo, el hecho de estar todo el día con las botas puestas hace que se te queden los pies muertos y doloridos como ya os contaba antes. Bueno, pues nosotros una vez que llegamos al coche lo primero que hicimos fue quitarnos todo el equipo. Guardamos todo en el maletero y pusimos rumbo a Béjar a dejar el equipo. Después de esto fuimos a tomar algo a un bar y ya después fuimos directos a Salamanca.
En resumen ha sido un día genial, me ha gustado mucho esquiar después de tantos años, lo echaba mucho de menos, siempre ha sido una de mis grandes pasiones pero los últimos años no he tenido la oportunidad de hacerlo.
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