Tradiciones de Semana Santa en Salamanca

Si bien es cierto que la celebración de Semana Santa más famosa es la de Sevilla, la de la Salamanca bien merece reconocimiento. Salamanca se llena de turistas todos los días del año, no obstante, la Semana Santa destaca como uno de los eventos más importantes que mayor número de turistas atrae a la ciudad después de la Nochevieja y la Nochevieja universitaria.

¿Cómo se celebra la Semana Santa en Salamanca? ¿Cuáles son sus tradiciones? Mientras que en Hungría, mi país, celebramos un desayuno tradicional de Semana Santa, pintamos huevos y hacemos el "riego" (que consiste en que los chicos tiran agua a las chicas o, en la actualidad, les echan perfume), aquí la Semana Santa gira en torno a dos cosas: las procesiones y las torrijas.

Las procesiones consisten básicamente en desfiles conmemorativos por el casco antiguo de la ciudad. Cada cofradía organiza su propia procesión, que normalmente sale de su propia iglesia y llega a la Plaza Mayor y junto a las Catedrales. Todo el mundo participa en la procesiones, niños inclusive, ya sea en el desfile llevando velas y cruces o llevando los pasos, que son esculturas de madera que narran imágenes de la Pasión de Cirsto o la Virgen María. Otra particularidad de este evento es llevar el capirote que cubre al completo la cabeza de la persona que lo lleva dejando visible solo los ojos. Esta vestimenta se ha llevado en las procesiones españoles desde el principio de los tiempos. Suena música de diferentes tipos que acompaña la marcha de la procesión.

Las procesiones en Salamanca, y en toda España, han tenido lugar durante toda la semana, pero debo admitir que no he tenido mucho interés en verlas hasta ayer cuando vi una foto en la guía turística informando de que una procesión salía de la catedral a las 12 am., así que cambié de opinión en el último momento y fui a verla con mi novio. Por supuesto, no había forma de acercarse a la catedral, pues a esa hora ya estaba abarrotada, así que miramos la ruta de la procesión en la guía y fuimos a un punto de la ciudad que no era tan turístico. La procesión llegó a ese punto sobre las doce y media y cuando nos fuimos a la una y media, por el frío que hacía, la procesión iba aún bastante lejos del final, por lo que no podumos ver el paso de la Virgen María, considerado por lo general el mejor. Aún así, sí vi lo suficiente como para que este fenómeno me sorprendiera. Tampoco es que me encantara porque no soy una persona religiosa, pero sin duda se trata de una experiencia intersante. El ver a toda la ciudad en la calle, esperando con atención a ambos lados, desde abuelos a bebés por igual, me hizo reflexionar sobre lo grandes que pueden llegar a ser las diferencias culturales, aún cuando se trata de la Semana Santa que es una festividad celebrada en todos partes.

Los trajes son oscuros porque conmemoran la muerte de Jesucristo.

Otra de las tradiciones de la Semana Santa en España son las torrijas. Se trata de unos dulces especiales, a los que muchos se refieren como "tostadas dulces", que se elaboran y se comen especialmente en este momento del año. Yo las probé ayer, pero solo di dos bocados, pues estaba muy llena después de haber tomado dulce de leche, aún así las torrijas tampoco serían mi postre favorito aunque sin duda es un postre muy popular entre los españoles.

Aquí os traigo la receta, que es muy fácil, por si os gustan o sois de los que experimetan en la cocina.

Ingredientes:

• 20 rebanadas de pan
• 1, 5 l de leche
• 6 huevos
• 1 l de aceite de oliva
• 250 g de azúcar
• corteza de limón rallada
• 1 pizca de canela

Preparación:

Se empieza mezclando la leche con el azúcar, la corteza de limón rallada y la canela. Calienta la mezcla en una cacerola hasta que los ingredientes se mezclen perfectamente. Deja que la mezcla resultante, una especie de leche dulce, se enfríe a temperatura ambiente.

Cuando la leche esté lo bastante fría, moja las rebanadas de pan en la leche y verte por encima la leche sobrante. El siguiente paso es remojar cada rebanada en un bol con los huevos batidos y freirlas en una sartén con abundante aceite. Es importante esperar hasta que el aceite esté caliente para que no se queme el pan.

El paso final es espolvorear cada rebanada abundante azúcar y canela. Ya lo tienes, las torrijas están listas para servir.

Como podéis ver Salamanca también tiene sus propias tradiciones de Semana Santa que merece la pena ver o saborear al menos una vez en la vida.

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