Top 5 lugares que ver en Ciudad Rodrigo

¡Hola un día más! Hoy querría hablaros sobre la ciudad de Castillo Rodrigo, una ciudad en Castilla y León que lo visité en mi viaje a Portugal. Es una ciudad con un casco histórico muy bonito, detallado muy completo. Por eso, hoy quiero deciros los cinco lugares imprescindibles para ver en Castillo Rodrigo. Os puedo jurar que no tienen desperdicio.
¡Espero que os guste!

Top 5 rincones para visitar en Ciudad Rodrigo

1. El Río Águeda

Sin duda, una de las paradas obligatorias es el Río Águeda, punto desde donde se empezó a construir la ciudad. Está situado al sur de la ciudad, pero justo al lado del casco viejo.

El río, al ser tan ancho, está compuesto por pequeñas deltas e islas, lo cual lo embellece más. Justo debajo del Castillo de Enrique II, una edificación muy importante de Rodrigo y muy emblemática (sus vistas al río desde el ático son insuperables), existe un puente romano, y desde ahí se pueden observar claramente las islitas que se encuentran en el centro del río, además de la variada vegetación que se encuentra ahí.

El acceso a las deltas es poco complejo, ya que existen estrechos senderos y una especie de "puente" en ambos lados. Dentro de las islas, hay varios chiringuitos y espacios de ocio. La orilla de las islas es lo más parecido a una playa, y los locales se suelen bañar aquí en verano. Indiscutiblemente, es la alegría de la ciudad. Estas islas son perfectas para tumbarse en la hierba, con la sombra de los árboles y los ruidos de los pájaros sobre el sonido del agua que fluye. Y, cómo no, el sonido de niños y perros vadeando por el río.

También hay pequeños senderos que recorren todo el territorio. Puede ser idóneo para dar un agradable paseo bajo la sombra (cosa que se agradece debido a las elevadas temperaturas en verano).

Es un espacio muy seguro y muy satisfactorio.

2. Las murallas de la ciudad vieja

Las murallas es algo que los ciudadanos de Rodrigo han conseguido mantener muy bien. Protegen toda la ciudad vieja, es decir, el casco, y están en tan buen estado que se nota desde muy larga distancia. Nosotros mismo nos dimos cuenta de ello todavía sin haber aparcado.

Cada una de las puertas que atraviesan las murallas tiene su propio nombre: Puerta del Conde, Puerta de Santiago, Puerta de la Colada, Puerta del Sol, etc. Y son pequeños y cortos túneles, aunque bastante oscuros.

A lo largo de toda la ciudad vieja, hay un camino construido encima de las murallas, y es posible dar toda la vuelta a la ciudad paseando por encima de las murallas. Las vistas son verdaderamente increíbles, se ven tanto la ciudad moderna, como el río, como todo el paisaje castellano. Algunos tramos están amurallados y otros están abiertos.

Sinceramente, los tramos abiertos dan a uno la sensación de estar liberado, de poder estirarse y poder correr. Pero los que están "cerrados" no hacen lo opuesto. Con esto quiero decir que aunque a veces parezca acrofóbico, es muy interesante y muy bonito pasear por los bordes de la ciudad, atravesando patios, pasando por al lado de ciprés, de paredes de edificios antiguos, etc. Es un mirador todo el tiempo, pero con diferentes planos. Y al estar cerrado, en lugar de sentirte liberado te sientes más seguro.

Eso si, en un espacio limitado, por eso digo que en los tramos abiertos se siente más liberado.

Durante todo el trayecto, hay puntos en el que se puede bajar de la muralla y adaptarse a la ciudad, adentrarse en las calles. Si lo vais a hacer, os recomiendo no desviaros cuando estéis en el vértice sureste de la ciudad. Esa parte no es muy atractiva, ya que no hay muchas atracciones turísticas y normalmente las calles están vacías, no suele haber nadie paseando.

Pero eso sí, disfrutad de la ruta por las murallas.

3. La catedral de Santa María y la Plaza Buen Alcalde.

Estas dos atracciones se encuentran al norte de la ciudad vieja, lo más cercano al moderno. (Nada más atravesar la Puerta de Amayuelas, al norte). La Catedral de Santa María es la más conocida de toda la ciudad, y fue construida en el siglo XII. Su exterior es precioso, aunque en algunos lados de sus fachadas haya hoyos de balas, procedentes de la guerra.

En su interior, dispone de más de cinco capillas, varios sepulcros, un altar precioso, un museo y galerías muy tranquilas. Justo al lado se encuentra una entrada muy abierta a las murallas, así que si fuera vosotros, aprovecharía. Pero a sus otros lados también se localizas otros puntos de interés, como por ejemplo del museo del Orinal.

Sí, como lo oís, el Museo del Orinal. Es un museo que exponen orinales y escupideras construidas durante la historia. Tienen más de mil piezas, y todas diferentes; no hay ni una sola repetida. Todos tienen sus dibujos particulares, sus colores particulares y su tamaño particular, Pueden ser enanas o gigantescas. Es algo muy asombroso.

Y para asombrosas también están las formas diferentes de los orinales, junto con los materiales que están hechos: jarrones, una especie de retrete sin agujero profundo, asientos con agujeros... hechos de porcelana, barro, cristal y una larga variedad.

Al este de la Catedral se encuentran la Capilla de Cerralbo y la famosa Plaza Buen Alcalde. El templo fue construido para ser un panteón, y dentro de una de sus capillas se puede ver el mausoleo de los marqueses Cerralbo. En cuanto a la plaza, ya había sido anteriormente un cuartel y un convento de monjas. En el siglo XX, esta plaza se nombró como "La Plaza Buen Alcalde", ya que el susodicho posee su lápida aquí. La plaza está rodeada de un edificio (el antiguo convento) de color blanco con los bordes amarillos, las ventanas azules y varios arcos por toda la zona cubierta. La plaza está adornada de robustos árboles con una hermosa fuente en medio.

Los martes, la plaza se llena de puestos de fruta y verdura, ya que se celebra un mercado. Es una magnífica oportunidad para conocer la fruta cultivada en la zona.

Esta plaza me gustó mucho, las paredes blancas con otros colores combinados me recordaron a algo que siempre pensé no verlo en persona.

Se parecía mucho a esas fotos que uno encuentra en internet y piensa: "Ojalá ir alguna vez ahí". Puede que muchos de esos deseos estén relacionados con playas paradisíacas, lagos de agua cristalina o calles de color pastel, pero esta plaza también me recordaba a algún pensamiento de esos.

Para algunos puede no ser para tanto, pero a mí me enamoró, era muy acogedor y muy especial. Lo tenéis que conocer.

También os recomiendo conocer los dos palacios que se encuentran justo detrás de la plaza: Montarco y Moctezuma. El Palacio Montarco fue construido hace más de quinientos años y actualmente está especializado en acoger y celebrar bodas, además de otros eventos. Tiene múltiples salones, un claustro central y unos jardines maravillosos, los cuales se llenan de luminosas luces y mesas en estos eventos. También es un hotel, por lo que cualquier turista puede gozar del palacio sin tener la necesidad de casarse.

En cuanto al Palacio Moctezuma, es actualmente la Casa Municipal de Cultura.

4. Las calles

Entre monumento y monumento, siempre os encontraréis con las preciosas y entrañables calles. Son muy antiguas y todavía conservan la atmósfera de aquellos años en el que se levantaron.

Muchas calles pueden estar totalmente descuidadas o incluso abandonadas y marginadas, pero otros siguen manteniendo su encanto después de muchos años, y la vida transcurre dentro de ella como una moderna cualquiera. La ciudad vieja de Rodrigo está abarrotada de tiendas, bares, restaurantes y hasta discotecas nocturnas, por lo que el ambiente aquí no es tan malo.

Entre todas las calles, también encontraréis capillas, muchas plazas, casas de marqueses y muchas iglesias, como San Agustín, San Pedro... Ciudad Rodrigo está conquistada por ellas.

De todos modos, las calles son algo por los cuales os deberíais dejar ser conquistados. La historia de Rodrigo es muy interesante además de intenso, y sus calles son testigo.

5. La Plaza Mayor

La Plaza Mayor se sitúa en el centro de la ciudad vieja, y es la plaza más larga de toda la zona, como su nombre ya indica. La plaza se encuentra llena de farmacias, joyerías, bazares y muchos bares. En verano, los bares sacan las terrazas afuera para que los locales y los turistas puedan gozar del sol mientras toman algo; a causa de esto, el cincuenta por ciento de la plaza es ocupada por las sillas y las sombrillas de esos bares.

En invierno, por otro lado, pocas veces veréis terrazas. En invierno, la plaza suele ser ocupada mayormente por coches aparcados, y aunque esto pueda parecer un obstáculo en el caso de que queráis pasear tranquilamente, la esencia de la plaza no se pierde en ningún momento.

Los colores de las casas que la rodean son mucho más bonitas y mejor cuidadas que en el resto de las calles de la ciudad. Todas tienen colores pastel, algunas de color rosa claro, otros amarillo ultra suave, otros beis, etc. No había color que me desagradara.

Pero las casas no son lo único que tiene para ofrecer la plaza, además de las terrazas de los bares, ya que aquí se puede localizar el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. Es un Ayuntamiento muy particular, ya que no he visto otro igual (o parecido) en mi vida.

Su fachada principal está formada por altos y anchos arcos, adornado con banderas y cañones en la entrada del edificio. No tuve la oportunidad de acceder a su interior, pero con su exterior ya me quedé lo suficientemente satisfecho.

Es un edificio muy bonito y curioso, y está muy cerca de otras atracciones como la Capilla de la Tercera Orden y el Palacio de los Águila, cuya plaza acoge cada año una feria medieval muy modesta e interesante.

¡Y con esto termina nuestra visita por Ciudad Rodrigo! Sin duda, es una ciudad muy completa y llena de anécdotas históricas. Cuenta con muchos lugares religiosos y también relacionados con la realeza. Pero tampoco nos podemos olvidar de los espacios de ocio como son las islitas del río.

En general, Rodrigo es una ciudad que se debe visitar al menos una vez en la vida. Y ya que estáis ahí, ¡Aprovechad el momento y adentraros por Portugal! Queda muy cerca de la ciudad.

¡Nos vemos en la próxima!

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