Saint Nazaire, mi destino Erasmus

Mi experiencia erasmus

En 2013 decidí que quería pasar un año de mi vida universitaria en el extranjero y mi destino erasmus fue Saint Nazaire. No fue mi primera opción, que en este caso fue Burdeos, pero el caso es que acabé allí. Lo que tenía muy claro es que quería ir a Francia o Bélgica, simplemente por el hecho de que dominaba mejor el francés que el inglés, o al menos eso pensaba yo. Siempre había querido vivir esa experiencia de la que todo el mundo habla maravillas, ya desde el instituto y cuando surgió la oportunidad, simplemente no la podía dejar escapar.

Acabar en Saint Nazaire al principio me pareció un gran fastidio (utilizando términos poco agresivos), pero con el tiempo le acabé cogiendo cariño al lugar. Para ponernos en situación… Saint Nazaire es una ciudad de unos 60.000 habitantes situada en el noroeste de Francia, en la misma desembocadura del río Loira. Pertenece a la Región del Pays de la Loire, y al departamento de Loire Atlatique. La ciudad fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial casi en su totalidad y actualmente se pueden ver muy pocos edificios antiguos. De interés no tiene gran cosa y hay que saber que es una ciudad con muy poco ambiente nocturno, donde la mayor parte de los que viven, se dedican a la construcción de barcos y de piezas de avión. Se trata de una ciudad con un campus universitario con muchos alumnos, pero a pesar de ello, el ambiente juvenil es muy escaso por el centro. El campus universitario y las residencias se encuentran a medio camino entre el centro ciudad y la playa, quedando dividida la ciudad en tres grandes zonas, el centro, el campus y Saint Marc, que es como se llama al barrio más próximo a la playa y podemos hasta decir que se trata de otro pueblo diferente.

La ciudad es la más tranquila que he conocido nunca, seguramente influenciado por lo que acabo de comentar, la gente joven está apartada del centro de la ciudad, pero como en todos los lados, hay un par de lugares donde se suelen juntar los estudiantes. La proximidad de Nantes, a menos de 1 hora en coche, hace que mucha gente prefiera viajar hasta la ciudad a la hora de salir de fiesta. Y al norte de Saint Nazaire, siguiendo por la costa, hay dos o tres pueblos con mucho más ambiente y a donde se traslada la gente los fines de semana.

La ciudad realmente parece un pueblo, ya que lo normal es encontrarse con casas bajas y hay pocos barrios con edificios de apartamentos. Se trata de una ciudad muy extendida, muy poco concentrada. Por la zona de las residencias universitarias y el IUT (Instituto Universitario Tecnológico), que es por donde vivía yo, se encontraba también la gran mayoría de los estudiantes. Para que os podáis hacer una ligera idea de lo extendido que esta Saint Nazaire, desde mi habitación en la residencia, hasta el centro de la ciudad, se tardaba en llegar 15 minutos en autobús o lo que es lo mismo, más de 30 minutos andando. Y desde el mismo punto de partida hasta la playa de Saint Marc, se tardaban 20 minutos a pie, aunque lo malo era volver, ya que era una cuesta interminable.

Ese maldito clima

En cuanto al clima, en esa parte de Francia no para de llover. Muy pocos fueron los días que no amaneció nublado el cielo y al final me acostumbré a ir andando bajo un chirimiri constante. Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que hasta el mes de Junio no empezó a hacer realmente buen tiempo. Aunque había algunos días que eran muy soleados, siempre había que ir con la chaqueta encima, ya que no en 5 minutos, lo que era una bonita tarde se podía volver una tarde de lluvia. Creo que eso fue una de las cosas que menos me gustaron de Saint Nazaire y en general de Francia, ese clima húmedo, frío, donde cada día que veía el sol, me alegraba como un niño pequeño. Los propios estudiantes que habían nacido en aquella zona, decían que se trataba de un clima horroroso (totalmente de acuerdo). Tan grave era el asunto, que creo que en nueve meses que pasé allí, me bañé en el mar tan solo tres veces, y las tres de los últimos días en la ciudad. Lo que si me gustaba, era bajar a la playa con los compañeros de clase, normalmente a una de las muchas calas pequeñas que había en la costa.

La vida del estudiante es diferente

Al no haber una zona de fiesta como tal y haber simplemente algunos bares esparcidos por la ciudad, lo que hacíamos era juntarnos en “estudios” de otros estudiantes. En Saint Nazaire o vivías en “estudios” o vivías en una de las residencias, Los "estudios" eran mini casas donde la habitación, la cocina y el baño estaban todos juntos en la misma sala (el baño solía tener una puerta que te daba algo más de intimidad e higiene). Las residencias, tenían los baños y las cocinas comunes y luego cada uno tenía su propia habitación con un lavabo, un armario, una cama, un escritorio una nevera pequeña para guardar las cuatro cosas que te cabían. Yo elegí residencia, a pesar de que nunca había vivido en una. Pero todos mis compañeros de clase, con los que solía juntarme, vivían en estos “estudios” cerca de la playa, así que las tardes y las noches de fiesta las pasábamos allí.

Y me gustase más o menos, salir de fiesta, tomar una cerveza o incluso cenar y comer, se hacía de forma diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer en España, con otros horarios, otras bebidas y en general una forma diferente de hacer las cosas.


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