Viaje a Londres (finales de noviembre)

A mediados de noviembre organizamos un viaje a Londres para pasar un fin de semana y ver la ciudad y recorrer cada rincón ya que yo nunca había ido antes y me hacía mucha ilusión poder disfrutar de unos días allí con Meriem, Sara y Miguel (también el novio de Sara). 

La idea era pasar una noche allí juntos pero al final Miguel decidió ir más por su cuenta a ver museos (que es lo que más le apetecía realmente) e ir más a su bola, pero luego a la noche el plan era dormir todos juntos y ya volver en bus a la tarde del día siguiente.

Llegó el día y madrugamos bastante para coger el autobús y aprovechar la mañana y saborearlo más. Desde Portsmouth cogimos el autobús en The Union y tardamos más o menos 2 horas hasta Victoria Coach Station. El autobús nos dejó en esta estación y la verdad que estaba genial porque estaba muy cerquita del Buckingham Palace y del Big Ben. Cuando llegamos alli fue lo primero que vimos, después fuimos hacia el London Eye y vimos toda esa zona. Fuimos a ver también Picadilly Circus y la calle de Oxford Street, la verdad que me encantó y me pareció todo muy bonito. Realmente nunca había pensado que la ciudad de Londres sería tan bonita de ver y quedó en el listón de ciudades preferidas como segunda (mi primera es París). Para haber estado solamente dos días la verdad que la visita nos cundió mucho y nos dio tiempo a ver todo lo importante. Nos habíamos llevado unos bocatas para comer ese día y así ahorrábamos algo de dinero. Lo bueno de Londres es que generalmente todo está bastante concentrado, con esto me refiero (para los que no habéis ido) que por ejemplo del London Eye al Big Ben simplemente hay que cruzar un puente, de hecho desde el Big Ben puedes ver el London Eye y viceversa. Luego del Big Ben a la zona de Piccadilly Circus hay 15 minutos andando quizá un poco más pero no mucho. Del Big Ben al Buckhingham hay 10 minutos andando, está toda esa zona bastante cerca unas cosas de otras.

Fuimos a Hyde Park por la tarde y vimos st. Paul Cathedral y algunas otras zonas de parques. Ese mismo día por la tarde casi noche fuimos a ver Tower Bridge que por cierto, hasta allí si que hay buena tirada, fue una paliza en verdad desde el Big Ben hasta Tower Bridge, exactamente 1 hora y 40 minutos andando..  además nuestra amiga Meriem, la pobre se había hecho un pequeño esguince en el tobillo y no podía ir mucho más rápido de lo que íbamos. Fue un auténtico logro.

Bueno lo que estuvo bastante gracioso fue cuando llegamos al hostal... NO VAYÁIS NUNCA A UN HOSTAL EN LONDRES POR 10 POUNDS LA NOCHE...lo barato ya sabéis acaba saliendo caro. En realidad ahora lo recordamos y nos hace mucha gracia porque parecía una auténtica broma. En fin os voy a contar cómo fue todo:

Una chica que se llamaba Bea (que conocíamos de Portsmouth y había salido algún día con nosotros) le dijo a Sara que ella había estado en Londres con su hermano el fin de semana de antes y había ido a ese hostal que no estaba del todo bien pero era bastante acogedor y barato. En realidad en el momento lo que más nos importaba era eso ya que no estábamos para derrochar mucho dinero, entonces intentamos coger lo más económico y nos fiamos de Bea... en qué hora le hicimos caso jajaja.

Cuando se hizo de noche decidimos volver andando hacia el hostal e ir viendo el río con los edificios iluminados y el paisaje en general, que verdaderamente aunque estaba lejos mereció la pena hacerlo así. Veníamos desde Tower Bridge nada más y nada menos y según íbamos llegando estábamos haciéndonos a la idea de cómo sería el sitio. En primer lugar pensamos en Miguel (que en teoría dormía con todos nosotros) pero según estábamos hablando del tema Miguel nos habló y dijo que el se volvía a Portsmouth, que acababa de estar en el hostal y que no le había gustado nada además se había metido en las críticas y valoraciones de este y no podía tenerlas más negativas... según leímos esto pensamos en cómo estaría el hostal para que Miguel se cogiese el autobús de vuelta aun habiendo pagado la noche y pudiendo disfrutar de un día más en Londres (que total por muy mal que estuviera iba a ser solo una noche). El problema es que en España estamos acostumbrados a decir que un hostal no está muy bien si quizá no es muy moderno o el servicio no es muy bueno o porque quizá esté un poco sucio (aunque es cierto que en España la calidad hotelera objetivamente es mejor). 

Cuando llegamos al hostal, nos dimos cuenta del por qué Miguel se había marchado. A parte de ser una zona un poco conflictiba no parecía del todo acogedora como nos había contado Bea. El hostal era bastante viejo, entramos al hall para pagar y coger la llave. No tenían máquinas para pagar con tarjeta muy modernas que se diga. Pagamos los cuatro (Meriem, Sara, su chico y yo) y entramos en la que supuestamente iba a ser nuestra habitación. Fue abrir la puerta dejar las cosas y salir a la calle a respirar y coger aire... imaginaos lo bien que olía. No solo no estábamos solos en la habitación (que eso realmente lo sabíamos) si no que también tuvimos que quitar las sábanas sucias de las personas que habían estado antes de nosotros y ponerlas limpias nosotros mismos. Cuando abrimos las cortinillas de una de las camas nos encontramos un montón de munición de cervezas y botellas vacías en una bolsa (todo esto tirado en la cama...). Estabamos alucinando, no sabíamos dónde nos habíamos metido. Hablemos ahora de la gente que estaba hospedada allí, en resumen era la típica gente que conseguía 10 pounds en el metro pidiendo, gente que no tenía casa ni dónde pasar la noche. Fue un poco catastrófico la verdad jaja.

Acabamos durmiendo Meriem y yo en la misma cama, aunque estuviésemos un poco apretadas pero por lo menos dormíamos juntas. Nos dio un ataque de risa de esos que cada vez que te acuerdas de ello te empiezas a reir de nuevo. Estaba la habitación en silencio ya que cuando llegamos era tarde y la gente que estaba en la habitación durmiendo (no todos pero había silencio). Y simplemente por la situación Meriem y yo empezamos a reirnos bajito pero claro al reirte bajo sabiendo que no puedes reirte te entran incluso más ganas de reir... lo peor de todo fue que mientras reíamos una persona roncaba cada vez más y más fuerte (supongo que para que nos callásemos) pero no lo consiguió porque la risa iba a más. Menos mal que después conseguimos tranquilizarnos porque sino a ese paso hubiésemos despertado a todo el hostal... Creo que nunca he dormido tan mal, bueno puede ser que la vez que tuve que dormir en el suelo del aeropuerto de Amsterdam o en Gatwick cuando hice noche allí al volver a casa por navidad. 

Zzz..Zzzz.. 

Lo sorprendente fue que al día siguiente cuando nos despertamos por la mañana y bajamos a desayunar abajo, al comedor, había bastantes chicas de nuestra edad que parecían ser chicas bastante normales e incluso majas. Fue todo tan extraño... 

Pero bueno a pesar de ese pequeño detalle (que total solo fue una noche,y nos echamos unas risas) nos encantó Londres y pudimos disfrutarlo muchísimo. Fue un gran viaje, gracias erasmus :)

Espero volver pronto Londres :)

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