Primeras impresiones

15 de septiembre. Llegada a Portsmouth por la tarde a casa de Miguel (el chico con el que hablé en verano y al cual le conté nuestra situación y nos dejó dormir en su casa, cosa que iba a ser para un par de días y se acabó alargando hasta 10 días nada más y nada menos).

Bárbara, era la amiga que iba a estudiar en Southampton, ella se iría al día siguiente después de pasar la noche las tres juntas en casa de Miguel. En ese momento nuestros caminos se separaron.

Os voy a describir el curioso momento en el que quedamos con Miguel en "The Union" (donde paró el autobús) eran alrededor de las 5-6 de la tarde. Nuestro autobús salió de Bournemouth y tardamos dos horillas en llegar. Aun recuerdo el momento de bajar del bus y pensar cómo sería Miguel y cómo íbamos a saber que era él. Le escribí un Whatssapp diciéndole que acabábamos de llegar a la ciudad. Me preguntó que qué veía y que dónde estábamos (para situarse y venir a buscarnos). Lo primero que vimos fue un gimnasio de la Universidad y en frente un sitio bastante concurrido llamado The Union. Teníamos esa típica sensación de no tener ni idea de dónde estábamos y de que todo lo que nos rodeaba era totalmente desconocido para nosotras.

Primeras impresiones

Cruzamos el paso de cebra y decidimos que el punto de encuentro sería ese sitio de ocio/bar o lo que fuera (The Union) donde nos encontraríamos con él. A los 10 minutos a lo sumo, un chico de camisa roja a cuadros con vaqueros azules y barba se acercaba hacia nosotras con un paso bastante peculiar. Era él, era el famoso Miguel. Nos dimos dos besos y nos presentamos. Era una sensación tan extraña meterse a la casa de un completo desconocido que no sabría ni explicarla.

Mi primera impresión fue muy buena, ya lo era desde el momento en el que nos ofreció alojamiento. Era (y sigue siendo) un chico muy agradable y desde el minuto 1 me percaté de lo inteligente que era. Fuimos caminando con las maletas hacia su casa mientras el nos iba explicando curiosidades de la ciudad (el día de antes había tenido una visita guiada con la Universidad donde explicaban a los alumnos cosas interesantes de la ciudad, zonas y sitios por donde salir etc).

A pesar de que su casa no estaba muy cerca del sitio donde quedamos, el camino no se me hizo muy largo. Me acuerdo que pasamos por la zona de discotecas y bares y por la Universidad, zona a la que llamaban "Guidhall" que era también donde estaba el ayuntamiento. Más adelante estaba la zona comercial, una calle llamada Commercial Rd (allí había primark, poundland y muchas tiendas más, pero nosotros no atravesamos esa calle, nos desviamos hacia la derecha). Seguimos todo recto y callejeamos un poco hasta que llegamos a Moorland Rd donde se encontraba su casa.

Miguel vivía con tres estudiantes más, dos inglesas y un keniata. Entramos en la casa, bastante acogedora por cierto, subimos a su cuarto y dejamos todo.. éramos cuatro en una sola habitación, vaya caos, lo peor de todo es que solo iba a ser durante un par de noches... y todo se acabó alargando demasiado.

¡Bendita paciencia amigo!

Esa misma noche, sobre las 8 aproximadamente (noche inglesa) Miguel nos dijo que había quedado con una tal Sara en Guidhall para salir un rato. Por lo tanto, sin muchas ganas la verdad (cansancio era poco), nos arreglamos y salimos a dar una vuelta. Quedamos con ella en Guidhall. Yo tenía en mi cabeza que sería inglesa, no se por qué jaja, pero de eso nada, ¡era española! muy simpática, nos saludó y nos dijo que era el cumpleaños de un chico que había conocido hacía unos días, por lo tanto fuimos a Liquid que era donde estaban todos los conocidos de ambos mas el chico del cumpleaños y entramos allí. Nos presentamos y le felicitamos, tuvo que ser duro para el celebrar su cumpleaños allí con desconocidos a escasos días de llegar..pero parecía que lo estaba pasando bastante bien :)

Nosotros no aguantamos mucho, estábamos tan cansadas que no disfrutamos de la fiesta esa noche. Al poco rato de haber entrado decidimos entre los cuatro que lo mejor sería volver a casa ya que a Miguel tampoco le apetecía mucho estar allí y nosotras no podíamos casi con nuestra alma. 

Nos despedimos de la gente y nos fuimos, mañana sería otro día.

Zzz...


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