Nueva vida y nuevas historias

No hay mal que dure 100 años...

Por fin con casa. Parecía que todo iba arreglándose poco a poco. Ya podía centrarme mucho más en las clases de la uni y conocer más la ciudad sin tener la preocupación a todas horas en la cabeza. Tocaba dejar zanjado el tema del timo, aunque aun seguíamos hablando con la policía cuando nos llamaban para pedirnos información para intentar localizar a esta persona.

Según pasaban los días iban haciendo menos caso del tema hasta que lo dejaron apartado y no volvimos a saber nada más. Preguntamos un par de veces a ver si había alguna novedad pero nada, directamente no les convenía perder el tiempo buscando a esta persona supongo, además el dinero nos lo había devuelto la Universidad así que la policía se lavó un poco las manos. Simplemente quedó la denuncia acerca de todo esto y ya está. Supusimos que no iban a darle más vueltas y nosotras no ibamos a perder más tiempo tampoco.

Conocímos un chico vasco al que le había pasado también lo mismo, había sido timado por esta persona, lo había denunciado y tampoco le habían hecho caso. Desgraciadamente él no pertenecía a la Universidad de Portsmouth por lo tanto nadie se hizo cargo y no le devolvieron el dinero... Se tuvo que buscar la vida. El había acabado ya la carrera y había encontrado trabajo de profesor en un pequeño pueblecito al lado de Portsmouth. La Uni directamente le dijo que no había nada que hacer, cosa que era normal al nor pertenecer allí.

Lo que no nos pareció nada justo fue que la policía se lavara de esa manera las manos. Al tiempo me enviaron un mesaje, así como a Meriem, mi amiga a la que también la habían timado y nos dijeron que problamente esa persona se encontraba en algún condado de Londres, aun así no estaban del todo seguros, nos confirmaron que seguirían con la búsqueda, pero< ya después de meses no recibimos noticia alguna...

Así que fue así como se zanjó el asunto. Básicamente dejándolo en el aire. Lo que intentamos mi amiga y yo al menos, fue que esto no le sucediese a nadie más. Lo comentamos por el facebook de la Universidad de Portsmouth donde esta chica había dejado el mensaje de alquiler de la casa. Así por lo menos evitaríamos que más gente cayese en la trampa de la famosa Laura Lubbers.

Tocaba empezar a disfrutar de una vez por todas el erasmus.

En mi casa con la que más hablaba era con Valentina, mi compañera italiana, era una chica super maja y simpática y siempre estaba ahí para lo que hiciese falta. Yo estaba super contenta teníendola en casa. Sin embargo no podía decir lo mismo de mis otros dos compañeros ya que eran muy cerrados y sobre todo a uno de ellos le costaba la vida darme conversación...aunque era más bueno, estoy hablando en este caso de Field. Por otro lado estaba Ben, al principio me pareció más majo y simpático pero luego al tiempo, me di cuenta de lo desagradable que podía llegar a ser.

Ya podía centrarme en la Universidad más y hacer las tareas tranquilamente en casa. La verdad que no nos mandaban muchos deberes, era bastante fácil. Pero siempre daba mucha seguridad tener una casa fija donde dormir y no tener que estar molestando a nadie, que eso era lo que peor llevábamos.

Tiempo libre:

Y en cuanto al tiempo libre, solíamos ver películas en casa de Miguel los cuatro que mejor nos llevábamos en ese momento (Miguel, Sara, Meriem y yo). Creo y no me equivoco, que he visto más películas estando de erasmus que en toda mi vida jaja. También íbamos a tomar algo a algú pub o de fiesta cuando tocaba, eso no podía faltar. Pero definitivamente lo que más hicimos en el primer cuatri fue quedar para ver pelis en casa de Miguel y cenar juntos. Plan de tranquis pero molaba bastante.

La leyenda del Payaso:

Bueno, fue por estas fechas a principio de curso cuando un amigo mío de España me comentó que en Portsmouth había un payaso asustando a la gente. Se supone que iba disfrazado de payaso (supongo que no tendría otra cosa mejor que hacer) y el hombre, chico o lo que fuese perseguía a la gente, sobre todo a chicas. Claro, cuando a mí me contó esto yo me imaginaba que eso era una leyenda, lo típico que en las ciudades siempre te cuentan alguna cosilla de esas, historias, leyendas etc.

Pero no, esta vez no era una leyenda fictícea. Desagraciadamente era cierto y real. Lo descubrimos el día que nuestro amigo Javi, un español que se venía con nosotros allí, vio al payaso en Commercial Rd, subido en una bici. Llevaba una máscara según él y ropa normal, tampoco iba muy cantosamente disfrazado. En cuanto nos contó esto también pensamos que podría ser alguien que justo se había disfrazado para una fiesta o algo, ya que en Portsmouth tampoco era raro ver gente disfrazada. Pero se confirmó del todo el día en que Miguel nos contó que una de sus compis de piso había vuelto a casa tarde y le había estado persiguiendo un hombre de mediana edad disfrazado de payaso. Sus compañeras de piso no habían hablado esto con nosotros nunca ya que ellas dos iban por su lado, tenian su grupo ya hecho ya que eran inglesas (de Londres). Cuando Miguel habló con Billy, que era así como se llamaba su compi, le dijo que nunca había oído hablar de ningún payaso en Portsmouth y que al principio cuando empezó a perseguirla pensaba que era alguien gastando una bromilla y se iría al momento. Pero de eso nada, acabó acompañándola hasta la puerta de casa.

Además no fue simplemente detrás de ella. Fue absolutamente todo el camino pegado a ella y mirandole a la cara. Menos mal que la chica supo guardar la calma y no alterarse ya que hubiese sido muchísimo peor. En mi caso por ejemplo, me llega a pasar eso y me asusto mucho, le hubiese dicho que me dejase en paz o algo, incluso al doblar alguna esquina hubiese corrido mucho, sí soy un poco gallina jeje pero creo que en este caso casi todos lo seríamos.

Bueno, cuando Miguel nos contó todo esto no podíamos parar de mirar por las ventanas en casa. Menos mal que todos los más cagados vivíamos en segundo piso, si llegamos a vivir en la planta baja, que justo da a la calle hubiese sido aterrador para dormir por las noches. Realmente el rollo este del payaso nos gustaba era como que sentíamos adrenalina cada vez que hablábamos de ello. Siempre planteábamos hipótesis de ..y si..? y si nos persigue un día y estamos solos? aunque nos diera miedo también sentíamos esa curiosidad que por otro lado nos gustaba. Aun así no hubiese sido plato de buen gusto que me ocurriese, lo hubiese pasado mal.

Poco a poco según pasaba el tiempo nos olvidamos de este tema ya que a nadie le volvió a ocurrir nada así. Pero la leyenda del payaso de Portsmouth siempre será recordada por nosotros :)

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