9 de septiembre

Todos hemos escuchado alguna vez la famosa frase "a inicios complicados, finales grandiosos" y creo que nunca se ha ajustado mejor a una experiencia de mi vida que a la que viví el año pasado cuando me fui de Erasmus.

El 9 de septiembre de 2014 a las 6:35 de la mañana mi avión salía rumbo a Londres. Parecía que este día no llegaría jamás y siempre lo veía tan lejano que parecía mentira que ya hubiese llegado el momento de marchar. No fue fácil, solo pensar que iba a estar nada más y nada menos que nueve meses fuera de casa al principio daba miedo, y mucho. Pero no te haces a la idea hasta que te has montado en el avión y es ahí cuando empiezas a sentir que te vas, que es cierto y que ha llegado el momento. Es una sensación muy amarga a decir verdad. Cuando te despides de tus seres queridos sientes ese nudo en la garganta que te invade por completo, y ese nudo en el estómago que te quita el apetito y las ganas de seguir. Aguantas las ganas de llorar hasta el momento en el que ves a alguno de tus padres derramar la primera. Es en ese momento un sentimiento de tristeza inmenso te invade por completo, pero algo te dice que tienes que seguir y entrar en el control de equipaje mirándoles a los ojos por última vez hasta la vuelta.

Cuando tu avión aterriza y ya estás en la ciudad de destino, miras a tu alrededor y comienzas a pensar la gran locura que acabas de hacer. Dónde te has metido, piensas. Qué narices haces ahí con lo bien que estabas tú en casa, te dice una vocecilla en la cabeza. Todo se te queda grande, no sabes ni por dónde empezar en ese momento. Depués de coger buses y trenes a pares por fin llegas a la que va a ser tu nueva ciudad, donde te vas a sentir como en casa aunque en ese momento no sepas ni dónde está el centro comercial más cercano, ni la Universidad o un simple 24 horas para comprarte algo de beber.

En mi caso para ser sincera mi preocupación ese primer día era encontrar alojamiento, un lugar  hotel, hostal o lo que fuera) para poder pasar la noche y comenzar la búsqueda de casa los siguientes días, mal hecho por mi parte ya que tendría que haber ido con algo mirado previamente. La razón por la que no lo hice fue porque me convencía más la idea de buscar personalmente y no a través de una pantalla de ordenador.

(continuará)..

Forever, Portsmouth.

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