International Parties

Fiesta, fiesta and more fiesta.

He de decir que lo típico que suele decirse de los erasmus es que siempre están de fiesta, que casi no estudian y que lo pasan mejor que bien. En mi caso fue cierto. Siendo realista eché bastantes horas en la biblioteca sobre todo a partir de la mitad del segundo cuatri, pero vamos, nada de estrés durante el curso siendo sincera. Además las asignaturas del segundo cuatrimestre me gustaban bastante y realmente disfrutaba yendo a clase, aunque había una que era un poco rollo pero generalmente me gustaban todas. Interpretación era la mejor, era una clase super interesante y dinamica. Los días del mes de enero iban pasando poco a poco,y cada vez había más y más ganas de salir, pasarlo bien, estar con la familia erasmus y quedar con todos para pasar un buen rato. Al inicio del mes, como era el comienzo del cuatrimestre, no había muchos deberes y sí que es cierto que la mayoría de las veces que iba a la biblio era porque casi todos iban y así estábamos juntos, pero esto de la biblio fue más adelante, el mes de enero lo recuerdo con bastante cercanía y tengo el recuerdo de que fue un mes bastante fiestero. La diferencia que noté respecto al primer cuatrimestre fue que en este salímos mucho más y en el otro estuvimos más tiempo viendo pelis (en familia) pero en casa y no salíamos tanto. En el segundo nos desfasamos un poco más. Es cierto también que fuimos cogiendo más confianza entre nosotros y nos unimos mucho más.

Los lunes y martes eran días relajados, yo diría que eran los únicos días relajados de la semana generalmente. Había semanas que salíamos miércoles, jueves, viernes e incluso sábado pero no todos de fiesta a tope, si no hubieramos acabado muertos de cansacio. Pero es cierto que había semanas que salíamos todos esos días entre ellos alguno a tomar algo y otros de fiesta a tope. Igualmente había veces que salíamos solamente un par de días a la semana (esto era más común) o como mucho tres. Todo dependía del dinero, del ánimo, de la uni (aunque como ya os he dicho no era gran inconveniente) y de la fiesta que fuese a haber.

Todos los miércoles celebraban Purple Wednesday en Popworld. A esta fiesta no solíamos ir todos todos los miércoles ya que sino sabíamos que al día siguiente no íbamos a ir a clase y en el caso de ir íbamos reventados de la noche anterior. Pero algún que otro miércoles calló y salímos (más o menos 2 miércoles al mes). Estas fiestas estaban muy bien, la gente de las social solían salir muchas veces disfrazados (con social me refiero a equipos de volley, baile, fútbol etc). Pero las mejores eran las international.

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Los jueves había international parties en Popworld a las cuales solíamos ir casi todo erasmus, había bastantes ingleses pero realmente eran la minoría. Lo sabíamos porque al entrar te daban una bandera de pegatina de tu origen natal y cada uno nos lo pegábamos en la camiseta o pantalón para que se viese. Ese día ponían música de todos los países pero si que es verdad que lo que más se oía era música inglesa. Siempre solían poner alguna que otra canción de Shakira, La Macarena no podía faltar tampoco y españolas no recuerdo más. Luego también ponían música portuguesa, brasileña, francesa, italiana y un poco de todo. Supongo que lo harían con el fin de que nos sintiésemos "como en casa" y para crear el ambiente familiar a nivel mundial, gente de todas las nacionalidades disfrutando de música y fiesta en común.

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Había dos americanos que se venían siempre y eran un encanto, Mc Keyla y Patrick. Ella era de Dakota del sur y él era de Minessota. Lo bien que nos lo pasábamos con ellos, y la paciencia que tenían... muchas veces venía Patrick solo y a ratos, entre nosotros hablábamos en español y el pobre no se enteraba de nada, el estaba ahí con su cerveza y se lo pasaba super bien. Pero si que es verdad que procurábamos hablar en inglés cuando estábamos con ingleses o gente que no hablaba español como también Valentina mi compi. Les cogimos muchísimo cariño, y fue a principios de febrero cuando él nos dio la mala noticia de que se tenía que marchar por motivos familiares... Fue una verdadera mala noticia para todos nosotros, Patrick se había echo querer y había conseguido ser un miembro más de la familia, era un chico simpático, agradable y buen amigo. Siempre nos quedará un bonito recuerdo suyo, ya os contaré cómo fue el día de la despedida, qué llorera...

Como os iba a contar, el siguiente fin de semana al cumpleaños de Sara salimos de fiesta, y creo que no me he reído más en toda mi vida. No salimos todos, solo unos cuantos. Miguel se quedó en casa. Fuimos a Popworld y después al salir acabamos Meriem, Álvaro y yo yendo a casa de Miguel a gastarle una pequeña broma jaja (qué buen momento). Él no había salido, sabíamos que estaba solo en casa porque sus compañeros/as de piso no estaban (nos lo había contado él unos días antes). Cuando salimos de Popworld íbamos rumbo a casa pero no nos apetecía irnos aun, íbamos acompañando a Meriem Álvaro y yo, ella vivía a unos 5 minutos de casa de Miguel. Mientras íbamos acompañándola se nos ocurrió la magnífica idea de ir a su casa a gastarle una pequeña bromilla. Fuimos echándonos unas risas por el camino y llegamos a su casa. Llamamos a la puerta y gritamos su nombre por la ranura del buzón de la puerta. No había señales de vida dentro de la casa y nos fuimos a dejar a Meriem en casa. Tras ese rato de buenas risas Álvaro me acompañó a casa y se fue a la suya después.

A la mañana siguiente, Miguel habló por el grupo diciendo que la noche anterior un tio empezó a aporrear su puerta diciendo: "HELP!", "HELP!" (Lo que realmente dijimos Álvaro y nosotras fue: ¡Miguel!). En vez de haber escuchado su nombre el entendió "¡ayuda!". Según me desperté esa mañana y leí el grupo de whatssapp me empecé a reir un montón. Fuimos un pelín malos y tardamos unos días en contarle todo, que lo del hombre pidiendo ayuda habíamos sido Meriem Álvaro y yo el día que salimos y que realmente gritamos su nombre, que mayormente fue Álvaro. Meriem y yo nos limitamos a llamar y a reirnos un rato. Fue una grandísima noche. Cuando se lo contamos a Miguel se lo tomó a risa y en cierto modo se olía algo jaja. Por esta y por mil historietas más merece la pena disfrutar al máximo de un erasmus, siempre quedarán las anécdotas para contar y los recuerdos de cada uno de los momentazos.

Once erasmus, always erasmus...


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