Olen iPhone, mutta ei tähteä (Con iPhone pero sin estrellas) 3º Parte
Con todo, los únicos ratos que realmente miraba al cielo con interés eran los días que viajaba en coche con mis padres, en un intento desesperado de abstraerme de Boney M., y las noches de tormenta. Adoro las tormentas. Pocas cosas relajan más que sentarse en un banco o en un porche cerveza en mano y notar en la cara el estallido de un relámpago u oler ese olor tan característico de tormenta seca veraniega. Pero todo eso ha cambiado en Finlandia. Desde que mi profesora me invito a comer a su casa y al salir de la sauna miré al cielo (aun no sé muy bien porque) entendí lo que a lo que tantos escritores, pintores y poetas se referían. Por fin entendí de verdad lo que significaba la contaminación lumínica.
Esto es el cielo de Valencia todas las noches
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)