Popayan, la Ciudad Blanca de Colombia

Me he puesto a pensar y es momento de hacerle honor a mi sangre 100% Colombiana y los lugares imperdibles cuando se está en la tierra del café, las empanadas y las flores.

En esta ocasión se viene el turno de la ciudad blanca, de mi pueblito patojo, Popayán. Ubicada al sur del país es una ciudad muy pequeña pero con una magia encantadora, con cientos de años de historia, museos, festivales y comida autóctona enamora a cualquiera que logre recorrerla por un par de días.

Popayan es una ciudad que se puede visitar en cualquier época del año porque tiene un clima muy fresco en general.

Mi recomendación para tener una experiencia realmente cultural es visitarla en la semana santa, es una ciudad muy famosa en Colombia por las procesiones que se realizan durante cada día santo, llenando las calles con payaneses orgullosos de esta tradición que lleva decadas. Ademas durante esta epoca del años se abren muchos museos que suelen estar cerrados durante el resto del año (claro está museos religiosos).

Para vivir el contraste total a la semana santa, hay que gozarse los carnavales de Pubenza que se celebran en la primera semana de enero junto con el cumpleanos de Popayán. Durante estos días la fiesta nunca para, las calles estan llenas de personas jugando con carioca (espuma), talcos y pinturas. Hay desfiles con carrozas y un reinado para elegir la reina del carnaval.

Dejando un poco de lado las celebraciones, es importante conocer los puntos de interés a visitar en Popayán. Como podrán imaginar es una ciudad con influencia religiosa por lo cual visitar la Catedral es una de las visitas que no puede faltar. Esta se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad justo en frente del Parque Caldas, aprovechando que estas ahí no dejes pasar la oportunidad de caminar por este parque central y emblemático para los patojos. Otra iglesia por visitar es la de Belén, ubicada en la cima de una montaña esta acompañada por una de las mejores vistas de la ciudad.

Los días caminando por las callecitas blancas y empedradas se pasan volando, así que en un abrir y cerrar de ojos ha caído la tarde. Aquí es donde se pone buena la cosa y vienen mis favoritos el "Morro de Tulcan" y el "Pueblito Patojo". El plan ideal para culminar el día es subir a la cima del Morro para ver al sol esconderce tras las casitas payanesas. Una vez cae el atardecer bajas al pueblito patojo donde puedes darte gusto comprando artesanías, comiendo dulces típicos y terminando con unas cervezas de colores muy típicas de la zona.

Hablando de comida no los voy dejar sin el top que no se pueden perder estando en tierras patojas: Tamales de pipian, Empanadas de pipian, Carantanta, Aplanchados de Doña Chepa, Helados de paila y Champus. Si van en navidad van a tener el PLUS de probar la noche buena.

No siendo más ahí les dejo un poquito del encanto de la ciudad blanca, un lugar que me vio crecer durante años y en el que viví momentos emblematicos de mi vida.