Ruta por las calas de aguas cristalinas en Beluso (Bueu)

Ruta por las calas de aguas cristalinas en Beluso (Bueu)

¡Hola a todo el mundo! Hoy os traigo otra entrada en la que os voy a hablar de mi pueblo: Bueu, en la zona de las Rías Baixas, (Galicia). Anteriormente ya os había hablado de algunos lugares de este pequeño municipio costero. Como aquellas entradas gustaron tanto, hoy vengo con más contenido que puede resultar de gran interés. A pesar de que Bueu no es muy grande, me sorprenden todos los lugares maravillosos que tiene para pasar el día y sumergirse en la naturaleza, ya sea en la costa o en las zonas de interior. A continuación os dejo una ruta que está situada en la parroquia de Beluso. Se trata de un sendero que recorre toda la zona costera de esta parroquia donde se encuentran pequeñas calas para descansar y disfrutar del Atlántico, pero también playas bastantes grandes, que a continuación os las muestro. ¿Queréis saber cuáles son? ¡Pues empezamos!

La ruta: paso a paso

Esta ruta que puede llevar perfectamente una hora y media de principio a fin empieza en el muelle de Beluso, una zona bastante popular para comer pescado y marisco, donde se encuentran un pequeño embarcadero y un bonito paseo. 

Dejando ya atrás el asfalto, empiezan a presentarse en esta ruta las rocas y los árboles, que sin duda es lo que le da el toque mágico a toda esta área. Justamente al principio del recorrido, nos encontramos con unas escaleras bastante incómodas, grandes, donde se necesitan dos pasos al menos para pasar cada escalón. Si bajarlas os parece la muerte, no os imagináis subirlas en el camino de vuelta.

Las calas

Justo después de las escaleras, se encuentra la primera cala. Al estar en primer lugar en nuestro trayecto, suele estar bastante concurrida. Mi primera recomendación es hacer la ruta a primera hora de la mañana, cuando los rayos del sol se reflejan en el agua y puede admirarse el color azul del mar, siempre y cuando la marea no esté muy baja.

Siguiendo el sendero, nos encontramos poco a poco con diferentes calas (cuyos nombres desconozco), donde destaca el agua cristalina, las grandes rocas y los árboles que las rodean. Aquí os dejo algunas fotos que saqué hace poquito tiempo, unas dos semanas, cuando el tiempo fue amable con nosotras y nos dejó disfrutar de esta maravilla de recorrido.

Si hacéis un esfuerzo y madrugáis, podréis disfrutar de estos pequeños arenales prácticamente solas/os, especialmente si estáis de vacaciones y podéis ir entre semana, como fue mi caso.

En muchas ocasiones, pequeños barcos de veraneantes se acercan a la orilla para fondear y darse algún que otro chapuzón en las frías aguas de la costa gallega. 

El acceso a estas pequeñas calas es empinado y estrecho,y el hecho de que las horas de sol sean escasas es lo que hace que estén poco transitadas. Lo cierto es que todo este trayecto está muy poco explotado, pues para lo bonito que es, muy poca gente lo conoce. Por toda la ruta tenéis carteles explicativos que hablan de la fauna y la flora que os podéis encontrar, lo que le da el toque cultural a toda esta zona.

Las playas

La primera gran playa que nos encontramos, saliendo desde la playa de Beluso, es Tuia, una playa muy popular entre buenses. La primera zona de esta playa es nudista (no sé si oficialmente) y al ser un arenal bastante amplio, aquí el número de personas aumenta. Destaca por sus aguas limpias, azules y cristalinas, que combinan perfectamente con el bosque que se encuentra en cada uno de sus extremos. Aquí también hay un conocido chiringuito donde sirven comida y también bebida. De vez en cuando también hay conciertos por las noches, lo que crea un ambiente genial para ver la puesta de sol. Tiene zona de aparcamiento para dejar el coche, aunque mucha gente también viene desde Bueu en bicicleta.

Si continuamos, tendremos que atravesar otra parte del bosque que continúa por el sendero hasta que nos encontremos con otra playa bastante grande y popular llamada Mourisca. Esta playa está rodeada por rocas que forman pequeños acantilados desde donde es posible tirarse. Además, al estar en los extremos del arenal, se puede disfrutar del mar en completa soledad. 

Mourisca también dispone de un chiringuito muy bien montado, justo al pie de playa, donde algunos días hasta asan sardinas. ¡Qué rico! Para mí, la mejor zona es la del final mirando hacia el mar, una pequeña parte que está resguardada y es muy tranquila, hasta se puede gozar de cierto grado de privacidad. Muy cerca de esta zona hay pequeñas calitas desde donde es posible tirarse al mar desde las rocas, pues en algunas partes son bastante altas. Eso sí, siempre con precaución.

Por último, la ruta continúa hasta la pequeña cala llamada “O Pedrón”. Es la que tiene el acceso más difícil, podemos decir. Es también nudista y destaca por tener una bonita casa encima del acantilado, que tiene un portal cuyo acceso da directamente a la playa, lo que es un sueño para muchas personas. Aquí os dejo la foto.

Y hasta esta parte terminaría el recorrido de las playas. Si tenéis más energía, podéis seguir hasta Cabo Udra, pero necesitaríais bastante más tiempo, y tenéis que tener en cuenta que probablemente tengáis que volver.

Como recomendación, una buena idea en los meses de verano es dormir entre estos árboles que dan a las calitas.

Comprar una pequeña hamaca y colocarla entre dos árboles para pasar la noche y despertarse con estas vistas no hay quien lo pague. El sonido del mar es algo que nos relaja y nos da sensación de tranquilidad a las que estamos acostumbradas a vivir al lado de él y ya forma parte de nuestro día a día.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado, que hayáis descubierto un nuevo lugar para explorar. Muchas gracias por leerme y nos vemos en el siguiente post. Un saludo.

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