Viaje exprés a París

Bonjour!

Durante el año que estuve en Swansea University de Erasmus, no pude desaprovechar las oportunidades de viajar que se me presentaban en la cara. Unas amigas se habían ido de Erasmus a París y eso signficaba visita obligatoria.

El único problema es que para llegar a París desde la pequeña ciudad de Swansea tuve que ir de estación a estación y pasar por 3 países distintos: Gales, Inglaterra y finalmente Francia. Demasiadas horas en conjunto, por lo que recomiendo encarecidamente llevar un libro o cualquier tipo de entretenimiento para el viaje. 

Otra amiga mía venía a París también, pero desde el norte de Inglaterra. Tuvimos que mover mundos para hacer que nuestros vuelos llegasen más o menos a la misma hora y los minutos de retraso de una casi nos obligan a pasar la noche en el aeropuerto. Habíamos contactado con una francesa que nos llevaría desde el Aeropuerto Charles de Gaulle (muy MUY a las afueras de París) hasta el centro de París, desde donde ya cogeríamos un metro sin problemas. Sin embargo, no se equivocaban cuando me decían que los franceses son un poco... particulares. Pusimos demasiado a prueba la paciencia de esta mujer y por los pelos nos deja tiradas, pero ¡el retraso del vuelo no era nuestra culpa!

Tuvimos suerte y es que nuestras amigas ya medio parisinas habían recibido otras visitas anteriormente y tenían ya casi su tour montado. Además, la mayoría de monumentos en París son gratuitos para los jóvenes europeos, así que no te olvides de tu DNI que dice tu edad y ¡a disfrutar!

De camino de vuelta hicimos una pequeña parada en la Torre Eiffel porque nuestras amigas se sabían el horario perfecto en el que empezaba a brillar (solo la encienden durante 15 minutos). 

DÍA 1

Nuestras amigas nos dijeron que para la zona por la que nos íbamos a mover hoy, normalmente recomendaban alquilar unas bicicletas, porque tendríamos que andar mucho. Sin embargo, el cielo estaba muy nublado y gris, y no quisimos arriesgarnos a mojarnos mucho, por lo que tiramos de metro. 

La primera parada fue la catedral de Notre Dame. Sí, como el jorobado, pero esta es anterior. Yo, amante de la historia del arte como ninguna, inicio a explicarles que la catedral presenta una fachada de gótica y una planta cruciforme.

También quisimos entrar en la Saint Chapelle. Para encontrarla tendréis que buscar mucho. Se encuentra muy cerca de la catedral de Notre Dame, pero mirad muy bien cómo llegar antes porque se encuentra un poco escondida. Forma parte de una iglesia que se encuentra a nada, 2 o 3 minutos andando de la catedral de Notre Dame. Por fuera, parece un edificio muy sobrio y gris (sobre todo teniendo en cuenta que el día se nos presentaba lluvioso), pero una vez dentro es como una explosión de color. Y no me quiero ni imaginar cómo sería en un día soleado. Os dejo una foto: 

A lo largo de este post os daréis cuenta de que a mis amigas y a mí nos encanta hacernos fotos. La gran ventaja de esto es que serás la envidia de todo tu Instagram o Facebook y que tus padres no se podrán quejar de que nunca les mandas nada. La gran desventaja es que para sacar la mejor foto a veces se requiere mucho esfuerzo y concentración, y no resultarles graciosos a un grupo de asiáticos que te empiezan a hacer fotos también o que se acoplan. Divertido, cuanto menos. 

Por ejemplo, esta foto parece una perfecta casualidad de posiciones. Y os prometo que no calculamos nada, cuando la hicimos no le dimos ni la menor importancia. Pero luego cuando llegamos a casa nos quedamos impresionadas porque nos parecía una portada de un disco. Yo estoy en la perfecta posición del pico de la pirámide y mis dos amigas cada una mirando en una dirección, pero a la misma distancia de mí... En fin, la magia parisina. Parece que incluso la hemos hecho una pantalla verde de estas, pero os prometo que no.

Para los que no lo hayáis identificado, esta es la pirámide de cristal del Museo del Louvre. Es un museo muy interesante porque dentro contiene una gran cantidad de obras de arte muy importantes, como la Mona Lisa. (Y la entrada es gratuita para los jóvenes). Sin embargo, un día en el museo te puede llegar a quitar mucho tiempo, por lo que decidimos no entrar. Pero, eso sí, en mi próxima visita a París, cien por cien que entro. 

Seguimos caminando hasta llegar al gran obelisco de la Plaza de la Concordia, con una larga y amplia calzada ascendente que culminaba con el Arco del Triunfo. Esta calle ascendente son los famosos Campos Elíseos. Y nosotras, justo fuimos en época navideña y estaba lleno de mercadillos con decoraciones de Navidad y castañas. Mágico. 

Fuente

Esta foto puede que sea una de las mejores, y es uno de los principales sitios en los que la gente se pone para hacérsela. Hay un paso de cebra justo antes del Arco del Triunfo, que tiene una "acera" pintada en el asfalto y que finaliza en ese punto blanco enorme en el que estamos. Ese es el sitio perfecto. ¿El problema? Que no somos las únicas que sabíamos de la perfección de este sitio y a veces se puede llegar a llenar.

Subir al Arco del Triunfo es, de nuevo, gratis. Lo que pasa es que tienes que tener las ganas, porque son unas cuantas escaleras sin ventanas y en espiral que te acaban mareando un poco. Cuando te piensas que tienes que estar ya casi arriba del todo te dicen que no llevamos ni la mitad. Eso sí, las vistas son impresionantes: los Campos Elíseos y el obelisco. Lo recomiendo sobre todo al atardecer.

Más tarde decidimos vivir un poco la noche parisina a base de vino. ¡Atención! A los franceses les encanta la música electrónica. No encontrarás nada con un poco de música pop (y mucho menos reggaetón). De todas maneras, nos lo pasamos muy bien porque la discoteca a la que fuimos tenía un tobogán de entrada. Lo siento, no me acuerdo del nombre.

DÍA 2

De lo que sí me acuerdo es de lo rico que estaban los "pain au chocolat", es decir las napolitanas, y las "chocolatine aux amandes", un cruasán de chocolate con almendras por encima, de la Boulangerie Patisserie L'Atelier D'Antan. Tienen además una terracita muy mona donde poder tomárselos. Además, por la zona en la que estábamos tenían justo un mercadillo callejero y todas pudimos disfrutar de un zumo de naranja recién exprimido que nos fuimos tomando sobre la marcha. 

Para llegar a la Basilique du Sacre-Coeur de Montmartre hay que coger el metro casi obligatoriamente, porque está en la zona norte de París. También aconsejaría que tuvieséis cuidado por esta zona, ya que es de las más obreras y más de una vez han tenido conflicto con los turistas. Nuestras amigas nos dijeron que estuviésemos atentas sobre todo a los que te intentan vender pulseras, porque te cogen la mano y te la ponen directamente, para después obligarte a pagarla. La verdad es que en esas escaleras estaba completamente lleno de vendedores de pulseritas, pero todas seguimos el consejo y no hubo ningún problema. La basílica por dentro es impresionante.

Después continuamos paseando por el "barrio de los pintores" que, por desgracia, se encontraba bastante vacío ese día. Es una zona en la que por la calle hay muchísimas personas sentadas frente a sus caballetes pintando París. Nos paramos en una pequeña tienda para cenar un panini rápido y seguir descubriendo esta increíble ciudad.

No podíamos olvidarnos del Moulin Rouge.

Esta pared nos pareció muy mona, y nos vimos obligadas a hacernos una foto celebrando nuestra amistad.

Vamos a ver, ¡¿cómo íbamos a venir a París y no visitar la Torre Eiffel?! Negativo, imposible. Y mis amigas, más obsesionadas por las fotos y por el postureo que nosotras, ya tenían pillado el sitio perfecto para sacar una foto sin que nadie nos molestase. 

Crepe de Nutella en frente de la Torre Eiffel, porque si no es aquí, ¿dónde si no?

También dimos un rápido paseo por los Jardines de Luxemburgo antes de volver a casa.

Ya para coronar el viaje quisimos pasar por el famoso Pont Alexandre III. Famoso porque tiene detalles en oro muy bonitos. Esto me da un poco de vergüenza, pero principalmente quisimos venir aquí porque nos encanta Gossip Girl y es en este puente donde se tomó la famosa foto de Blair Waldorf, divina e ideal, cargando con bolsas y caminando con fuerza. 

Sí, lo sé, son muchas fotos para solo dos días en París, pero ¡hay que aprovechar cada minuto!

Por eso, si tuvieseis que visitar París de una maneras así exprés, os recomiendo que lo hagáis siguiendo el recorrido que nosotras hicimos:

• Notre Dame - Saint Chapelle - Place de la Concorde - Campos Elíseos - Arco del Triunfo
• Sacre-Coueur en Montmartre - Barrio de los pintores - Moulin Rouge (y la mayoría de sitios importantes que salen en Amélie están por esta zona). 
• Para visitar la Torre Eiffel siempre se le encuentra un hueco (o dos). 

Au revoir!

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