No estoy precisamente en "business class".

No estoy precisamente en "business class"

Hojas cortantes

Tengo dolor en el dedo anular, es resultado de una herida delgada que dejó el contacto con un hoja de papel metida en la apretada bolsa delantera de mi maleta de mano negra, esa que me hace lucir cual ejecutiva en conjunto con mi saco negro con gris, mis botas europeas y un vestido de piel color café que alguien donó a la iglesia y que por destino llegó a mis manos. Acompañada de mi libreta y una pluma negra me pregunto ¿Solo los ejecutivos escriben y andan por la vida con maletas ejecutivas? No, también lo hacemos los estudiantes “afortunados”, viajeros con heridas punzantes en el dedo anular.

Dos pesos más que el "low cost"

Este es el avión más elegante al que he subido en Europa, no es Ryanair con su extremo “low cost”, aquí hay musiquita, sillones reclinables, pequeñas pantallas con un modelo de avión, azafatas mucho más guapos y gente que notablemente está dispuesta a pagar un poco más de dinero por sus vacaciones, viajes de negocios o lo que sea a “París”.

Aquí me encuentro, viajando sola, deleitándome con esta sensación de independencia, de fuerza, de responsabilidad, de gran capacidad a la par del nerviosismo que acompaña la incertidumbre de no despertar a tiempo, temor a equivocarse en la hora del vuelo, algo parecido al miedo de andar caminando sola por las calles de Madrid arrastrando la maleta hasta la parada de autobús que me llevaría a otro autobús con destino al aeropuerto, se generó también un cosquilleo en el estómago al notar que esta nueva compañía tiene una terminal diferente, el boleto recién impreso dice “T2”.

Y ahí llegué, a un aeropuerto en apariencia completamente nuevo, a preguntar y seguir señales, números y letras hasta encontrar “Air Europa. Madrid - París Orly- salida 7:30 am”.

Dormí 40 minutos, abrí los ojos a las 4:00 am para estar lista a las 5:00 am. Tiempo perfectamente calculado en un viaje en el que poco había pensado, apenas ayer en la mañana me “cayó el 20” de que viajaba a París, más allá de la Torre Eiffel, del lugar no sé nada.

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