Mis lugares favoritos de París
¿Cómo es realmente la vida en París?
He aprendido muchísimo durante los cuatro años que llevo viviendo en París. He comprendido que la verdadera vida parisina es muy diferente a la vida romántica y colorida que imaginamos gracias a películas como Amelie, que vivía en Montmartre. He aprendido que la burocracia es exactamente la misma que vemos en la película "Las doce pruebas de Astérix". Y he aprendido que, al ser extranjera, todo es mucho más difícil porque solo habrá unas cuantas personas que quieran ayudarte cuando estés perdida (en todos los sentidos de la palabra). A pesar de todo esto, París tiene algo mágico, y gracias a esto decidí quedarme tanto tiempo... A lo largo de los años, he descubierto mis lugares favoritos: panaderías y bares de los que soy cliente habitual, parques apacibles etc. Aquí os dejo una pequeña lista de estos maravillosos lugares:
Chez Nicos
Chez Nicos es uno de los numerosos puestos donde se venden crêpes de la rue Mouffetard, calle situada en el Barrio Latino de París. Pertenece a un señor mayor de origen griego muy agradable cuyo nombre da nombre al puesto. Aunque ya supiese que la rue Mouffetard es famosa por sus bares y sus creperías y mi universidad (París III) se encuentra a la vuelta de la esquina, Chez Nicos se convirtió en mi puesto favorito accidentalmente. Una vez, durante los primeros días de mi nueva vida en París, me apeteció comerme una crêpe salada (a este tipo de crêpes se las llama «galette» y debe hacerse con harina de trigo sarraceno) rellena de atún. Eché un vistazo en todos los puestos de crêpes y Chez Nicos fue casi el único que ofrecía este tipo de relleno. Así que, fui a este puesto y me enamoré de sus crêpes. Son caseras, enormes y sabrosas. Chez Nicos es muy generoso con los rellenos... porciones enormes de queso, jamón y ensalada; no encontraréis nada igual en otro lugar. Es muy difícil terminarse solo la crêpe entera, incluso mi padre (que mide dos metros) no fue capaz de terminársela.
Con los años, me he convertido en clienta habitual de Chez Nicos. El dueño conoce a toda mi familia y a todos los amigos que han venido a visitarme. Cada vez que paso por allí, me pregunta cómo están y si van a volver de nuevo a París. Mi galette favorita, la que pido normalmente para almorzar, va rellena de huevo, atún, espinacas y tomates; además, ¡me ofrecen ensalada y cebolla a la parrilla gratis!
Le Rempart
El bar/bistró Le Rempart, situado cerca de la plaza de la Bastilla, es casi como mi segunda casa. Al igual que Chez Nicos, lo encontré por casualidad. Todos los domingos por la tarde, se organiza un gran tour de roller-skates alrededor de París que empieza en la Bastilla. Una vez, decidí probar esta experiencia, así que caminé desde mi apartamento en Saint Michel hasta la Bastilla, atravesando el centro de la ciudad. Casi cuando ya había llegado, me apeteció comprarme un café y, entre todos los bistró que había («brasseries» en francés), escogí este establecimiento. El camarero (que en realidad es el dueño del local, como me enteré después) fue muy amable y cuando supo que iba a unirme al tour de skaters, empezó a darme conversación. Después, empecé a ir a este lugar regularmente. Progresivamente, conocí a todos los camareros y me enteré de que los organizadores del tour de roller-skate se reúnen allí después del tour. ¡Había escogido el lugar correcto!
El personal de Le Rempart parece ser una gran familia unida. Cedric es el dueño, y es muy atento. También está su encantadora mujer y los simpáticos camareros Romain, Diego (que es colombiano), Ben (que se ha marchado de París hace poco) y Dimitri. Como durante mis primeros años en París no conocía a mucha gente, era muy agradable que ellos hablasen conmigo, que me preguntasen cómo me iba, etc. ¡Son siempre tan amables y simpáticos!
Le Rempart es el único lugar donde puedo comprar mi café favorito: un expresso pequeño con toda la crema de leche posible servido en una taza grande de cappuccino. Ya me conocen bien y saben lo que me gusta. También cuentan con un menú casero delicioso y cócteles muy fuertes que siempre acompañan con galletitas saldas pretzels. ¡Le Rempart es simplemente perfecto!
Boulangerie Heurtier
Soy una verdadera fanática de la repostería. Para mí no hay nada mejor que un pan recién horneado o un trozo de tarta casera. En este sentido, París es el Edén para mí. Cuando llegué, estaba encantada y tuve que explorar cada panadería que me encontraba y, como hay muchísimas, me llevó un tiempo ir a todas. En realidad, esta pasión por la repostería todavía me acompaña y para mí descubrir una nueva panadería siempre me hace feliz. La única diferencia es que ahora he encontrado unos cuantos establecimientos que se han convertido en mis favoritos y aquí compro regularmente pan fresco y dulces.
La primera panadería de la que me gustaría hablaros es la Boulangerie Heurtier. En París cuenta con tres establecimientos, dos situados en el famoso distrito Le Marais y un tercero escondido cerca de la estación de metro de Glacière. Paradójicamente, fue ahí y no en el centro de la ciudad donde descubrí esta panadería. Y como el verdadero nombre del local no está escrito por ninguna parte, yo empecé a llamarla "Boulangerie Glacière". Frecuenté este local durante mi segundo y tercer año en París. El segundo año fue porque se encontraba en el camino de vuelta a casa cuando iba al Centre Mandapa, donde estaba dando clases de Bharatanatyam, una danza clásica hindú. El tercer año fue porque se encontraba en el camino entre la residencia de estudiantes Cité Universitaire donde me alojaba y la universidad. Las dependientas fueron siempre muy agradables, mi favorita era una dinámica señora negra que me metía brioches dulces o pequeños panecillos en el bolsillo en secreto solo para hacerme feliz. ¡Era una mujer maravillosa!
Como este año me he mudado y también he cambiado de universidad, ahora vivo cerca de Le Marais y compro el pan en la Boulangerie Heurtier de este distrito. El personal es igualmente amable y generoso, y los productos también son deliciosos. A menudo, ponen pequeños trozos de pan en una cestita y se pueden probar gratis.
Y, ¿qué productos venden que me hacen volver tan a menudo? De hecho, Heurtier es casi la única panadería de París que hace baquettes integrales, y estas baguettes se han convertido en las mejores de París para mí (sí, todas la panaderías venden pan integral, pero ninguna venden baguettes). Otro de mis productos favoritos que compro en esta panadería es una tarta hecha a base de natillas de vainilla a la que llaman "flan" y un dulce relleno de crema de chocolate al que llaman "éclair". También tienen una tarta hecha a base de yogurt griego y frutos rojos que resulta perfecta para los días calurosos. Bueno, ¡en realidad todo está delicioso en esta panadería!
Mientras escribía este post, me he dado cuenta de que hay muchos más lugares en París que me encantan de los que puedo meter en este texto. Hay otros bares y panaderías maravillosas, así que, ¡continuará!
Contenido disponible en otros idiomas
- English: My favourite places in Paris
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