Las mejores vistas de París - Parte I

Durante el semestre que pasé en Amiens, visité París varias veces porque solo está a una hora y media en tren. Con cada visita, conocía la ciudad mucho mejor y evitaba un poco los lugares turísticos porque, después de algunos días en la ciudad, ya había visto los monumentos más importantes. Pero, por supuesto, algunas de las vistas más impresionantes de la ciudad solo se pueden ver desde algunos edificios muy famosos, como, por ejemplo, la Torre Eiffel. Aquí os dejo una lista de las 5 vistas más bonitas (en mi opinión) de la ciudad del amor:

1. El Arco del Triunfo
2. Montmartre
3. La Torre Eiffel
4. La Défense
5. La catedral de Notre-Dame

El Arco del Triunfo

Para mí, el Arco del Triunfo es como el corazón de París, no porque esté situado en el centro de la ciudad geográficamente, sino porque conecta muchísimas calles y lugares importantes. Además, era el primer lugar que visitaba de la ciudad y este fue el momento en el que me enamoré de París, así que también cuenta el factor emocional. Se llega al arco bajándose en la estación de metro de Charles de Gaulle-Étoile y, nada más salir a la superficie, se puede ver directamente este impresionante monumento. Está situado al principio de los Campos Elíseos, en el medio de una rotonda en la que desembocan 11 calles diferentes. Cuando hayáis terminado de hacer fotos del arco, podéis cruzar la enorme rotonda gracias a un túnel subterráneo (de hecho, no hay otra posibilidad para cruzarla). Unos metro más allá, encontraréis la taquilla donde se venden las entradas para visitar el Arco del triunfo y las escaleras que os llevarán a la zona que está debajo del monumento; si no queréis subir hasta lo alto del arco, podéis simplemente caminar por el exterior. Si queréis subir, y os los recomiendo, tendréis que hacer la cola para comprar las entradas; si tenéis entre 18 y 25 años, solo tenéis que enseñar vuestro carnet de identidad y os darán las entradas gratis. Para los demás visitantes, la entrada cuesta 12 euros, un poco caro pero merece la pena. Gracias a la entrada, subiréis a la cima del Arco del Triunfo y os encontraréis en medio de la rotonda más grande que conozco. Cada vez que voy, me quedo anonadada al ver los coches y la calles que me rodean, y, por supuesto, las maravillosas vistas de la ciudad que se pueden contemplar incluso desde abajo.

La subida, ¡hola escaleras!

Cuando hayáis terminado de disfrutar del ambiente, enseñad vuestra entrada y os registrarán el bolso, pasaréis por un detector de metales y empezará la verdadera diversión: una escalera de caracol con 284 escalones. Es agotador y puede que os mareéis un poco, pero llegaréis a la cima en 15 minutos y os alegraréis de haberlo conseguido. Os encontraréis con una gran sala llena de información acerca del monumento y su historia, unos servicios y una tienda de regalos. No es nada especial, pero algunas cosas son bastante interesantes. Para subir a la terraza, todavía tendréis que subir unos cuantos escalones, pero no os preocupéis, ¡no son tantos! Cuando finalmente lleguéis a la terraza, comprenderéis por qué el Arco del Triunfo es mi lugar favorito para contemplar París. Podréis ver toda la ciudad a 50 metros de altura y, en mi opinión, es simplemente increíble. Veréis a la gente caminando por los alrededores, los coches, los pequeños cafés, la gente comprando en las boutiques de los Campos Elíseos, la increíble arquitectura de la ciudad y muchísimo más. Montmartre, la Torre Eiffel, los Jardines de las Tullerías y el Museo del Louvre; directamente en el lado opuesto, está el distrito comercial de La Défense con el monumento de La Grande Arche y todos los rascacielos. Es como una puerta entre dos mundos diferentes: uno tradicional y otro moderno, y muestra el encanto especial de la ciudad del amor. Podréis hacer fotografías panorámicas increíbles y, gracias a dos grandes mapas, identificaréis dónde está cada monumento y os darán información de edificios que puede que no conozcáis. O simplemente podéis quedaros allí parados y disfrutar de la sensación de sentiros el rey o la reina del mundo. Todo es posible allí arriba. Simplemente disfrutad de la magia de París.

Montmartre: arte por todas partes

Montmartre es el segundo lugar donde se pueden contemplar unas vistas preciosas de París. Está situado en una colina al norte de la ciudad, no muy lejos de la Gare du Nord. La atracción turística más famosa del distrito de Montmartre es la basílica del Sacré Coeur y el monasterio que hay justo al lado. La mejor estación de metro en la que bajarse para llegar al Sacré Coeur es la parada de Anvers. Al llegar, solamente tendréis que subir por una calle llena de tiendas turísticas y veréis la basílica enseguida. Como siempre sucede en París, tendréis que subir unos cuantos escalones para llegar hasta ella, pero no es muy agotador. Es una zona maravillosa cubierta de césped y flores (en verano), pero también está llena de vendedores ambulantes, así que no perdáis de vista vuestros bolsos. Si no queréis subir tantos escalones, podéis utilizar vuestro ticket del metro para montaros en el «Funiculaire», un pequeño teleférico que os permitirá subir hasta la basílica. Pero, si ya habéis subido a lo alto del Arco del Triunfo, también podéis subir andando hasta el Sacré Coeur. Cuando lleguéis hasta el templo y os giréis, veréis justo en frente la ciudad de París. No podréis ver la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo porque se encuentran hacia la derecha de la panorámica, pero siguen siendo unas vistas maravillosas. Sí podréis ver la catedral de Notre Dame, el Centro Nacional de Arte y Cultura George Pompidou y todos los distritos que se encuentran a las afueras de París, donde hay más vegetación. Es precioso subir hasta el Sacré Coeur por la mañana porque veréis el amanecer mientras toda la ciudad aun duerme. Además, es totalmente gratis, no tenéis que pagar nada por subir hasta allí arriba (excepto si utilizáis el teleférico) y, normalmente, no hay mucha gente.

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