La banlieue, una forma diferente de conocer París.

Tenemos la creencia ingenua de que París es la zona del Louvre, la Torre Eiffel, el Barrio Latino y Montmarte, que fuera de estas cuatro zonas -las más turísticas y conocidas de la capital francesa- apenas hay lugares que visitar, exceptuando, Disneyland y, tal vez, el Palacio de Versalles, si tenemos suficiente tiempo y dinero. Pensamos, inocentemente, que las afueras de París no tienen nada interesante más allá de un hotel a buen precio y el aeropuerto. Pero nos equivocamos, ciertas zonas de la llamada banlieue merecen tanto o más la pena visitar que algunos de los monumentos más famosos de la ciudad que estamos “cansados” de ver en películas, documentales, guías turísticas... Dos de estas zonas son: Saint Denis y Vincennes.

A Saint Denis, al norte de París, se puede llegar con la línea 13 del metro pagando la misma tarifa que para las zonas 1 y 2 (centro de París). Y, llegar allí, es cambiar totalmente de aires, por unos momentos, olvidas que estás en una de las ciudades más grandes de Europa. Aquí, sin necesidad de hacer cola -como pasaría en Notre Dame, Torre Eiffel... - y por un módico precio (gratis si eres ciudadano de la UE menor de 26 años), puedes visitar la preciosa Basílica de Saint-Denis, donde se encuentran enterrados algunos de los personajes históricos más importantes de Francia, como Luis XIV, Luis XVI o María Antonieta.

El otro lugar que es muy recomendable visitar y que se encuentra justo al extremo contrario que Saint Denis, es Vincennes. Al igual que la anterior, se puede ir en metro pagando la misma tarifa que para las zonas 1 y 2, aunque esta vez, la línea que hay que coger es la 1 (que también puede llevarnos a otra zona de las afueras de París, aunque esta más visitada, La Défense). Lo que se puede visitar en esta zona es: el Château de Vincennes y el Bosque de Vincennes.