“Incluso este París fastidioso y enfermo parece acoger a los jóvenes soles, y como con un inmenso abrazo tiende los mil brazo...

A pesar de la fama -bastante merecida- de París, una vez más vemos que no es tan fiero el león como lo pintan y que, aunque la vida allí es más cara de lo que muchos podemos estar acostumbrados, tampoco es tan inasequible como muchos insisten en demostrar, sobre todo, para los estudiantes -tal vez uno de los grupos sociales con menos recursos económicos a su disposición-. Aparte de todas las características, sobrenombres y calificativos que París puede recibir, una que no se suele nombrar y que es fundamental, sobre todo para un estudiante Erasmus, es que París es una ciudad para los estudiantes. Sí, muchos podrán discutir que los precios no corresponden al nivel adquisitivo que tiene un estudiante medio y que con el dinero de la beca apenas se pueden cubrir los gastos, pero, si vamos más allá de la imagen superficial que todos tenemos de la capital francesa, veremos que son muchas las facilidades que esta ofrece a los estudiantes y que podemos encontrar precios y ofertas que no tienen nada que envidiar a los de cualquier tienda/bar/residencia española.

Uno de los ejemplos de estas facilidades (que trataré de resumir en posts sucesivos) lo encontramos en el CROUS de París (http://www.crous-paris.fr/ ), un centro que brinda un sinfín de servicios tanto a estudiantes parisinos como a extranjeros, así encontramos un listado de residencias con tarifas y características de lo más variadas, ayudas para encontrar trabajo y financiar la estancia en el país, comedores a precios asequibles por todos...

Por lo tanto, si tienes en mente visitar París, pero eres estudiante y temes quedarte sin blanca después del viaje, deja de lado los miedos e intenta beneficiarte de las ventajas que dentro de unos años no podrás disfrutar. Porque ser estudiante no es sólo encerrarse con una pila de libros que memorizar y olvidar, sino vivir experiencias, conocer gente y culturas, desenvolverse en lugares desconocidos... en definitiva: aprender a vivir.