El fin de la celebración del Año Nuevo Chino... ¡en París!
El sábado fui a comer a mediodía al restaurante Palace de Chine. Ya conocía este lugar porque fui con mi mamá y puedo decir que es uno de mis restaurantes favoritos en París. Su comida (¡buffet a voluntad!) y sus precios, hacen que quiera volver ahí una y otra vez. Sin embargo, esta última vez que fui, tuve mucha suerte porque pude presenciar algo excepcional. Una pequeña celebración china :)
¡Un dragoncito amarillo! :D No pueden negar su ternura. Yo bien podría adoptar a uno :p
Y es que mientras estaba comiendo, vi que un grupo de jóvenes en ropa deportiva llegaron y se agruparon afuera del restaurante. Me llamó la atención que algunos tenían instrumentos (platillos o tambores) y otros tenían unos pantalones llamativos, con una especie de mechas de peluche de colores vivos (anaranjados, rosas, amarillos...).
Después, noté que habían puesto en la banqueta, una fila de cuatro o cinco cabezas de algo que parecía ser un dragón. Supuse que iban a bailar o a hacer algo. ¡Y no me equivoqué! :D
Parte del grupo de jóvenes. Me imagino que no deben tener más de veinte años... han de ir en bachiller (o lycée, como se dice en francés). ¿Ya vieron qué bonitas y llamativas están las cabezas de dragón? :)
Minutos después, el espectáculo comenzó. Mientras unos tocaban una especie de melodía china (puramente instrumental), otros habían tomado las cabezas de dragón para dar vida a esos seres. Por parejas, uno se ponía detrás de otro y juntos simulaban el cuerpo entero del dragón, con sus cuatro patitas.
Hicieron una coreografía muy bonita. Todo eso, justo afuera del restaurante Palace de Chine. Pero la cosa no se quedó ahí: ¡los dragones entraron al restaurante!
¡Los dragones de pie! Si se fijan bien, pueden ver que una persona está sobre los hombros de otra... ¡Eso crea el efecto de un gran dragón parado! :O
Y aquí vemos a unos lindos dragones saltarines :3 ¡Y yo tenía ese espectáculo justo frente a mí! :)
Eran unos dragones muy curiosos porque se pasearon por toda la sala. Mientras unos husmeaban entre las barras de buffet (¡qué comelones! :p), otros caminaban entre las mesas y hasta se acercaban a los comensales. ¡Hubo dos que fueron a donde yo estaba y se pararon justo frente a mí! Se me hizo muy tierno porque las máscaras de dragón tenían unos ojitos con unos párpados que se abrían y se cerraban, al igual que su boca :3¡Vi que incluso movían su colita!
Los dragones en el restaurante :)
Me pareció como si realmente tuvieran vida... es más, puedo decir que los chicos que estaban debajo de ese disfraz, realmente les daban vida a esos místicos seres. En varios momentos, me imaginé que eran unos dragones de verdad, paseándose por el restaurante :)
Además, no entraron una sola vez, ¡sino dos veces!Me di cuenta que después de la primera vez, como sólo habían estado en la planta baja (y que el restaurante tiene dos pisos), uno de los dueños le dijo al capitán del grupo que entraran de nuevo pero que subieran a la planta alta.
Un dragoncito en cuatro patitas ^^ Por cierto, hasta del otro lado de la calle había personas viendo este pequeño show
Y así lo hicieron. Para ese segundo "número", me parece que sólo hubo dos dragones. Además, vi que simularon una especie de ritual en el que los dragones comen. En este caso, su alimento fue unas mandarinas y una lechuga (ahora que lo pienso, tal vez estaban a dieta porque para que hayan comido sólo eso en Le Palace de Chine... :p).
Y realmente fue como si se hubieran comido todo eso porque cada vez que un dragón se agachaba sobre una mandarina, cuando levantaba su cabeza... ¡había desaparecido! :O
Después de eso, entraron de nuevo y recorrieron todo el restaurante, hasta la parte de arriba.
Y así como llegaron... se fueron. Una vez terminado el espectáculo, después de tomar fotos y demás, cuando volteé hacia afuera del lugar... ¡ya no había nadie! ¿A dónde (o por dónde) se fueron? Mystère et boule de gomme... quién sabe…
En la foto de arriba, pueden ver a unos dragones muy tragones: fue en este momento cuando el dragón anaranjado se estaba comiendo la lechuga y las mandarinas. SI se fijan bien en la foto, la cabeza del dragón rojo está inclinada como diciendo: "¿Qué le pasa, por qué no me convida?" O puede ser que solamente estaba posando para la foto, mientras el otro estaba ocupado comiendo :p
Pues, aunque yo sólo iba a comer al Palace de Chine, al final resultó que pude presenciar un bonito (¡muy bonito!) espectáculo :) Y no fui la única, porque tanto los demás comensales como varias personas que pasaban por ahí, pudieron disfrutar de él ^^
Ah, y para los que se pregunten el motivo de ese "show": el fin de la celebración del Año Nuevo Chino. Me da mucho gusto que ese tipo de costumbres y tradiciones se mantengan vivas en el Barrio Chino. Por una parte, alegran este lugar y dejan en uno, un sentimiento se alegría por el resto de la tarde. Por otra parte, es como si hubiera hecho un pequeño viaje a China. Al ver ese tipo de tradiciones, me digo que verlas en vivo, directamente en ese país, debe ser algo impresionante. Definitivamente, algún día tengo que ir ahí :)
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