Días especiales en París
Con especiales no me refiero a que fueron días excepcionalmente buenos. Bueno, sí, sí que lo fueron, pero lo que quería decir con especiales es que fueron días diferentes a la rutina diaria. Os contaré un poco más sobre esto en este post.
«Jour de la Patrimoine»
El «Jour de la Patrimoine» se celebran el 20 de septiembre. Durante este día, se abren al público algunos monumentos históricos especiales que normalmente no están abiertos al público o que se pueden visitar en contadas ocasiones. Además, la visita es gratuita; esto también se aplica a otros muchos monumentos de la ciudad. No sé porqué, quizás sea por ser como soy, pero me enteré de todo esto muy tarde. Por lo tanto, no planeé nada, simplemente fui a visitar espontáneamente el «Château des Élysées». Pero muchas otras personas también habían tenido esta idea y la cola para entrar era tan larga que no esperaba poder llegar a visitar el «Château des Élysées». Incluso se vendían bebidas en la cola para fomentar que la gente se quedase. Probé con otro monumento, el «Petit Palais» (Museo de Bellas Artes de la Villa de París), que se encontraba justo a la vuelta de la esquina. Como no había planeado nada y no me había informado de nada previamente, no tenía ni idea de qué esperar de este lugar. No parecía muy especial, porque no había cola en la entrada. Así que, entré. Es un edificio antiguo muy bonito. La atracción turística principal es la exposición de arte y el museo que hay dentro del «Petit Palais». Esto no me interesaba en absoluto, me gustaba más el edificio en sí y los jardines. Después, mi intención era visitar el «Grand Palais» (Gran Palacio de París), que se sitúa enfrente del «Petit Palais» y estaba en la lista de monumentos que encontré en Internet acerca de qué visitar durante el «Jour de la Patrimoine». Pero, sin razón alguna, estaba cerrado.
«Petit Palais»
«Grand Palais»
Universidad de la Sorbona
Poco después, un amigo me escribió para decirme que iba a visitar con sus amigos la Biblioteca Interuniversitaria de la Sorbona y me preguntó si quería unirme a ellos. ¡Claro que quería! No había leído nada al respecto y la Sorbona es un lugar muy especial, quizás especialmente interesante para los estudiantes. Así pues, fuimos y resultó que era posible visitar la universidad entera. ¡Fue genial! Nunca había visto tanta decoración y tanto oro en un edificio que no perteneciese a la realeza. Cuenta con muchas salas para celebrar reuniones oficiales y escaleras curvas. La aulas parecen que son más bien un teatro y la antigua biblioteca es tan impresionante como el resto del edificio. Me sorprendió que en la universidad haya una capilla con su propia cripta revesada para profesores y estudiantes famosos. ¿He mencionado ya que la Sorbona es la universidad más conocida de toda Francia? Realmente llegué a pensar que estaba haciendo algo mal con mis estudios, porque yo no asisto a clases que se impartan en aulas tan maravillosas como las de la Sorbona. La «Sorbonne Nouvelle» pertenece a la Universidad de la Sorbona pero se encuentra en otra zona de la cuidad, en un edificio más aburrido. Si no me equivoco, los campus de la universidad están clasificados por temas. La Universidad de París I «Pantheón-Sorbonne», que es esta que se ve abajo en la foto, está más enfocada a las ciencias y solo se imparten algunas clases de idiomas. Y la «Sorbonne Nouvelle» está enfocada a las lenguas y a la comunicación. De todos modos, me pregunto cómo puede concentrarse alguien en las clases estando rodeado de tantos cuadros precioso y tantas frases inteligentes escritas en las paredes.
«Femmes en Sport»
Esta frase significa: la mujer en el deporte. Se celebra el 26 de septiembre y durante este día todas las mujeres pueden participar en toda clase de deportes por toda la ciudad gratuitamente. Yo me uní junto con una amiga mía a la clase de zumba al aire libre, porque echo mucho de menos la zumba. Fue genial porque hacía una día estupendo y esto nos dio mucha energía y motivación. Había mucha gente, la clase se impartió en un campo de fútbol y había dos entrenadoras que se alternaban con las coreografías. No fue nada del otro mundo, pero me divertí mucho y me sentí feliz por haber practicado deporte. Algo diferente a la esgrima, que me encanta y de la que os hablaré un poco más adelante.
«Journeé sans voiture»
Se celebra el 27 de septiembre (sí, septiembre parece estar lleno de días especiales) y significa día sin automóvil. ¿Qué significa esto exactamente? Quiere decir que durante este día, en ciertas zonas especiales de París, está prohibido utilizar el coche. Desafortunadamente, esto es algo que no puede hacerse en toda la ciudad, cosa que yo habría preferido. En algunas zonas solo se limitaba la velocidad a 20 kilómetros por hora y en otras zonas se pedía a la gente amablemente que no cogiera el coche, pero no estaba prohibido. Tengo que decir que yo vivo en una muy buena zona, porque los Campos Elíseos están muy cerca del Arco del Triunfo, que es donde yo vivo. Junto con un amigo, paseamos por los Campos Elíseos justo por el medio de la carretera, y tengo que decir que es algo maravilloso caminar por el medio de esta calle rodeada de tanta gente, ya que normalmente los coches pasan constantemente, pero este día no hay ninguno y parece haber mucha calma. Y se puede percibir la diferencia. Incluso si vives en un sexto piso, se puede escuchar el tráfico perfectamente, pero ese día había tanto silencio... Fue un día precioso; caminamos por las calles y entramos en todos aquellos lugares donde se vendía comida. El olor compaginaba con la atmósfera relajante del día. El único problema era que coger el metro resultó imposible, ya que la gente lo utilizaba más que de costumbre. Pero, siempre y cuando no tengáis una cita a la que acudir, podéis simplemente caminar.
«Nuit Blanche»
Durante la noche del 3 de octubre se celebra la «Nuit Blanche». Os preguntaréis qué quiere decir, ¿la "noche en blanco"?. Uno de nuestros amigos franceses nos lo explicó: es una noche en la que te mantienes despierto hasta el amanecer. Lo de blanco se refiere a las luces; es una noche que parece un día. Los museos y otras atracciones turísticas se mantienen abiertos durante toda la noche. En diferentes zonas de París se celebran conciertos y otros eventos, e incluso el metro funciona durante toda la noche para llevar a la gente de vuelta a casa. En el ayuntamiento había bloques de hielo de colores que se fundían, debía de ser algún tipo de arte moderno, en especial cuando los bloques se fundieron por completo. También había un espectáculo de cantantes y acróbatas. Nos comimos unas crêpes y unos falaffel en el barrio de Marais y después fuimos al Centro Pompidou para ver el espectáculo de fuegos artificiales. Desgraciadamente, fue muy decepcionante. La mayoría de los fuegos eran solo humo y no se podía ver nada. Al final, fuimos a la «Conciergerie» para ver otra obra de arte moderna.
«Fête des Vendanges»
Una semana despues de la «Nuit Blanche» se celebra la «Fête des Vendanges» y el «Bal des Vendanges». Cada semana se celebra algo especial en París.
«Vendanges» al parece significa vendimia y se parece un poco a Acción de Gracias. Un amigo vino a verme desde Alemania y, junto con otro amigo, fuimos a ver de qué se trataba esta fiesta. Tiene lugar en Montmartre, el barrio artístico de París. Había mucha gente y casi no podíamos movernos. Las escaleras que llevan al Sacré Coeur estaban cerradas, lo que empeoró la situación. Se hizo un desfile en el que participaban diferentes cuadrillas de vendimiadores que llevaban pancartas. El «Parcours du Goût» fue especialmente agradable, porque se trataba de una serie de diferentes puestos donde se vendían productos que iban desde quesos de diferentes colores, salchichas, jamón, miel, moluscos, caracoles, ostras, dulces como los macarons a bebidas alcohólicas. Y se puede probar todo, ese detalle me encantó. Normalmente no se tiene tanta suerte, pero aquella noche ni siquiera tuvimos que cenar porque comimos y bebimos demasiado. Lo único que no se puede probar gratis es el vino; se debe pagar 10 euros por copa. Pero, otros licores sí se podían probar gratis. Estaban deliciosos y se pueden elegir todos los sabores que queráis: naranja, higo, frambuesa, limón...
Y, por supuesto, la fiesta terminó con un espectáculo de fuegos artificiales sobre el Sacré Coeur. Esta basílica es uno de los lugares más hermosos de la ciudad de París y los fuegos artificiales le añadieron más belleza aun. Nos llevo un tiempo encontrar un buen sitio donde poder ver los fuegos, durante unos minutos me atasqué entre la gente y no podía ni avanzar ni retroceder; me entró pánico. Después tuve que buscar a mis amigos, ya que los había perdido entre la multitud. Pero ya sabéis que una chica rubia, joven y bajita llorando sin parar es probable que se desmaye, y así la gente acudirá a ayudarla. Después de mi genial actuación, encontré a mis amigos y conseguimos encontrar un lugar muy bueno para ver el espectáculo. Incluso nos hicimos amigos de las amables personas entradas en años que estaban a nuestro lado. Los fuegos artificiales fueron increíbles, estaban perfectamente sincronizados con la música. El espectáculo fue muy largo, y mejoraba por segundos; parecía que nunca acabaría. ¡Fue una de las noches más bonitas que he pasado en París!
Como podéis ver, siempre hay algo que celebrar en París. ¡Nunca os aburriréis!
Galería de fotos
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