7 cosas que comer en una boulangerie

Hoy quisiera hablarles de un lugar legendario en donde los sueños prohibidos se vuelven realidad. Un lugar de delicias dulces que conquistarán vuestros sentidos y de donde no querréis salir nunca más después de ser captados por los colores y los olores que se expanden en el aire, insinuándose entre la vías hasta las entradas de las casas. Estoy hablando precisamente de ellas: las boulangeries (panaderías).

No se puede entrar a la ligera en una boulangerie: los precios invitan y vuestro estómago no les dará paz hasta que vuestra mano, fuera de control, dejará a las dependientas 90 centavos por un bollo. Les presento acá mis siete “coup de coeur” ("amores", cosas que no podéis dejar de comer):

1. La tartelette alla framboise

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La primera es esta hermosa tarta de masa con crema y frambuesa, mi preferida. Precio: en el centro puede llegar a costar hasta 4,80 euros, pero en algunas cadenas como Paul o la Brioche Dorée, especialmente a las afueras, ¡se encuentra incluso a 2,80 euros!

2. La baguette

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El pan francés se eleva a partir de la baguette. Nature (la clásica), aux grains (con distintas semillas), aux céréales (de cereales), con semillas de amapola o con la masa de pan negro, siempre será una gran opción. No se lleva debajo de la axila y todas las personas la comen caminando hacia la casa. A veces veo en los buses a personas con 30 baguettes. Y les aseguro que duran: el pan francés puede llegar a dañarse después de una semana. ¿Queréis parecer verdaderos franceses? Dad un buen “croque” a vuestra baguette, cortad la punta de vuestra barra de pan y comed regresando a casa.

Precio: ¡desde 70 centavos en adelante!

3. Viennoiserie

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¿Queréis iniciar bien el día o tomar fuerzas para una larga y extenuante jornada de trabajo? ¿Queréis iluminar vuestra mente durante el estudio o placar vuestro ánimo fogoso mientras esperáis vuestro tren en una jornada de huelga? Estos pequeños concentrados de mantequilla y azúcar son lo que necesitáis. Viennoiserie es un término que se refiere a cuatro tipos de pastelería: croissant (cruasán), pain au chocolat (pan con gotas de chocolate), pain au raisin (rollito de pasas) y chausson aux pommes (tartaleta de manzana). Todos estos tienen una característica en común: sentiréis el dulce sabor de la mantequilla que se derrite en vuestra boca junto a varias capas de hojaldre que saben incluso mejor si se sirven calientes.

Precio: cada uno suele costa 1,20 euros. ¡Normalmente son vendidos en menús de desayuno con café o cappuccino (de 250 ml en Francia) a menos de 3 euros!

4. Macaron

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Debo decir que estos dulces de masa de almendra no me encantan, son demasiado dulces para mí. Pero son típicas y, de todas formas, he probado algunos buenos como los de frambuesa (obviamente) y de té Earl Grey.

Precio: entre 1,80 y 3,50 cada uno.

5. Tarte au flan

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Esta torta de masa quebrada con leche y huevo tiene la consistencia de un budín, un flan o una crème caramel. Una porción es un buen refrigerio, pero no les aconsejo comerla como postre al terminar la comida porque sería como tapar vuestro agujero del estómago con un ladrillo.

Precio: entre 2,50 y 4 euros cada porción.

6. Tarte au citron méringuée

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La amo. Es una torta con base de masa cubierta de crema de limón con merengue y ligeramente quemada con una llama. La misma advertencia que hice con la Tarte au flan: ¡No después de las comidas!

Precio: entre 2,50 y 4 euros cada porción (o pequeña tortita, si está hecha como el modelo de la tarta de frambuesa).

7. L’éclair

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Es una bomba alargada rellena de crema pastelera y adornada con un glaseado muy colorido. La más común es la de chocolate, pero he visto también de pistacho, avellana, frambuesa, limón y banana.

Precio: entre 1,50 y 3 euros.

Qué más decir: ¡Déjense extasiar!

Bon appetit!

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