Cuarto de Siglo
Hay momentos en la vida que sabes que no se repetirán. Años, en los que haciendo balance, no puedes negar que han sido de los mejores de tu vida... No solo por lo que has vivido... Si no por algo mucho más importante: por con quiénes los has vivido.
Llegas al cuarto de siglo y cuando miras atrás, ves sus caras... Las caras de quienes siempre, contra viento y marea, han estado apoyándote y haciéndote vivir la vida intensamente, sin que pierdas uno solo de sus bocados. Algunos, sorprendentemente, han llegado a tu vida hace poco, y hay otros con los que llevas años. Unos son de la maravillosa familia que tienes y otros, de la maravillosa familia que escoges.
Y es que, veinticinco años, no se cumplen todos los días... Válgame el cielo que no. Según Criss, los 25 ya los tenía y he empezado a gastar los 26. En ese caso, los 25 se iniciaron con un regalo de lujo, una sesión de chocolaterapia a cargo de Carol.
Carol... como deciros, es una de esas personas que me entró por el ojo malo, pero después de años de lucha, de risas, de lágrimas y de comprensión, es la amiga más longeva con la que puedo contar. Una personita que siempre me ha acompañado desde mis inicios en el nuevo cole hasta mis andaduras universitarias. Generosa y adorable. Con quien compartí mi viaje a Alemania junto con mi hermana. No hubiésemos podido hacer mejor combinación de compañeras de viaje ni en sueños. Complementándonos como conductoras y como amigas. Te quiero mucho calamarda. Creo que lo sabes, pero espero que no se te olvide.
Seguí el año en Soria, y allí tuve otro regalo: la gente que he conocido... Y sin Isa, mi hermana, eso no hubiese sido posible. Porque por desgracia, este mundo se mueve con dinero, y ella me ha regalado la posibilidad de seguir estudiando y de vivir allí. De conocer a gente que me ha hecho seguir confiando en mí misma. A pesar de las peleas, los enfados, las riñas y las ganas de matar(nos), el amor que sentimos y el útero que compartimos, nos mantienen unidas contra todos los pronósticos. Yo no soy yo sin ella. Ella no es ella sin mi. Dos copos de la misma tormenta de nieve, que parecen iguales pero son diferentes. Aunque creas que no te lo agradezco o que no lo tengo en cuenta, para mi ha significado mucho todo lo que me has dado. Todo tu apoyo. Aunque creas que me lo tomo a risa o que no me preocupa nada, no es cierto. Confío en que en el fondo lo sabes, porque me conoces de toda mi vida. Desde que nací hasta que estoy sentada ahora escribiéndote esto. Es un orgullo para mi compartir la vida a tu lado. Te quiero. Y en este apartado entran nuestros padres. De quienes estamos tan orgullosas. De cómo nos han educado, de lo que nos han dado. De todas las posibilidades que nos ofrecen. Las oportunidades. De todo el amor. Gracias a ellos también.
Acabó el cole y empezó el verano. Y todos los que vivimos fuera, volvimos a nuestra Palencia querida. Y me encontré con el no parar de quedar con Ella. Porque Ella, con mayúsculas, ha sido siempre una heroína para mi. Heroína por la adicción que me crea pasar segundos con ella y heroína de salvadora con poderes sobrenaturales. Porque la vida es dura, y ella lo sabe mejor que nadie. Y la vida da muchos palos, y ella también lo sabe... pero lo bueno, es que a veces, la vida te recompensa. Y una idea, un sentimiento, puede tener muchos puntos de vista... Y a pesar de que tengas el día más negativo de todos, ella siempre le encontrará un enfoque tan positivo que no vas a saber decir que no... Pero tienes que saber hacer lo mismo con ella. Criss gasta tanta energía en hacer que los demás sean felices, que a veces olvida que ella también tiene que ser feliz. Y siempre, me has hecho feliz. No recuerdo un día de tristeza en el que no me hayas hecho acabar sonriendo. Con tus palabras, con tu apoyo y con tu psicología canina :P
Da lo que no tiene sin pedir nada. Eres una de las personas más inauditas que conoceré jamás en mi vida. Me has dado fuerza y valor siempre. Me has enseñado que las cosas imposibles no existen. Me has dado amor, respeto y has hecho que los demás me respeten a mi. Porque contigo jamás me he sentido;pequeña; delante de nadie. Nunca me has hecho sentirme sola. Y espero haberte hecho sentir algo parecido a ti alguna vez.
Y mis veinticinco, se convirtieron contigo en una aventura. Aventura metafórica, pero sobre todo, literal. Porque a pesar de todo, me has llevado de excursión. Una excursión que no se puede comparar con ninguna otra. Hacer barranquismo no entraba en mis planes. Creo que no sabía ni que existía... Y ahí estaba yo, enfundada en neopreno, con un casco blanco de lo más glamouroso, sudando como una perra y pasando un frio en el agua de cojones dos minutos después, nadando contra corriente, intentando ponerme de pie en el agua, tirándome por toboganes naturales de 5 metros de altura, saltando a pozas de 8 metros en las que, o saltabas sin dudarlo y sin resbalarte o te quedabas atrás. Y si saltabas, o salías a flote rápidamente y nadabas en diagonal o podías quedarte atrapada en una cueva del barranco. Agarrada a una piedra, gritando para soltar la adrenalina. Sintiéndome valiente como Juan sin Miedo. Saltando desde árboles cual monetes. Rappelando por paredes que acababan siendo precipicios y dejándome caer, flotando en el agua, y llevándome la corriente... Acabar en Suances, en la playa de los locos. Poder saludar a esa persona tan especial que es tu madre, y que me dijeses que te hacía feliz que tu primer día de playa fuese conmigo... Porque a mi me hizo feliz que mi primer día de playa fuese contigo. Y lucharemos contra las olas. Una y otra vez. Aunque me de miedito meterme...
Porque claro, yo tenía un sueño a los 16... Y era agujerearme el cuerpo por tres partes... Y al final escogí una preferencia. La nariz... Y resulta que tuve que esperar a los 25 para conseguirlo... Y yo tenía miedo a que el agua del barranco o del mar, se llevase de mi aleta el regalo de mi prima Cris.
Ay primi... cuántas cosas nos han pasado. Nunca he dejado de quererte. A pesar de los años difíciles, siempre has sido y serás mi sangre, y supongo que lo entiendas. Y me alegro de que sigas a mi lado. Me has dado también mi primer día de pisci y una vida llena de carcajadas. De amor, de sentirme orgulla de quién soy y de quién es mi familia. Eres preciosa, te lo he dicho muchas veces, por dentro y por fuera. Eres un sol, radiante. Cuando te ríes estás mucho más guapa. Tu generosidad alcanza límites insospechados. Desde la guardería has sido como un escudo protector. No podía tener miedo de nada ni de nadie, porque estabas tú para defenderme. Nunca ha hecho verdadera falta (menos mal) que utilizases la violencia física, pero sé que lo hubieses hecho, igual que yo por ti. Tipo mafia... Perchè la famiglia sei la famiglia.;)
Me gusta verte feliz. Me hace feliz que me dejes formar parte de ello. Y prometo seguir haciéndote feliz. Tú prométeme que seguirás haciéndome feliz a mí.
Me siento impotente por no ser capaz de devolveros todo lo que me habéis dado multiplicado por mil. Aunque no pierdo la esperanza de poder recompensaros en algún momento de mi vida.
Hay sueños que se piden y se cumplen. Hay otros, que llegan a tu vida sin saber que los querías y los haces realidad. Muchas veces no se trata de qué es lo que deseas, si no de con quién los has cumplido. De quiénes los han hecho reales y palpables para ti.
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