"Un día en Manzaneda" (¡¡Vídeo al final!!)

“Un día en Manzaneda”

¡Hola a todo el mundo! En la entrada de hoy nos alejamos del frío de la costa de Aber para adentrarnos las bajas temperaturas de la montaña. Hoy os voy a hablar sobre la Estación de Esquí de Manzaneda. ¡Empezamos!

Cabeza de Manzaneda está en Galicia, España, concretamente en la provincia de Ourense. Yo vivo en Bueu, provincia de Pontevedra, así que es la estación de esquí que más cerca me queda y la que más frecuento. Este año estaba siendo horrible porque no había nieve, o había nieve y hacía mal tiempo y estaban las pistas cerradas; o no podía ir porque tenía que asistir a clase, etc. Estaba empezando a pensar que este año me quedaba sin ir a esquiar. Pero entonces, tras meses de acoso a la página de Facebook oficial de la Estación de esquí, por fin llegó el momento: Manzaneda abría sus pistas el viernes. Sol, buen tiempo, cielo azul, mucha nieve… Pero mucha gente. Manzaneda estuvo cerrada prácticamente todo el invierno así que todo el mundo iba a aprovechar el único fin de semana para ir. No me gusta nada esquiar con mucha gente, es incómodo, hay que esperar muchísimo en las colas, etc. Así que decidimos ir el viernes, que se supone que iba a haber menos gente. De hecho, el sábado y el domingo fue tanta gente que la estación de esquí puso dos autobuses para facilitarles el viaje a los esquiadores. Y acertamos, se podía esquiar perfectamente y no había que esperar casi nada en las colas. El día nos salió redondo.

Yo sé esquiar desde muy pequeña y he estado en muchísimas estaciones de esquí, no me llegan los dedos de las manos para contarlas. Manzaneda en sí es pequeña, pero para esquiar un día, llega y sobra, si están todas las pistas abiertas, claro. Para ir, creo que me levanté a las 6:30 de la mañana. A las 7:15 pusimos rumbo y tardamos tres horas en llegar, (véase el timelapse en el vídeo que os dejo al final de este post). Fuimos con GPS, que a veces es un poco agobiante, pero siempre busca y encuentra la ruta más corta.Aun así, es un camino largo y bastante cansado. Fuimos con una lista de reproducción de unas 80 canciones y acabamos aburridos, jajajaja. Para más colmo, mientras subíamos y ya veíamos la nieve, el coche empezó a pitar. Pitaba de vez en cuando y era muuuuuuy molesto. Eran las pastillas de freno que estaban gastadísimas. Lo que nos faltaba, jajajaja. Afortunadamente, no pasó nada, el coche frenaba como siempre y unos días después ya las cambié. Finalmente, llegamos.

Aparcamos donde pudimos y empezamos a vestirnos. Jersey. Pantalón. Calcetines. Botas. Casco. Gafas. Cámara. Mochila con víveres y agua. Fuimos a comprar las dos entradas para poder esquiar, también conocidas como “forfaits”. Nos costó 18€ cada una. No tuvimos que alquilar ni esquís ni traje ni casco porque lo traíamos todo de casa. Es una suerte porque ahorramos muchísimo tiempo y dinero. Tuvimos que traer los esquís dentro del coche metidos transversalmente porque no tengo baca, jeje. Esquiamos durante unas horas, grabamos vídeos, sacamos fotos, comimos. Como ya dije antes, Manzaneda es pequeña si la comparamos con otras estaciones. Creo que todas las pistas estaban abiertas y también todos los remontes. La nieve era perfecta para esquiar, creo que en estos casos se le denomina nieve polvo, ¿algún entendido en el tema por aquí? Solo nos encontramos con una pista roja que había un poco de hielo, pero si controlabas un poco, no había problema. La verdad, pensaba que iba a hacer más frío. En el telesilla se me congelaban los dedos de los pies y manos, pero a la media hora de empezar a squiar, me estaba muriendo de calor por el jersey que tenía debajo. Esquiar siempre es una lotería. Si no te molestan las gafas, te molestan las botas. Si no tienes frío, tienes calor. Y luego vuelta al frío otra vez. Si traes las gafas de ventisca, hace un sol radiante. Si te las olvidas, hay niebla y está nevando. Es así siempre.

Terminamos de esquiar bastante cansados y fuimos a comer (sí, otra vez). Después de entregar los forfaits y que nos devolviesen la “fianza” de seis euros, jajaja, fuimos al restaurante. Creo que es el único que hay por allí cerca y está bastante bien. Cuando fuimos no había gente, nos atendieron rápido. Me comí un bocadillo de lomo que me supo a gloria. Había menús normales, 12€ cada uno con dos platos y postre. No lo pedí porque no tenía tanta hambre y no está permitido pedir medios menús. Estuvimos allí un buen rato, descansando y disfrutando de las vistas. Todos los árboles nevados y muñecos de nieve. Después nos encontramos con Olaf y Elsa de Frozen y nos tiramos en trineo desde lo alto de la montaña.

Pusimos rumbo a casa y ya bajando y con las pastillas de frenos todavía pitando (pero menos), vimos que había un desvío hacia un mirador. Nos metimos en un pueblo de mala muerte, cinco casas y ya, seguíamos conduciendo y por fin llegamos. Desde el mirador se veían los cañones del Sil.Vistas tan impresionantes como las que veis en la foto, pero muchas veces las fotos no hacen justicia a la realidad. Este es uno de esos casos. Si le echas imaginación, hasta puede pasar por un fiordo noruego, ¿o no?

Definitivamente, volvíamos a casa. Otras tres horas de trayecto, un poco más porque nos “perdimos” y tuvimos que dar vuelta, pero nada grave. Yo estaba cansadísima, quería dormir pero no podía y tenía las piernas un poco entumecidas. Llegamos a Bueu sobre las siete de la tarde, tuvimos fuerzas para parar y tomar algo (ansiado gofre con chocolate después de un duro día :D) y volvimos a casa para dejar las cosas y descansar.

Mientras esquiábamos, yo llevaba una cámara atada al casco. Muchas veces las tomas son bastante movidas, pero he conseguido hacer este montaje que refleja bastante bien un día esquiando en Manzaneda, con caída incluida. La música es de Imagine Dragons y ya sé que la edición no es muy buena, pero le he puesto bastante empeño. ¡Espero que os guste!

Aquí os dejo el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=owoivflgAYo&feature=youtu.be

¡Y esto es todo por la entrada de hoy! Compartid, dadle a me gusta, comentad lo que queráis. Espero que realmente os haya gustado. Si venís en invierno a Galicia, ya sabéis. Me encanta mostraros sitios que conozco como este y darle mi toque contando mi experiencia y dándoos mi opinión. ¡Gracias por leerme!

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