Vila Nova de Gaia, una ciudad maravillosa que visitar
Hoy tengo el placer de hablar de un magnífico destino digno de ver y visitar, ubicado en el norte de Portugal al que se puede ir tanto en invierno como en verano para admirar los paisajes más bonitos y una naturaleza espléndida: Vila Nova de Gaia. Llegamos en tren desde la capital, Lisboa, que nos costó alrededor de 33 euros o 35 euros, pero los precios varían mucho, sobre todo entre las temporadas de invierno y de verano. En verano los precios de los billetes aumentan considerablemente en comparación con las temporadas con un tráfico normal.
Llegada a Vila Nova de Gaia y recorrido por los puentes
También se puede llegar a Vila Nova de Gaia con el metro urbano subterráneo si estamos en el centro de Oporto. El billete de metro cuesta alrededor de 2 euros y puedes apreciar un paisaje espléndido, sobre todo cuando el metro llega a la parte de arriba del puente Luis I. Desde allí se puede contemplar con claridad el río Duero a lo largo y ancho y ver los barcos que antaño transportaban el vino al puerto de Oporto, utilizados hoy en día para transportar a turistas, que hacen viajes turísticos muy bonitos y enriquecedores, ya que gracias a los guías pueden entender la historia del país.
Desde la parte de arriba del puente, se puede ver el precioso jardín situado justo delante del Duero y admirar el paisaje, especialmente el atardecer desde lejos y los otros puentes. Al oeste está el puente de Arrabida, que hace posible dar una vuelta y descansar en uno de los magníficos jardines. Para llegar allí, tienes que ir a la parada de metro de Jardim do Morro ('Jardín de la Colina'). El río cuenta con unos cuantos barcos, pero también hoteles, restaurantes y casas construidas en la orilla del río y el barrio principal, la Ribeira. Hay muchos restaurantes elegantes con una vista excelente y he de decir que la cena que probé en uno de esos restaurantes de la orilla del río valió la pena.
Paseo en barco y teleférico
Generalmente, un recorrido en barco en barco dura una hora para poder contemplar el río Duero a lo largo y ancho y observar las preciosas casas multicolores que embellecen el paisaje, siguiendo el estilo típico portugués.
A bordo del barco, puedes aprender incluso sobre la historia del país, pues te explican con detalle la historia de cada monumento de la ciudad en tres lenguas diferentes (portugués, inglés y francés) para que conozcas mejor la cultura de la ciudad y la comprendas mejor. Desde el barco, pudimos contemplar mejor el excepcional paisaje ante nuestros ojos y relajarnos con el viento entre el pelo para dar un agradable paseo al aire libre u optar por estar dentro del barco y ver el paisaje desde las ventanas de la cabina.
En cuanto al teleférico, también ofrece una vista fabulosa de la ciudad, al que se puede llegar también desde la estación de São Bento o andando. Por la avenida principal hasta la parte superior del puente. De hecho, se puede ir por la parte inferior del puente, incluso por una estación en la que puedes encontrar muchos restaurantes, tiendas de recuerdos, además de pastelerías en las que venden helados y yogures sumamente deliciosos.
El trayecto en teleférico cuesta 6 euros, por lo tanto, hay que pagar 12 euros por un billete de ida y vuelta, pero yo optaría solo por la ida para poder bajar por la parte inferior. Luego puedes volver a subir hacia la parte de arriba, donde está la estación de São Bento, ya sea por las escaleras, es decir, a pie, o con el funicular, que lleva a la gente hasta la cima de la colina por 5 euros. Por lo general, cierra después de las 22 p. m., por lo que puedes optar por otra ruta para llegar a pie, así que hay que considerar todas las opciones tras el cierre.
Asimismo, puedes ver un castillo maravilloso en la cima de la colina a poca distancia del teleférico. Dicho castillo también ofrece una panorámica del río, así como del bonito paisaje. Igualmente, el río solo por un puente, hay muchos, por lo menos 4 o 5, que unen las dos partes de la ciudad, lo que hace que esta magnífica ciudad sea aún más encantadora con su apariencia histórica y sus excepcionales monumentos. Para los interesados en el mosto, al final de los paseos en barco, se realiza una visita gratuita a las bodegas de vino con una degustación gratuita, así como un recorrido por las emblemáticas bodegas portuguesas.
Cuando anocheció, nos quedamos asombrados con unos jóvenes vestidos de manera tradicional que bailaban por la calle. Los estudiantes estaban en primer año de carrera y por eso llevaban el uniforme tradicional, que podían ponerse el primer año hasta que pasaran al segundo año de estudios superiores. Lo mejor fue que nos hicieron un espectáculo a su manera, muy típico, cantando una cancioncilla.
La Catedral de Oporto, considerada una de las más bonitas de Europa, está al otro lado de la ciudad y su característica principal es la decoración interior, realmente espléndido. En efecto, la madera de dentro de la catedral está decorada con una pintura dorada, de tal manera que parezca que es oro y no madera, unido a una arquitectura maravillosa con detalles extraordinarios que no se encuentran en cualquier edificio. Justo enfrente de la catedral, puedes ver otro "miradouro" ('mirador') o mirador panorámico en la cima de la colina con vistas a los barcos, preciosos restaurantes y al Teleférico de Gaia.
Cerca de la catedral, a pocos metros andando, está el metro de Oporto con el que se puede hacer una visita típica y tradicional de la ciudad. Además, puedes montarte en el teleférico en cada parada y comprar el billete a bordo. El conductor se encarga de vender los billetes, pero solo la ida. Si quieres hacer ida y vuelta, tienes que bajarte en la última parada y comprar otro billete para hacer el viaje de vuelta. Puedes cogerlo en otra parada diferente a la nuestra para aprovechar y explorar, hacer fotos y después pasear por la ciudad. Todos los transportes sirven para recorrer la ciudad y los sitios de los alrededores.
Del mismo modo, Oporto se caracteriza por una costa preciosa donde la gente va a la playa a divertirse y disfrutar del mar, así como de su actividad fundamental tanto en invierno como en verano: el surf. Normalmente, un profesional da clases a los niños y las niñas y practican este deporte mítico en muchas épocas del año, ya sea verano o invierno, ya que el océano Pacífico es conocido por sus altas y extraordinarias olas. El mar generalmente está agitado, lo que permite un buen movimiento para que la gente practique bien dicho deporte, puesto que el surf consiste principalmente de montarse en las olas, así que una buena ola es esencial.
Para los que sean aficionados y amantes de este deporte, pueden ir a Matosinhos cogiendo el metro en Senhor de Matosinhos o en Senhora da Hora, por solo 2 euros el viaje o a la playa de Espinho. El océano Pacífico se extiende por toda la costa, de norte a sur, y ofrece olas muy grandes y fuertes todo el año. Sin embargo, tienes que ir con cuidado porque el mar está alterado y las corrientes de agua pueden ser bastante violentas incluso para los profesionales de este deporte. Además, el agua está muy fría, tienes que prepararte nadando e incluso cuando las temperaturas llegan a su temperatura más alta, puede estar congelada y no puedes estar mucho tiempo dentro.
Me acuerdo de los días que pasábamos en la playa, bajo el sol. No obstante, había días ventosos en los que el viento esparcía la arena fina por la playa que impedía conseguir un buen bronceado. Si no, los aficionados de los preciosos paisajes naturales, apacibles y tranquilos, Pueden ir concretamente más al norte, a la ciudad de Viana do Castelo. La singularidad de esta ciudad es principalmente que el mar ocupa un espacio inmenso y el atardecer allí es impresionante. Tiene una catedral emblemática y simbólica situada justo a la orilla del mar y se puede contemplar una vista del atardecer con la playa agitada.
Por último, puedes divertirte visitando la ciudad con el tren turístico, que dispone de muchos vagones bajos y puedes apreciar los bonitos paisajes, así como los muchos monumentos representativos de Oporto. En todos los restaurantes, emiten los partidos de la liga portuguesa. De hecho, los portugueses se entretienen viendo cómo se enfrentan todos sus equipos locales por la Copa de la Liga portuguesa y se divierten presumiendo de tacos como los futbolistas y de sus condiciones físicas.
Igualmente, el jugador más conocido, rico y con más talento es Cristiano Ronaldo, de nacionalidad portuguesa. Se ven muchas pancartas publicitarias suyas en la ciudad y en los grandes almacenes se puede comprar su colección de zapatos, perfume o de zapatillas. Hay otras tiendas específicas del FC Porto, que abren sus puertas y se convierten en museos al aire libre para comprar las camisetas del equipo favorito y más animado de Portugal.
En definitiva, no se puede hablas de Oporto sin mencionar sus famosas bolitas de patata con pescado cocido, llamadas "pastéis de bacalhau" ('pasteles de bacalao'). Es una receta típica portuguesa que consiste en unas patatas blandas preparadas como un puré y pescado, principalmente bacalao ("bacalhau" en portugués) u otros tipos menos salados y poco fermentados, así como una mezcla de huevo, a todo eso se le da forma de bolitas y se mete en el horno. Están deliciosas y solo puedo degustarlas delante de la magnífica vista al Duero en plena noche, además de la música que embellece todavía más ese ambiente más que extraordinario y que mucha gente tendrá el placer de visitar y descubrir.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)