Tercer día en Oporto

¡Hola otra vez! Hoy vengo a hablaros sobre nuestro tercer día en Oporto, que fue un Domingo y algunas cosas estaban cerradas. 

Ya que el día anterior acabamos muertas de andar, decidimos tener un día un poco más tranquilito, aunque al final volvimos a andar unos 20 kilómetros como siempre. El plan que decidimos seguir fue hacer el crucero por los 6 puentes y visitar una de las bodegas que hay al otro lado del río, en la parte de Gaia. 

El crucero 

A lo largo del río cuando bajas desde la catedral y desde el puente de San Luis hacia la derecha, hay varios puntos desde donde salen distintas empresas de cruceros, y por lo que vi, desde la otra parte de la orilla también salen algunos de las mismas empresas y de otras aunque el recorrido supongo que será el mismo.

El primer barco que vimos era uno blanco enorme con piscina y varias plantas y pensamos que obviamente sería carísimo así que ni preguntamos y seguimos adelante. Había otra empresa que ofrecía algo llamado Jet Extreme, que era como un bote que iría más deprisa que un barco normal.

Y finalmente, unos metros más adelante, encontramos la empresa Tomaz Do Douro, que no sé si habrá una mejor o más barata pero esta nos pareció bien. El precio es de 15 euros si solo quieres el crucero y 24 euros si quieres el crucero más una visita guiada con catas a una de las bodegas (ellos trabajan con Burmester). Nosotras elegimos el precio conjunto de crucero y bodega ya que queríamos visitar una, y la guía que nos dio las recomendaciones nos dijo que la visita más la cata cuesta desde 10 a 16 euros dependiendo de cuál visites, así que sale más barato comprar el ticket de 24 euros.

En cuanto al crucero, dura 50 minutos y va desde al lado del puente de San Luis hasta casi la desembocadura pero no llega al océano, al menos en el que fuimos nosotras aunque he oído que algunos sí que llegan. Nosotras lo cogimos a las 12:30 y por la mañana sale cada media hora, por la tarde no me fijé pero normalmente saldrán hasta las 8 de la tarde más o menos. 

El barco tiene la parte de adelante al aire libre con algunos asientos, una parte cubierta con mesas grandes y sillas donde hay unos baños y un pequeño bar para poder tomarte algo o comer un snack (también te puedes llevar de casa). También hay una parte encima de esta donde hay bancos para sentarse y es desde donde mejor se ve todo pero es la primera que se llena y si es un día de mucho calor y te descuidas lo mismo te da una insolación. 

Por unos altavoces van mencionando en varios idiomas (portugués, inglés, francés, español) los puntos interesantesa lo largo del trayecto, pero lo malo es que dentro la gente habla un montón y no se oye bien lo que dicen; en las partes de fuera sí que se escucha mejor. 

Es un crucero interesante porque pasas por muchos sitios bonitos e interesantes de la Ribeira y demás, no es el típico paseo en barco en el que sólo se ve costa, aunque he de decir que prefiero pasear a pie, ver las cosas de cerca y pararme en lo que quiero ver más detenidamente. El autobús rojo de CitySightSeeing a veces también es una buena opción porque te puedes subir y bajar en algunos puntos de la ciudad y suele ser el mismo precio que los cruceros. 

Como pagamos el precio del crucero y la visita a la bodega y cuando terminamos no teníamos mucha hambre, decidimos ir directamente a la bodega. 

La visita a la bodega 

Cuando compras la entrada conjunta, puedes hacer la visita hasta las 17:30. Hay visitas guiadas en varios idiomas, y debes preguntar a qué hora es la de español. Nosotras creo que lo hicimos a las 13:30 más o menos. Esta bodega llamada Burmenster como he dicho antes, no tiene pérdida, está situada justo a la izquierda cuando cruzas el puente de San Luis.

La visita la realizó un chico español y fue muy interesante. Te enseñan el proceso de hacer el vino desde que se recogen las uvas hasta que se embotella y se vende, cómo se mantiene en los barriles e incluso antiguas máquinas para embotellarlo, poner el corcho, etc. También hablarán sobre los distintos vinos de Oporto que se realizan y cuáles son las características que deben cumplir para ser un verdadero vino de Oporto. 

Al final de la visita, que duró unos 30 minutos, viene el momento de la cata. Te dan un vino blanco y uno tinto y te explican cómo debes beberlos y con qué se debe acompañar, aunque la única pega es precisamente que no pusieron nada para acompañar, pero el vino estaba buenísimo. En la sala donde se hace la cata hay una estantería con varios productos de la bodega que puedes comprar, con precios desde 6 a 500 euros, así que tienes para elegir. 

La comida 

Mi madre tenía ganas de probar una Churrasqueria porque se lo habían recomendado, así que encontramos una que se llama Churrasqueria A Brasa y fue muy buena elección. Ella y mi hermana pidieron un plato que se llamaba churrasco para dos personas por 24 euros pero en realidad era para 4 o 5 personas. Por lo visto, aquí el churrasco es una mezcla de todo tipo de carne a la brasa: lomo, salchichas, pollo, costillas... Y venía acompañado de arroz, ensalada y patatas fritas, así que salieron rodando. Yo también acabé llena ya que tenían varias opciones veganas y pedí una ensalada mixta con pimientos, patatas fritas y una sopa de verduras y costó unos 6-7 euros. Lo que nos sobró (porque claro que sobró) nos lo pusieron en un tupper para llevar y fueron muy amables. 

Después de la comida teníamos que reposar un poco y otro de los jardines con vistas que nos había recomendado la guía del free tour era el Jardin Das Virtudes, por la zona del río. Es un sitio precioso y muy tranquilo, estaba lleno de gente joven tomando unas cervezas y hablando; pero nosotras nos teníamos que tumbar un poquito. 

Después, justo al lado está la taberna Santo Antonio, una de las que más nos han recomendado y pudimos ver por qué. Aunque no podíamos comer porque estábamos llenísimas, fuimos a tomarnos algo y todo tenía súper buena pinta, además de ser muy barato. Tiene algunas mesas fuera y bastantes dentro, pero si quieres ir a comer allí lo mejor es que reserves porque suele estar lleno. Así que estuvimos un rato jugando a las cartas y 3 refrescos y unas patatas fritas fueron solo 6,50 euros. 

Después, como ya habíamos visto lo principal que hay que ver en Oporto, nos dedicamos a pasear por sus calles, que es una de las cosas que más me gusta, porque es muy relajante y te encuentras las cosas más bonitas. 

Me he dado cuenta también de que en Oporto hay mucho arte callejero y vi que también hay un tour sobre ello que, si tienes tiempo, sería muy interesante de hacer. 

Había sido un día de mucho comer y cuando terminamos nuestro paseo por el centro, decidimos que íbamos a comer algo ligero así que fuimos a un sitio de comida sana. El restaurante era muy bonito y tranquilo; se llama Nola Kitchen y también está bastante céntrico.

Pedimos para compartir un hummus de pimiento rojo y un alioli de alcachofa, un wrap de pollo y una ensalada con quinoa roja, falafel, pepino, brócoli y una crema de anacardos que estaba muy rica. 

Después, nos dirigimos finalmente al hotel a descansar para el siguiente día. 

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