Día 58. 24 divertidas formas de que todo salga mal.

Cuando pensaba que lo llevaba todo (óleo, gesso, lienzos, pinceles, etc) e iba cargado como una mula, me encaminé hacia la facultad, que no me pillaba demasiado lejos.

Al llegar, con el hombro y la espalda en peores condiciones que cuando nací, me di cuenta de que se me había olvidado el aguarrás, indispensable si quieres diluir la pintura y si quieres cojerte un chute bastante insano y económico.

Y es que por lo visto hay muchas formas de arruinar tu día, y no es proporcional al número de cosas capaces de enderezarlo. No obstante, me dijeron una frase así de estúpida una vez:

''La suerte está chocando constantemente con nosotros, lo que pasa es que no nos damos cuenta y dejamos escapar grandes oportunidades''

Es como si estubiera viendo a la chica que me lo dijo. Y UN CUERNO, EMBUSTERA. ¿Qué demonios? ¿Qué dices? No es más que una ruin mentira. Hay veces en las que te sientes más afortunado, o tienes un golpe de suerte, pero poco más. Día a día vas decallendo. Abstenerse enamorados.

Las calles están aqui llenísimas de mendigos, como si el Apocalipsis Zombie se hubiera adelantado unos meses. Da igual cuántas veces te pidan dinero o comida, pocas se las das. Es incómodo, realmente extraño, ver a gente salir del Mc Donalds negando con la cabeza y los ojos cerrados delante de los mendigos.

¡Y eh! Que no es una crítica de ciudadano reprimido en su oscuro cuarto. Yo fui hace dos días el cliente que salió diciendole a un mendigo que no tenía dinero. ¿Y qué, a quien le importa? Es como esos cuentos infantiles mal escritos en los que no importa lo que dicen o hacen los personajes, porque sabes el final va a ser el mismo. Hay días en los que el que un hámster no se levante no para el mundo. Os lo digo yo.

Quiero dejar claro que estaba posando. Es imposible mantener las piernas tan lúcidas en estado de embriaguez.