Día 172. Hámsters en los rojos fondos.

Pues en efecto, como habrás deducido, querido y fiel lector, vengo de pasar una maravillosa y humeante semana en Holanda; Rotterdam, Amsterdan, La Haya, Delf… y todos esos sitios que puedes ver en Google earth. ¿El motivo? Un hermano de Erasmus allí es más que suficiente para agarrapatarse una semana entera en el sofá.

Pero no, no todo ha sido diversión. He descubierto algo asombroso.

Algo que quiero, y debo, compartir con la comunidad.

Algo peligroso.

Resulta que yo, en mi bendita inocencia, no sabía que allí se consumían ciertas sustancias pecaminosas conocidas con el nombre (¡válgame Dios! ) de ‘’María’’. Es como una planta verde extraña que no había visto en mi santa vida y que se mezcla con un producto oscuro llamado ‘’Tabaco’’, formando una unidad cónica con un filtro en el extremo.

Pues bien, tras varios intentos de relacionarme con los lugareños (afables todos ellos) al fin he logrado dar lo que se llama una ‘’calada’’, que consiste en absorber el humo que, una vez prendido, suelta el artefacto.

Bien, yo pensé que aquello era meramente rutinario, hasta que a la cuarta o quinta vez (ya no me acuerdo) que repetí el proceso, empecé a encontrarme un poco mareado; pero lo curioso es que el mareo no era malo, sino que me provocó una fuerte sonrisa que hizo que casi me dolieran los mofletes.

Ah, gente, cuán malos llegaron a ser mi hermano y sus amigos bárbaros del norte. Yo quise oponerme, pero ellos eran más y me hicieron consumir aquella ‘’María’’ hasta que salí dando tumbos del bar. Y como no quería desencajar, por cada uno de los días que pasé allí repetí el proceso que, aunque me resulta desagradable y nada apetecible, era un buen método para congeniar con las gentes de lugar.

No todo el viaje fue divertido, pero tardaría horas en contar todo lo que he visto allí, y todo lo que me ha pasado (como aquella bolsita vacía, pero con pizcos, de María en el control del aeropuerto para la vuelta). Aquí os dejo algunas fotos que logré tomar en los escasos momentos de lucidez en los que mi hermano no me coaccionó a fumar.

PD: Imposible cargar mis fotos. ¡Solicito ayuda para ilustrar este relato!