Día 126. La pastilla adecuada en el momento adecuado.

Me resultaba bastante extraño no haber caído enfermo todavía desde que estoy aquí. Y gracias a la diosa fortuna, que espera escondida esperando el mejor momento para joder, he pillado una especie de gripe justo el día en que mi hermano ha decidido por fin venir a verme.

Es una casi gripe porque al toser es como si me arañaran la garganta; mi hermano ha tenido que ir casi tirando de mí por toda la ciudad para hacer un toru express por los lugares más significativos.

Y mira por dónde me he dado cuenta de que hay mil sitios interesantes a los que ni siquiera se me ha ocurrido ir; iglesias, parques y bibliotecas de los cuales sólo conocía la localización.

Así que ahora, casi recuperado (pero todavía sin nevera a la vista) me he propuesto visitar con más detenimiento los rincones de esta ciudad. Y es que de vez en cuando es malo correr el riesgo de ''nah, si lo tengo al lado... ya iré a verlo''. Y llega Junio. Y pasa. Y no lo ves.

PD: Estoy tomando un medicamento que me recetó una farmacéutica portuguesa. Todo iba bien hasta que un compañero me dijo que en Portugal se venden medicamentos que son ilegales en España. Tengo miedo.