Cuarto día en Oporto

¡Hola otra vez! Ya estamos en el cuarto día de nuestro viaje a Oporto. Estuvimos mirando sitios para visitar cerca de Oporto y buscando recomendaciones. Nos dijeron que Coimbra es una ciudad muy bonita para visitar pero está algo más lejos, a unas 2 horas y media creo recordar que dijeron, así que buscamos un sitio más cercano. Finalmente, elegimos ir a Aveiro, que está a poco más de una hora de Oporto.

Aveiro

Para ir a Aveiro, también llamado la Venecia Portuguesa, utilizamos el tren. El billete de ida y vuelta cuesta unos 3 euros por persona al comprarlo en la estación al mismo momento; es la mejor opción ya que la vuelta es abierta hasta las 23:55 y puedes volver cuando quieras sin que importe la hora a la que vas.

El tren hacia Aveiro sale desde la estación de Sao Bento, que es una de las paradas que se hacen en el Free Tour y está en una zona muy céntrica. Es especial porque las paredes de la entrada son del típico azulejo de Porto dibujado en blanco y azul y en la parte superior está ilustrada la evolución del transporte en Portugal. 

Las personas que trabajan en las taquillas entienden bien español y no hay problema; para encontrar la vía por la que saldrá tu tren solo tienes que mirar las pantallas y es una estación pequeñita. Dentro hay algún puesto donde comprar snacks y unos baños en los que hay que pagar para entrar. 

En el tren nos sentamos con un señor portugués muy amable que nos fue explicando cosas de todos los pueblos por los que pasábamos, como que en estas fechas hay una feria enorme en Espinho. Esta es otra de las cualidades que hemos notado en la gente portuguesa y es que son muy simpáticos y agradables. Este trayecto en tren es precioso, ya que pasas por muchos pueblos, costas y casitas muy peculiares, así que merece la pena por el precio tan bajo que tiene. 

Llegamos prácticamente a la hora de comer así que preguntamos cómo se llegaba al centro. Desde que sales de la estación sólo tienes que ir hacia la derecha y luego a la izquierda en la salida a la gran avenida que lleva a la zona turística y de los canales. Por aquí hay muchos restaurantes; nosotras cominos en uno llamado Ferro, pero había muchos que tenían buena pinta. La comida portuguesa destaca por una cosa y es que siempre ponen mucha cantidad, reflejado está en la olla de arroz con marisco que les pusieron a mi madre y mi hermana; literalmente una olla, por 25 euros. Yo comí un puré de verduras y una ensalada tropical con frutas que estaba riquísima. 

Después de comer fuimos hasta los canales que estaban justo al lado de donde comimos y vimos que había unas personas que hacían paseos por los canales en una especie de canoas muy bonitas con un guía que iba contando en español y portugués lo que íbamos viendo a ambos lados. 

El precio es de 10 euros por un paseo de unos 45 minutos donde se ven 5 canales. Se ven cosas como antiguas casas de madera, salinas, el puente de los enamorados... Es un paseo bonito pero la verdad es que se puede ver lo mismo paseando por un lado del canal. 

Después fuimos a un parque que estaba cerca y nos comimos un helado en la heladería Gelados de Portugal, que también tiene algunas en Oporto. Seguimos paseando por las calles de Aveiro viendo las casas y edificios de Arte Nuevo, que es el que destaca en esta ciudad. 

También pasamos a una tienda de mobiliario vintage, que es como una casa con muebles y objetos muy curiosos y raros, cada uno con su historia, y me parecen muy interesantes de ver; también vimos una muy guay en Oporto pero no recuerdo el nombre. 

Me quedé con ganas de ver un museo de arte religioso que parecía muy bonito pero estaba cerrado el día que fuimos. 

Al final, sobre las 18:50 fuimos a la estación para coger el tren de vuelta a las 19:15. Hay que prestar atención porque hay que coger el tren hacia Oporto Sao Benito y no el de Oporto Campanha. 

Cuando llegamos a Oporto, estuvimos paseando un rato hasta que fuimos a cenar. Mi hermana quería pizza así que elegimos un restaurante que se llamaba O Ca¢ula(es una cedilla). El restaurante es muy bonito y la calidad de la comida e buena, el precio medio, unos 12 euros por persona. Tienen tres opciones vegetarianas y una vegana. El plato que yo me pedí era un curry con tofu y arroz basmati. 

Por la noche 

Tras la cena fuimos hacia el hotel y después yo quedé con un amigo que estuvo de Erasmus conmigo en Cracovia y es de Oporto. 

Nos encontramos en la Plaza de la Libertad y tenía un tour preparado por sus sitios favoritos. Empezamos por 77, un bar donde una minicerveza de Super Bock (la cerveza más famosa aquí) cuesta 50 céntimos, y el sitio estaba lleno de gente de diferentes países, con música dentro y también en la calle. Luego fuimos a unos bares que estaban al lado del Palacio de la Justicia de los cuales no sé sus nombres, pero puedes preguntar a cualquier joven de aquí y te lo sabrá decir. Lo mismo, mucha gente internacional y muy buen ambiente, imagino que en época de Erasmus tiene que ser mejor aún. Y acabamos en uno de los bares de la calle Rua de Paris, donde están la mayoría de ellos y las discotecas. 

Lo que más me gustó y pienso que deberíamos hacer en todos los países, es que usan vasos reutilizables. Al pedir tu bebida, pagas un euro por un vaso de plástico duro y si quieres al final de la noche lo devuelves y te dan el euro de vuelta. En Oporto se puede beber por las calles así que puedes llevarte el vaso de un bar a otro y que te lo rellenen, ya que lo usan en la mayoría. También puedes llevártelo a casa si te acuerdas de traerlo cada vez que salgas. 

La verdad es que me gustaron mucho los sitios donde estuvimos y el ambiente que había, me gustaría venir a partir de septiembre cuando hay más estudiantes en la ciudad (aún así había mucha gente que estaba de vacaciones); y otro punto a favor es que todo es baratísimo.

Y después de todo esto fui al hotel a dormir hasta el día siguiente, el último en Oporto. 

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