New York, New York...

Ya un post en inglés fue escrito sobre New York y esta ciudad merece que le escriba en todos los idiomas que conozco y, sobre todo, con lo mejor de mis capacidades linguísticas. Así que mis impresiones de la ciudad tendrán que ser en Español.

A ver, NY es una ciudad irreverente, claro está, y es irreverente porque sabe que no es sólo hermosa, sino joven. Los jóvenes somos audaces, descuidados y no le damos importancia a lo que piensan los demás. Los jóvenes normalmente somos menos prejuiciosos -se dice- y más abiertos y comprensivos. Tal vez por eso cuando llegaron los chinos y tomaron toda un área de la ciudad, no pasó como con los Judíos en Cracovia, que desde siglos atrás estaban siendo expulsados del centro de la ciudad. Al contrario, los chinos en NY tienen casi todo el downton controlado. Tienen negocios, comercios, restaurantes, parques, estatuas... los letreros están en su idioma, tienen carteles que sólo ellos pueden entender... y a NY le da igual! Incluso lo aplauden, es una zona turística, de moda! Lo mismo con Little Italy, que son sólo dos o tres calles y que, a diferencia de Chinatown, donde de verdad vive la comunidad china, Little Italy hoy en día es principalmente comercial, pero los comercios allí son lo que podría esperarse de unas calles europeas: cafés, pastelerías, panaderías, terrazas. No quiero meterme en problemas y decir que Estados Unidos es el país más abierto con los inmigrantes y todo eso... pero algo sí dice de NY que estas zonas puedan prosperar, y que los mismos americanos las disfruten. Quizá esta ciudad, por ser tan joven, recibió a estas comunidades, les permitió crecer, y ahora la ciudad recibe los beneficios de tenerlas como puntos turísticos y de referencia. 

Y ya que estamos hablando de la edad de la ciudad... es increíble que esto haya sido construido en apenas un par de siglos, no?

A medida que caminas hacia los barrios realmente newyorkinos, como Greenwich, es cuando empiezas a entrar en territorio cinéfilo. Cada esquina, cada parque, cada fachada, tiene eco en alguna película o en algún libro. Estuve pensando acerca de esto. Antes de haber ido a NY, ya has visto todas sus esquinas. Me puse a pensar en cómo cada vez que iba a algún sitio, me decía: "es igual a la serie" o "es igual a la película". No estás "descubriendo" la ciudad, estás poniéndole una cara a lo que tantas veces viste y que pensaste que era exgaeración. ¿Es esto bueno? ¿Que hayas visto NY tantas veces en el televisor, que tu primer comentario siempre es "es igual a..."? ¿Es bueno que ya casi no hay sorpresas? Pues es tan bueno que no importa, porque todo es como te lo imaginaste, y al mismo tiempo todo es brand new. La ciudad es tan increíble y tiene un estilo tan propio, que ninguna serie o película puede hacerle justicia o transmitir el sentimiento de andar por sus calles. Por ejemplo, la típica foto desde DUMBO, desde donde se puede ver la cara de NY... la vi mil veces en las cuentas de IG y FB de mis amigos, pero yo no podía dejar de verlo y tomar fotos como una loca. Los edificios, las luces, la gente. Pensar en que las vidas de las personas que estaban dentro de esos edifcios seguramente era igual a las vidas de los protagonistas de las películas, me dió escalofríos. No sé por qué. Tal vez porque, a pesar de que mi vida se puede volver aburrida y monótona a veces, pensar que esas historias sí existen o sí pueden existir en algún lugar, le da algo de emoción a los días, algo así como creer en la magia o en los unicornios. NY te hace creer eso, te hace creer en magia, unicornios... y empresarios mutimillonarios mirando desde su terraza y pensando en planes de dominación mundial.

Eso sí, eso de que es la ciudad que no duerme, no me convence mucho a mí. Fuimos a dos bares que estaban cerrados a las 11 de la noche de un viernes. Sí es verdad que había gente en la calle y todo eso... pero cómo pueden habernos rebotado de dos lugares en un viernes por la noche?!! Eso es lo que pasa cuando quieres que todos los mitos sean realidad.

Uno de mis momentos favoritos fue caminar desde Wall Street, con sus edificios altos y súper imponentes, por la orilla del río, pasando por el Rockefeller Park, con sus mesas de ajedrez, las bicicletas, la gente corriendo, los niños jugando... todo muy verde... pero siempre con el Skyline de NY de fondo, recordándote que por muy variada que sea la ciudad y muy mística... son esos edificios, esa actividad comercial incesante, la que la hizo lo que es.

Y también da escaloríos el memorial del 11 de Septiembre. Dos espacios rectangulares gigantes, tipo fuente, justo en donde estaban las torres y con todos los nombres de las personas que murieron en el atentado. No pudieron haber hecho un mejor memorial: es majestuoso, como fueron las torres, es imponente, como es NY... pero sólo te hace pensar en el vacío. Un vacío gigante y profundo, que no puede ser rellenado. Esto fue para ellos este atentado, o esto pensé yo al ver el memorial que le dedicaron a sus víctimas. Un abismo, por donde no deja de correr el agua, y a pesar de que el agua debería limpiar... limpiar los pecados, los recuerdos, tal vez? A mi sólo me hizo pensar en que el agua corría y no dejaría de correr, así como sus cicatrices no cerrarían por completo. Vale la pena pasar, y pensar en todas las personas que murieron por... por qué? Por la decisión de unos cuantos? Es totalmente diferente ver un memorial a los resultados de un ataque terrorista, a ir a los museos de la Segunda Guerra Mundial. Una guerra, dentro de su locura, tiene explicación: económica, territorial. Pero un ataque terrorista es el resultado de la suma de muchos males, de muchas equivocaciones que llevaron a una acumulación de odio descomunal. No pude dejar de preguntarme ¿qué hicieron los americanos para que los odiaran de esta manera?

Ahora, como Estados Unidos sigue siendo Estados Unidos, alrededor de este lugar de meditación y luto, se alzan los edificios que seguramente fueron su causa: la bolsa, el mercado, el dinero... incluso el edificio en frente del memorial es un centro comercial gigante, con tiendas de todas las marcas... es que así son ellos. 

Finalmente, mi paseo terminó en Times Square. Para mí, Time Square es la máxima expresión de la cultura america -estadounidense, que americanos somos todos- Cuando caminas por esa avenida, vas mitad encandilado por las luces y mitad encandilado de la impresión. Es una gran demostración de poder, de lo que son, de lo que se pueden permitir. ¿Cuántos hogares no hay alrededor del mundo sin energía eléctrica? Sólo esa avenida, esas siete calles, podrían darle iluminación a una ciudad entera. Por supuesto, el que no haya pecado que lance la primera piedra: yo me tomé mi foto como todos los demás. Una foto, miles de fotos, con mi iPhone... con la herramienta favorita de los americanos. ¿Porque cómo puedes dejar de admirar lo que ha hecho esta gente, con una historia igual de corta que la de Latinoamerica? ¿Cómo dejas de reconocer que es precioso? Por más condenable que sea lo desproporcionado de la cultura americana, así son. Al igual que los españoles toman la siesta y los franceses aman el pan... vamos a NY a ver precisamente eso: las luces, los disfraces, la locura, las tiendas, los anuncios, los edificios, los teatros, la multitud, el movimiento... es Estados Unidos, pero sobre todo, es NY.

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