De New York hablamos...

De New York hablamos.

Yo se los dije, NY merece que le escriban en todos los idiomas –por supuesto, ya lo han hecho-. Por eso tengo que dejar esto aquí, en español… por si acaso.

Cuando era pequeña, yo tenia dos sueños: visitor Europa y conocer NY. Les digo esto sólo para que tengan contexto de lo que van a leer. Van a leer acerca de un sueño hecho realidad, y quiero que lo recuerden cuando me ponga melosa y fastidiosa.

Siendo honesta, no es la ciudad más bonita que he visto en mi vida, ni la más histórica, ni siquiera es la más interesante, pero es New York City y la ciudad es como las celebridades que caminan por sus calles… es maravillosa, porque la idealizamos, tal como con la gente famosa: tal vez ellos mismos no sean fuera de lo común sino que nosotros los convertimos en eso. Lo mismo pasa con NY. Pensamos en ella, soñamos con ella y la imaginamos gracias a la gran cantidad de películas, series y libros que se han desarrollado en sus calles. Hay toda una cultura alrededor de la ciudad, y cuando vas allí… es exactamente como te la imaginaste! En eso, la ciudad vence a las celebridades: nada de maquillaje, Photoshop y engaño, todo lo que te prometieron de NY es real. Los libros y las películas no estaban exagerado, y de hecho, muchas veces se quedan cortos.

Es difícil explicar el encanto de NY: Hay que caminar sus calles, sentirse sumergido en la vorágine de gente para sentir el vértigo que es estar allí. Sí que puedo decirte por qué me encanta Europa: su historia, sus calles pequeñas, su gente rara e interesante. Me encanta Europa porque me hace recordar mis vidas pasadas, todas las cuales viví en ese continente –o eso creo yo-. Pero NY… NY me impresiona porque así como Europa no puede negar su edad ni dejar a un lado su dignidad, NY no puede dejar de moverse, no controla su energía. Esta ciudad me recuerda la juventud, los veinte, cuando vas de un lado para otro sabiéndote increíble, invencible, todopoderoso. NY no sabe a dónde va, ni lo que quiere, me hace pensar en ente perdida que no quiere ser encontrada, en aventuras y retos. NY no sabe si es elegante, loca, peligrosa o bohemia, no le interesa definirse como típicamente americana, y no va a mover un dedo para descubrir ninguno de sus interrogantes, es demasiado importante para eso, que las respuestas vengan a ella. NY le pertenece a todos, porque no le pertenece a nadie, un pequeño mundo fuera de toda frontera –les dije que me iba a poner melosa-.

Estepost no es para hacer una típica lista de cosas que hacer en NY, porque ya hay muchas de esas, pero sí quiero darles unos datos que a mí me sirvieron de mucho.

Desde Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia –y probablemente de otros estados también- hay buses chinos que van desde y hacia NY, por $30 ida y $30 vuelta. No les miento, es un viaje largo de 10 horas en unos buses que no son demasiado cómodos, pero el ahorro vale la pena. Los buses hacen paradas cada 3 o 4 horas, así que al menos se pueden estirar las piernas y comprar algo de comida. Además, puedes disfrutar el road trip y ver ciudades como Washington y Pennsylvania. Los buses llegan a Chinatown, que está muy cerca –se puede ir a pie- de SoHo y Little Italy. Además es pleno Downtown, así que es un buen sitio para empezar el recorrido.

Una información muy, muy útil que encontrpe en mis 10 horas de bus, fue la existencia de Free Tours by Foot. Son tours gratis que haces a pie alrededor de la ciudad. Para mí encontrar esto fue una bendición, porque pensé que iba a tener que pasar mi primer día en NY vagando sola y sin orientación por la ciudad, perdiéndome los pequeños detalles que hacen cualquier ciudad incluso más interesante. Hay tours en todas las áreas de la ciudad, así que sólo debes elegir qué te interesa ver. De hecho, hay un tour de NY en un día, que empieza a las 10 AM y termina a las 4 PM y cubre os principales puntos de interés, lo cual es genial si vas a estar pocos días en la ciudad. El primer tour que yo hice fue el de SoHo, Little Italy y Chinatown, y fue genial porque estas áreas son interesantes no sólo porque son bonitas y están de moda, sino porque tienen muchas historias y bares y cafés interesantes si vas con tiempo de hacer paradas de este estilo. Por ponerles un ejemplo, en Chinatown pude almorzar unos dumplings chinos increíblemente grasosos y ricos, por sólo $2. El siguiente tour que hice fue alrededor de Greenwich Village, en donde se filmaron escenas de Friends y Sex and The City, donde está la mayor parte del campus de la NYU, una de las universidades más grandes y caras de USA. Fue una experiencia increíble porque esta zona sí es verdaderamente newyorquina, las casas con las escaleras al frente, con muchos árboles y sombra y bicicletas en los porches. Esta zona está muy cerca de High Line, que es un mercadito –o un paseo, más bien- súper chic y moderno, que refleja bastante el espíritu newyorquino. Aquí cené un slice de pizza por $2 en Joe´s, una de las mejores pizzerías de la ciudad, según mi guía. Paseé por el Washington Square Park y me imaginé que era una de las chicas de Gossip Girl.

Es importante mencionar que estos tours son gratis pero deben reservar en la página, y los guías pasan asistencia antes de comenzar el tour. Si no vas a un tour que reservaste, recibes un correo bastante grosero diciendo que eres un desconsiderado porque mucha gente está esperando participar en los tours, y cancelan el resto de tus reservas. Por supuesto, igual puedes aparecerte y seguirlos, porque nadie puede impedirte caminar por la calle detrás de un grupo de personas. Otra cosa es que estos tours son principalmente históricos y los guías –al menos en mi caso- son personas mayores que saben mucho de arte y arquitectura, pero que no se van a ir a tomarse una cerveza contigo luego del tour, ni tampoco hay muchas posibilidades de conocer gente interesante con la que puedas pasar el rato luego. De hecho, las personas que vi haciendo turismo en NY se veían bastante estiradas, parejas con dinero, personas mayores… poco de la vibra juvenil y mochilera que se ve en Europa, lo cual es una ironía, considerando lo que les dije al comienzo de esta entrada acerca de Europa siendo vieja y digna y NY siendo joven y vibrante.

Luego del tour, me encontré –finalmente- con mis amigos. Uno de ellos venía desde Boston, en un bus que toma 3 horas para llegar a NY, y el otro desde su trabajo en New Jersey. Cruzamos el puente de Brooklyn y fuimos a DUMBO, un mirador increíble en Brooklyn donde puede verle la cara a NY.

En la noche fuimos a comer a un bar y aquí tengo que insertar mi primera queja formal: ¿qué pasó con lo de NY, la ciudad que no duerme? Pues antes de encontrar nuestro bar, estuvimos en dos restaurantes y un bar que estaban cerrados a las once de la noche de un viernes… en NY! Increíble.

El resto del viaje fueron los típicos must de la ciudad, pero que en compañía de mis amigos, se volvieron lo menos típico que puedan imaginar. 

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