Residencia Jean Médecin

Publicado por flag-es Irene Reche — hace 5 años

Blog: Una Erasmus en Niza
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus Niza, Niza, Francia

¡Hola de nuevo! Como ya os adelantaba previamente en la entrada anterior, durante mi estancia en Niza tuve la suerte de poder vivir tanto en una residencia universitaria pública como en un piso. En este nuevo post quiero contaros todo lo relacionado con mi experiencia viviendo en una residencia universitaria del CROUS, en concreto en la residencia universitaria Jean Médecin.

Cuando llegué a la residencia, mi primera impresión fue mala, no os voy a engañar. Llegué sin un gran dominio del idioma a la recepción y la señora que me atendió no se caracterizaba por ser especialmente agradable, de hecho era bastante desagradable. Se limitó a darme las llaves de mi nueva habitación sin explicarme absolutamente nada de la residencia, ni siquiera hacia dónde tenía que dirigirme para encontrar mi edificio.

Teniendo en cuenta que la residencia Jean Médecin cuenta con seis edificios nombrados de la A hasta la F, encontrar el mío me llevo más de diez minutos. Sin embargo, cuando por fin encontré mi habitación y entré en lo que iba a ser mi casa para los próximos meses mi impresión, si ya era mala, fue a peor. Pero no os asustéis, esto fue solo la primera impresión.

Al llegar a la habitación me encontré una habitación pequeña, unos nueve metros cuadrados para ser exactos. Estaba equipada de una cama de noventa con un colchón de goma espuma de apariencia no muy cómoda con un protector. Había también una mesilla de cama al lado de ésta, una estantería y una mesa a modo de escritorio con una silla. Había una especie de armario, y digo especie porque yo no sé si a eso se le puede llamar armario. En realidad era como un hueco en la pared con un palo para colgar perchas (obviamente sin perchas). Y eso era todo. Es decir, no había almohadas, no había sábanas, no había absolutamente nada más que lo que os he contado.

Para que os hagáis una idea, os dejo por aquí una foto de lo que te encuentras nada más llegar: 

Residencia Jean Médecin

Además de esto, había un baño con una ducha y una cortina de baño y un lavabo. Esta es una de las pocas residencias públicas que no cuentan con un WC propio y para poder pasar al servicio tienes que ir por el pasillo a unos baños compartidos. Esto es algo que al principio no me gustó nada, sin embargo, he de confesar que al cabo de pocas semanas ya me hice a la idea y me acostumbré. Lo mucho que me costaba estar tan tranquila en mi habitación y tener que recorrerme todo el pasillo para poder ir al baño al principio y lo poco que me importaba pasearme en pijama por ahí al cabo de un par de semanas. Todo es acostumbrarse, la verdad.

Con este percal no podía quedarme a dormir allí ese día, así que gracias a que mis padres me acompañaron, esa primera noche la pasé con ellos en su apartamento, esperando a que el día siguiente pudiese dedicarlo a comprar todo lo necesario para mi nueva habitación.

Hay un Primark a una media hora de la residencia, en el centro comercial Polygone Riviera. No son grandes lujos, pero para unas almohadas y unas sábanas de calidad media, sirve. De hecho, la mayoría de los que estábamos en la residencia compramos nuestras cosas allí. También hay, a unos diez minutos de la residencia andando, una tienda de cosas del hogar. Es una especie de todo a cien pero de cosas para la casa y la verdad que es útil que esté tan cerca de la resi. Si lo hubiese sabido igual me habría ahorrado el paseo hasta el Primark, lástima que descubriese esta tienda más tarde cuando ya tenía todo comprado.

La verdad que una vez has comprado todo lo necesario, la habitación parece otra. De hecho, ya no da tan mala impresión. Para que os hagáis una idea, mi habitación me quedó más o menos así:

Residencia Jean Médecin

Residencia Jean Médecin

ESPACIO

Como ya he dicho previamente, la habitación es muy pequeña, pero suficiente para vivir teniendo en cuenta que el tiempo que vas a pasar en tu habitación es muy corto. Además, para guardar tus cosas tienes espacio más que de sobra. Además de la estantería y la especie de armario de la que os hablaba antes, debajo de la cama hay un cajón enorme donde puedes meter todo lo que quieras.

ZONAS COMUNES

En cuanto al tema de los baños compartidos, he de decir que están bastante sucios por lo que si eres una persona escrupulosa, siento decirte que este tipo de residencia no es para ti. Al menos las que tienen baños compartidos. Es cierto que se comparten aproximadamente ocho WCs para unas veinte personas (así a ojo), por lo que no es tanto y siempre vas a encontrar alguno que esté limpio. Sin embargo, como decía antes, la impresión general de los servicios es que están sucios.

Siguiendo con el tema de zonas comunes, paso ahora a opinar sobre las cocinas. Hay una cocina por planta y la mía estaba también bastante sucia. Tanto que decidí que tenía que buscar una alternativa para poder comer sin necesidad de ir todos los días a la cocina. Sin embargo, si es cierto que seguramente en otras plantas las cocinas estuviesen mejor, ya que tengo amigos que iban a cocinar allí diariamente si ningún problema.

Yo opté por comprarme un microondas. Hay una reventa de electrodomésticos en la propia residencia por lo que si eres rápido puedes conseguir alguna cosa a un precio muy muy bajo. Sin embargo, yo no tuve suerte, y lo que hice fue ir a las tiendas de segunda mano y al Emaüs, que está un poco alejado pero merece la pena: ¡los electrodomésticos ahí son hiper baratos! Así que he de deciros que con el microondas sobreviví. Os sorprendería saber la cantidad de cosas que se pueden cocinar en un microondas. Además, yo soy mucho de tomar ensaladas y cosas de poca preparación, por lo que para mí no era un problema. Además, entre los días que salía a cenar con mis amigos y que las comidas a diario las hacía en la universidad (se come por tres euros), no cocinaba mucho.

En cuanto a un electrodoméstico importante que tampoco tienes en esta residencia (en otras ya lo han implantado y cada habitación está equipada con uno) es la nevera. Puedes comprarla también en la propia residencia a otros estudiantes u optar por las opciones que te daba previamente para el microondas. La nevera es importante, sin embargo yo no conseguí encontrar una que me sirviese. Por ello, la fruta y la verdura fresca la compraba en el mismo día y la leche, por ejemplo, en botellas pequeñas para evitar que se estropease. De esta forma, vas buscando trucos y formas de adaptarte a las condiciones que tienes.

Además de esto, en la residencia Jean Médecin puedes encontrar un gimnasio pequeño pero bien equipado y una zona con contendores para tirar la basura, algo que es de agradecer pues nada más salir de la resi puedes tirar tu basura sin necesidad de darte un paseo de quince minutos únicamente para encontrar un contenedor. Además, tiene también un patio con mesitas donde puedes sentarte a tomar algo con la gente de la resi, y hay una sala de billar y ping-pong para pasar el rato. Hay también lo que llaman la “sala de fiestas”, donde de vez en cuando organizan fiestas temáticas o simplemente ponen música para pasar el rato. Estas zonas comunes son bastante útiles para conocer a los vecinos de tu residencia y hacer amigos, muchos amigos, ya que la residencia cuenta con más de novecientos estudiantes.

PRECIO

El precio de esta residencia es muy bajo, yo pagaba un poco más de doscientos euros al mes con luz y gas incluido. Es decir, un chollo. Hay que tener en cuenta que en Niza es muy difícil encontrar un sitio para vivir por menos de cuatrocientos euros, y si lo haces, es que realmente has tenido mucha suerte. Por tanto, si lo que buscas es algo barato, lo que necesitas es una habitación en una residencia universitaria pública.

LOCALIZACIÓN

Como ya os adelantaba, las residencias públicas suelen estar bastante alejadas del centro. La mía en concreto está cerca del aeropuerto (a unos veinte minutos andando) y en llegar al centro se tarda aproximadamente media hora en bus y una hora andando. Teniendo en cuenta que el paseo marítimo de Niza es una maravilla, a mi la verdad es que no me importaba mucho ir andando a los sitios si no iba con prisa.

En cuanto a cosas que puedes encontrar cerca de la resi, hay un Carrefour a cinco o diez minutos andando, algo que veo realmente muy útil. Además, también por la zona hay numerosos sitios y restaurantes para tomar algo. Os recomiendo pasar por la panadería de la esquina que hay nada más bajar de la residencia, hacen un pan cada mañana que es una delicia, y si algún día llegas cansado de la universidad y no te apetece mucho cocinar, tienen trozos de empanada, pizza o incluso platos precocinados que son de los mejores que he probado nunca. Además, hay un BNP Paribas (banco donde te recomiendo abrirte la cuenta francesa aunque de esto hablaré en un post más específico).

En definitiva, aunque la resi está alejada del centro, se puede hacer vida cerca de la misma, ya que tienes todo lo necesario para ello. Es más, la playa está a cinco minutos andando y esto es de agradecer, sobre todo las personas que son de Madrid como yo y que la playa la olemos únicamente en verano y da gracias.

ABANDONAR LA RESIDENCIA

El contrato de la residencia dura un año, pero esto no implica que tengas que pagar todo el año. Puedes pedir abandonar la residencia con un mes de antelación con una carta (aunque esto te lo explicarán mejor los que estén en recepción). Una vez han recibido la carta, tienes unos días para hacer la mudanza y empaquetar todo lo que tienes en la habitación. Esto ya os aviso que es difícil y estresante, de hecho, os dejo una foto por aquí para que os hagáis una idea:

Residencia Jean Médecin

Antes de irte tienes que limpiar todo muy bien y dejar todo tal y como te gustaría encontrártelo al llegar. Si bien os digo que cuando yo llegué la habitación estaba limpia, aun así la limpié a fondo. Todo el material de limpieza, como podéis imaginar, lo tenéis que comprar vosotros, en la resi no te dan nada.

Os recomiendo que antes de iros intentéis vender todo lo que habéis comprado meses atrás como sábanas, almohadas, perchas… Mucha gente llega nueva e igual que tú, necesita ese material. De esta forma recuperarás parte de la inversión que hiciste al principio de tu estancia.

Una vez has dejado todo limpio, concretas una cita con un señor o señora de la residencia que se encarga de dar el visto bueno a la habitación y desde ese momento dejas de ser un habitante de la residencia Jean Médecin, que aunque por un lado te produce alegría porque lo más probable es que sea para vivir en un lugar con más comodidades y más amplio, por otro te produce gran tristeza pues al final es un sitio al que coges cariño.

RESUMEN DE VENTAJAS E INCONVENIENTES

A modo de resumen, he decidido hacer una lista sobre los pros y los contras de vivir en una residencia de este tipo:

1. VENTAJAS

- El precio tan barato.

- Conocer gente muy fácilmente ya que es una residencia muy grande con muchos estudiantes.

- Te permite vivir de forma independiente y puedes estar solo cuando lo necesites.

- Al ser una habitación pequeña, tardas muy poco en limpiarla y al vivir solo ensucias menos, por lo general.

2. INCONVENIENTES

- El baño compartido, aunque terminas adaptándote, es uno de los mayores inconvenientes que encuentro a vivir en estas residencias.

- No tener nevera

A pesar de todo lo malo que pueda tener esta residencia, yo personalmente estuve a gusto y terminé acostumbrándome a todo. De hecho, he de decir que guardo un buen recuerdo de mi estancia en la residencia y que con todas las ventaja se inconvenientes, yo me quedo con las ventajas.

Hasta aquí el post de hoy sobre mi residencia en Niza, pero si tenéis dudas no dudéis en planteármelas y os intentaré ayudar en todo lo que pueda.


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